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¿Cómo es Posible?[]

Antes de empezar quisiera hacer la aclaración de que yo NO SOY EL AUTOR DE ESTA HISTORIA. El autor es mi amigo Héctor, de México. Él me dio su permiso para compartir su FanFic en éste sitio. Si quieren leer más de sus historias, pueden encontrarlo en Wattpad como @MissingPiece7.

Dicho esto, empecemos.

Capítulo I: La tristeza no es eterna[]

Ya han pasado varios meses desde el Torneo del Poder y todo en el planeta Tierra sigue su curso sin preocupaciones. Pero si nos acercamos más vemos a una bella mujer que lleva a su hija en brazos por un parque. Y al lado su aparente esposo, quien se la pasa en el celular tomando llamada tras llamada sin parar. Aunque esto sea normal en la vida de un humano a la hermosa mujer le molesta mucho, ya que casi no pasan tiempo juntos por el trabajo del esposo y aun así no aprecia una salida juntos.

-N°18: “¡Krilin! ¿Puedes dejar el teléfono un momento?”, dijo estando bastante enojada.

-Krilin: “Ahora te regreso la llamada”, dijo mientras dejaba su celular. “18, sabes que debo de tomar las llamadas sin importar dónde esté. Desde que me ascendieron no puedo parar y tú lo sabes

-N°18. “Al menos lo puedes intentar. No has estado con nosotras por mucho tiempo y aun así no te dignas en dejar el teléfono”, respondió la androide.

-Krilin: “Ajá, sí, lo que tú digas. Sí”.

-N°18: “¡¿Me estás ignorando?!”, dijo volteando a ver a su esposo quien otra vez tenía el celular en su oreja. “¡Maldita sea, ya me tienes harta!”.

Después de esta pequeña discusión la familia se fue a su hogar para poder descansar. La pareja no habló más, simplemente esperaron la cena para poder intercambiar palabras.

-Krilin: “Oye 18, hoy voy a salir a ver unos amigos del trabajo”.

-N°18: “¿Otra vez Krilin? ¡Ya van más de siete veces que sales y ni siquiera vamos a la mitad del mes!”, respondió empezando a frustrarse. “¿Sabes qué? Haz lo que se te dé la gana”, dejando su comida y llevándose a Marron a su cuarto.

Krilin pensando para sí mismo: “Al menos no me estará molestando”.

Pasaron varias horas llegando a la medianoche desde que Krilin había salido de su hogar y esto a su esposa le empezaba a preocupar. “Estúpido Krilin… ¿Dónde estarás?”, decía 18 caminando de un lado a otro en su sala. “Será mejor que lo vaya a buscar. Seguro debe estar bebiendo el idiota

N°18, enojada, salió de su hogar en busca de Krilin, revisando en sus lugares favoritos. Pero lo extraño fue ver que no se encontraba en ningún de ellos. Realizó unas llamadas a los amigos de su esposo, sorpresa fue que no había ninguna reunión haciendo que varias dudas empezarán a surgir.

¿Dónde estás, maldito?”, se decía 18 empezando a buscar su Ki pero simplemente no encontraba nada, haciendo más exhaustiva su búsqueda. Ya había pasado bastante tiempo desde que empezó a buscarlo y seguía sin encontrarlo. Mientras estaba buscando en un parque, alguien se le acercaba sin que ella se diera cuenta.

-“¡Hola 18!

-N°18: “¿Ehh?…Ah, hola Gokú”, respondió sonando bastante decaída.

-Gokú: “¿Qué tienes 18? ¿Estás bien?

-N°18: “Si, es solo que…”, dijo empezando a frustrarse mientras hablaba

-Gokú: “¿Te sientes bien? Te ves un poco enojada

-N°18: “¡NO ESTOY ENOJADA!”, gritándole al Saiyajin.

-Gokú: “Ay…casi me dejas sordo, 18”, respondió quejándose por el grito.

-N°18: “Lo siento, Gokú. No era mi intención gritarte. Es sólo que…desde hace tiempo Krilin ha estado muy extraño y siempre quiere salir en la noche con sus amigos. Pero hoy les pregunté a cada uno y me dijeron que no sabían nada de su supuesta reunión y, para ser sincera…Eso me tiene intrigada”.

-Gokú: “¿Piensas que Krilin te está siendo infiel?”, preguntó con seriedad, haciendo que sus palabras resonaran en la cabeza de 18.

Esa pregunta causó un gran sentimiento de incertidumbre en la androide. Aunque más la sorprendía que él supiera el significado de esa palabra. “¿Que acaso no era un cabeza hueca?”, se preguntaba N°18.

-N°18: “Ah…Sí, eso creo. ¿Y tú cómo sabes lo que es ser infiel, Gokú?”, preguntó con cierto fastidio y asombro.

-Gokú: “Porque eso mismo me hizo Milk a mí, jaja”, respondió soltando su ya clásica sonrisa de inocencia que tanto conocen sus amigos.

Androide 18 no lo podía creer. Se quedó atónita por eso.

-N°18: “¿Es en serio? Lo siento. N-No quería…”, intentó excusarse.

-Gokú: “Tranquila, ya pasó. Aunque debo decirlo…Realmente no sentí nada cuando me enteré”.

-N°18: “¿De verdad? ¿No te sentiste ni enojado o triste?”, preguntó todavía sorprendida.

-Gokú: “La verdad que no. No sentí nada”.

-N°18: “¿Pero por qué? Si son esposos”.

-Gokú: “Bueno, en realidad me casé con Milk por una promesa que le hice cuando éramos niños. Además ya no somos esposos. Me divorcié gracias a la ayuda de Bulma”.

-N°18: “Ya veo…”.

-Gokú: “Oye no tienes por qué preocuparte. No creo que Krilin haga ese tipo de cosas. Lo conozco desde que era pequeño”.

-N°18: “¿De verdad crees eso?”, preguntó con una mirada esperanzadora.

-Gokú: “¡Claro! Y sólo para demostrártelo te llevaré con él”.

-N°18: “¿En serio? ¿Me puedes llevar con él, Gokú?”, preguntó levantándose de la banca en la que estaban sentados en el parque.

-Gokú: “¡Sí! Ven, toma mi mano”, dijo poniéndose de pie y colocando sus dedos en la frente mientras estiraba su mano hacia 18.

-N°18: “De acuerdo”, dijo la androide tomando la mano del Saiyajin.

Esas fueron las últimas palabras antes de que el par desapareciera del parque, sólo para encontrarse con una escena muy dolorosa para la androide en la habitación de un hotel en las afueras de la ciudad.

-N°18: “¡MALDITA BASURA CALVA! ¡¿CÓMO PUDISTE HACERME ÉSTO?!”, gritó enfurecida.

-Krilin: “¡18! Te lo puedo explicar”, trató de excusarse inútilmente.

-N°18: “¿En serio me haces esto después de todo lo que pasamos? ¿Después de lo de Cell? ¿De haber aceptado que me amabas y enamorarme perdidamente de ti? Eres un desgraciado ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE! ¡MALDITO!”, gritó mientras se iba de la habitación del hotel.

-Krilin: “¡18! ¡No te vayas, NO TE VAYAS!”, gritó empezando a llorar en el suelo. “Gokú… ¡¿POR QUÉ DEMONIOS LA TRAJISTE?!” empezando a arremeter contra el Saiyajin.

-Gokú: “No sabía que hacías esto. Además es tu esposa. ¿Cómo le pudiste hacer esto?”.

-Krilin: “¡ESO NO TE INCUMBE!”.

Gokú con un semblante serio pero a la vez decepcionado dijo: “Krilin, tienes razón. No es mi problema. Esto lo tienes que solucionar tú. Espero que lo puedas hacer”, dijo el Saiyajin totalmente decepcionado de su amigo.

-Krilin: “¡LÁRGATE! ¡YA NO SOMOS AMIGOS! ¡MALDITO!”, le respondió con furia.

-Gokú: “Adiós Krilin”, respondió mirando con decepción mientras se iba de la habitación.

Después de esta escena dolorosa N°18 ya se encontraba en su casa. En todo momento recordaba esa escena que la lastimó tanto. Su corazón y su alma estaban hechos añicos. El hombre a quien entregó su vida y amor la reemplazó como si de un simple juguete se tratase. 18 se dispuso a salir de su hogar llevándose con ella una maleta y a su hija Marron. Pero algo la detuvo: Gokú se encontraba atrás de ella.

18 al darse cuenta de que estaba detrás de ella:

-N°18: “¿Qué es lo que quieres Gokú?”, preguntó todavía algo enojada.

-Gokú: “L-lo siento. Perdón por lo de Krilin”, se excusó.

-N°18: “¿Por qué te disculpas? Si el que me engañó fue ese maldito”,  dijo empezando a ordenar unas cosas en su maleta.

-Gokú: “Porque yo te llevé con él. Creí que estaría trabajando o algo más. No lo creí capaz de hacer eso”, dijo estando muy apenado.

-N°18: “Gokú, ya déjalo así. Creo que fue lo mejor. Ahora me tengo que ir”, dijo mientras cargaba su maleta y a su hija.

-Gokú: “Adiós. Cuídate”.

-N°18: “Sí, igualmente”, respondió la androide saliendo de su hogar junto con su hija, dejando a Gokú solo con sus pensamientos en la casa.

Cinco meses han pasado desde que N°18 y Krilin se vieron las caras. Desde entonces 18 no ha sido la misma persona. Siempre está llorando por las noches. Empezó a fumar y beber mucho, además de que empezó a tener problemas económicos, obligándola a trabajar en un restaurante de comida rápida. 18 ya no puede más. No puede con tantos problemas. A pesar de ser la mujer más fuerte del planeta ya está cansada. Está frustrada. Está harta. Lo único que la hace seguir es su hija, su preciada hija.

Un día mientras 18 paseaba con Marron en el parque en sus brazos a lo lejos vieron a alguien conocido. Así es. Era Krilin, quien estaba con una mujer muy bella acompañándolo. Aunque ya haya pasado bastante tiempo desde ese día, 18 no puede evitar sentirse mal.

-Marron: “¡Mira mami! ¡Es papi! ¡Vamos con él!”, dijo Marron con una sonrisa tan inocente.

-N°18: “No, mi amor”, respondió triste y queriendo llorar por la escena.

-Marron: “Mami, ¿Por qué estás triste?

-N°18: “¿Triste? No, es que me entró una basurita en el ojo. ¿Qué tal si vamos por un helado?”, le dijo la androide a su hija fingiendo una sonrisa para tranquilizarla

-Marron: “¡Sí! ¡Vamos!”.

-N°18: “De acuerdo. ¿De qué sabor quieres?”, preguntaba mientras caminaban hacia el carrito de helados.

-Marron: “¡De chocolate!

-N°18: “Jaja, está bien”, dijo llegando al puesto de helados. Luego de comprarlo se lo entregó a Marron. “Ten, mi amor”.

-Marron: “¡Sí! ¡Gracias mami!”.

Pero cuando N°18 se dio la vuelta para volver a casa chocó con alguien, pegándose en la frente y haciendo que el helado se caiga

-N°18: “¡Idiota! ¡Ten más cuidado!”, protestó sobándose la cabeza.

-Marron: “M-M-Mi helado…” tartamudeó queriendo llorar.

-“Oh…mi cabeza

-N°18: “Eres un idio- ¿G-Gokú?”, preguntó levantando la mirada

-Gokú: “¿Eh? ¡Ah hola 18! Lo siento, no te vi”, respondió rascándose la nuca

-N°18: “Ah…no te preocupes”, respondió viendo a Gokú un poco extrañada.

-Gokú: “¿Ocurre algo 18?”.

-N°18: “No nada, es solo que te ves algo extraño con ese traje”, dijo la androide señalando la ropa del Saiyajin.

-Gokú: “¿Tú crees? ¿Me veo mal?”.

-N°18: “No, no quise decir eso. Te ves bien”, le dijo mientras veía a Gokú de pie a cabeza sorprendiéndose, pues se veía bastante apuesto.

-Gokú: “No lo sé. Ésta ropa es muy incómoda”, dijo jalándose un poco el saco del traje.

-Marron: “¡MI HELADO!”, interrumpió empezando a llorar.

-N°18: “No llores Marron, ¿Que te he dicho?”, le reprochó.

-Gokú: “Lo siento por el helado”, se disculpó rascándose la nuca.

-N°18: “No te preocupes. Ahora le iba a comprar otro”, dijo 18

-Gokú: “Si quieres yo se lo compro”, se ofreció poniéndose enfrente del carrito de helados. “Muchas Gracias. Aquí tiene”, dijo el Saiyajin entregando un billete de 10.000 Zenis y yéndose del puesto.

-N°18: “Gokú, ¿De dónde sacaste ese dinero?”, preguntó un poco sorprendida.

-Gokú: “Bueno, cuando trabajo y hago las entregas de los cultivos me dan estos billetes. Pero la verdad es que aún no me acostumbro a ellos, jaja”.

-N°18: “Ah, es cierto. Ten Marron”, dijo entregándole el helado y acariciándole el cabello a su hija. “¿Cómo se dice?

-Marron: “¡Muchas gracias, señor Gokú!”, dijo la pequeña mientras empezaba a saborear su helado.

-Gokú: “¿No quieres uno, 18?”.

-N°18: “N-n-no, gracias”, respondió algo nerviosa

-Gokú: “¡Vamos, anímate!”, respondió mientras pedía otros helados del mismo sabor.

-N°18: “Muchas gracias, Gokú”, le agradeció mientras empezaba a caminar al lado de él junto con Marron. “Por cierto Gokú, ¿Por qué estás vestido así?

-Gokú: “Es que tuve una junta o algo así. Creo que así se llama”.

-N°18: “¿Junta? ¿Estás trabajando?”.

-Gokú: “Jeje aunque no lo creas trabajo desde hace mucho”, respondió saboreando su helado

-N°18: “¿Y de qué trabajas?”.

-Gokú: “Pues en los cultivos de frutas y vegetales. Sólo que conseguí alguien para que me ayude”.

-N°18: “Ah, ya veo”.

-Gokú: “¡Au!… ¡El cerebro congelado!”, se quejó empezando a agitarse la cabeza.

-N°18: “Jaja, eso te pasa por glotón”.

-Gokú: “Oye…”, se quejó graciosamente, haciendo reír aún más a la androide.

Pasaron varias horas juntos 18 y Gokú en el parque. Se la pasaron riendo y empezaron a hablar de sus vidas. A N°18 no le gustaba la idea de decirle en la condición en la que estaba, pues no quería dar lástima o pena. El cielo empezaba a oscurecer, el sol se despedía con sus últimos rayos de luz y daba entrada a la hermosa luna y las estrellas acompañando.

-N°18: “Bueno Gokú, muchas gracias por este día”, dijo cargando a Marron dormida en sus brazos.

-Gokú: “No hay de qué. Siempre hay que distraerse un rato”.

-N°18: “Este…ya me tengo que ir. Mañana tengo que trabajar”.

-Gokú: “Oh ya veo. Si quieres te puedo acompañar”, se ofreció el Saiyajin.

-N°18: “No, no te preocupes. Estoy bien. Muchas gracias”.

-Gokú: “No tengo problema. Además como ya no vivo con Milk ya no tengo nada que hacer fuera del trabajo”.

-N°18: “Bueno, está bien…”.

En todo el camino se la pasaron hablando, riendo e incluso bromeando. Pero N°18 no quería llegar a su casa pues la condición en la que estaba le daba pena. Cada vez que se acercaban más y más no lo podía evitar la androide. Pero en un momento eso le dio igual, ya que afuera de su casa estaban todas sus cosas.

-N°18: “¡¿PERO QUÉ DEMONIOS?!”.

-Gokú: “¿Estas son tus cosas, 18?”, preguntó mientras empezando a curiosear con Marron en brazos.

-N°18: “Si, lo son. No podía pagar el alquiler. ¡Maldita sea! ¡¿Y ahora qué voy a hacer?!”, contestó empezando a frustrarse y sintiéndose de lo peor en ese momento.

-Gokú: “Tranquila 18. Si quieres tú y Marron se pueden quedar en mi casa”.

Aunque N°18 es bastante renuente a recibir ayuda, no le quedó de otra más que aceptar. Así empezaron a volar y poco a poco se fueron acercando a una casa muy grande. No era una casa. Era una mansión. N°18 pensó que se habían equivocado así que mejor le preguntó a Gokú.

-N°18: “Gokú, ¿Esta es tu casa?”, preguntó empezando a dudar bastante

-Gokú: “¡Así es! ¡Ya casi vamos a llegar!”, respondió mientras empezaban a descender y a bajar la velocidad del vuelo. Cuando el trio aterrizó en la entrada de la casa los recibió un mayordomo, cosa que impresionó a N°18. Pero lo que más le impresionaba era el tamaño de la casa.

-“Mucho gusto en volverlo a ver, Señor Gokú. Veo que el día de hoy trae visitas”, dijo el mayordomo.

-Gokú: “¡Hola Yugan! Ella es 18. 18, Él es Yugan”, respondió haciendo una apropiada presentación.

-Yugan: “Mucho gusto, Señorita 18”, dijo haciendo una reverencia.

-N°18: “H-Hola. E-Es un placer”, respondiendo la reverencia.

-Yugan: “Permítame su saco, Señor”.

-Gokú: “Así déjalo, está bien. Pasa 18” dijo haciéndose a un lado para dejar pasar a la androide.

-N°18: “Gracias Gokú”, agradeció con una leve sonrisa

Mientras todo esto ocurría en la cabeza de N°18 no dejaba de preguntarse: ¿Por qué Gokú tenía una mansión? ¿Y hasta un mayordomo?

A pesar de su enorme curiosidad, 18 no se atrevía a preguntarle. Pero fue sacada de sus pensamientos por un grito:

-Gokú: “¡ES CIERTO, LA FIESTA DE SATÁN!”, exclamó golpeándose la frente.

-N°18: “¿Eh? ¿Fiesta?”, preguntó cargando a Marron

-Gokú: “Sí. Lo que pasa es que es el cumpleaños de Mr. Satán y organizó una fiesta en donde iba a invitar a todos”.

-N°18: “Ah, es cierto. Recibí la invitación, pero la verdad no me interesa. Si quieres ve tú y yo me quedo aquí con Marron”.

-Gokú: “¿Estás segura? ¿No quieres ir?”.

-N°18: “No, Gokú. Aunque quisiera no tengo ropa adecuada”, respondió viendo sus ropas un poco desgastadas.

-Gokú: “Tranquila, Yugan puede conseguirte la ropa que quieras, ¿verdad Yugan?”.

-Yugan: “Por supuesto, mi señor. Si Ud. quiere Señorita 18 le puedo traer el vestido que usted quiera”.

-N°18: “N-No, gracias. Pero estoy bien”, respondió un tanto nerviosa.

-Gokú: “¡Vamos 18, anímate! Te vendrá bien para despejar tu cabeza un rato”, le dijo entusiasmado.

-N°18: “Está bien”, accedió finalmente algo decaída. “Pero yo elijo el vestido”, aclaró.

-Gokú: “Muy bien. Yugan, ¿conoces alguna tienda de ropa?”.

-Yugan: “Por supuesto, mi señor”, confirmó Yugan

-Gokú: “Siendo así, ¿nos podrías acompañar?”.

-Yugan: “Para mí sería un honor, señor”.

Después de un rato los tres estaban en las afueras de una boutique. En el momento que llegaron N°18 se quedó impresionada, ya que la boutique en la que se encontraban era una de las más prestigiosas y más caras de la ciudad.

-Yugan: “Aquí es, señor” dijo señalando la tienda.

-N°18: “O-Oye Gokú, ¿S-Seguro de que es aquí?”, preguntó susurrando.

-Gokú: “¿Ehh? Sí. ¿Por qué? ¿No te gusta?”.

-N°18: “N-N-No, no es eso. Lo que pasa es que es muy caro aquí y no tengo dinero para pagar”, dijo con vergüenza.

-Gokú: “¿Estás segura? Bueno, eso no importaría. Lo que cuenta es que la ropa sea buena. Además si Yugan nos la recomendó yo creo que es por algo. Y no te preocupes por el vestido Jaja” dijo entrando a la boutique con 18 un poco alejada de él.

-N°18: “¡Gokú, E-espera!”.

-Gokú: “¿Qué pasa, 18? ¿Otra vez te sientes mal?”, preguntó poniéndole la mano enfrente de la cabeza

-N°18: “No es eso”, respondió quitándole la mano. “Es que…me da pena entrar con esta ropa…”, dijo la androide encogiéndose de hombros.

-Gokú: “Jaja no te preocupes. No te va a pasar nada”.

-N°18: “Si tú lo dices…”, susurró entrando a la boutique. En el momento en que entraron una vendedora los recibió con una sonrisa agradable.

-Vendedora: “Buenas noches. ¿En qué les puedo ayudar?”.

-Gokú: “Hola señorita. Queremos un vestido para ella”, dijo dejando mostrar a 18, un poco avergonzada.

-Vendedora: “Espléndido. ¿Qué clase de vestido buscan? Tenemos de corte recto, canesú, corte asimétrico…”.

-Gokú: “¿Cuál es el que Ud. nos recomienda? Es que vamos a una fiesta”.

-Vendedora: “Ah si ese es el caso tengo el vestido ideal. Acompáñeme señorita, por favor”, dijo la vendedora tomando la mano de la androide.

La señorita después de llevarse a N°18 a un probador tomó un vestido, unos zapatos y unos pendientes para después pasárselos al androide.

Minutos después la puerta del probador se abrió, dejando ver una mujer muy hermosa y espléndida. Parecía un ángel caído del cielo, con su rostro tallado a mano y un cuerpo que sencillamente era la más pura perfección.

-N°18: “¿Y? ¿Qué te parece?”, preguntó pasando un mechón atrás de su oreja.

-Gokú: “¡Wow! ¡Te ves hermosa, 18!”, respondió sorprendido. “¿Tú qué opinas, Yugan?

-Yugan: “Se ve excelente, señorita 18”.

N°18 estaba ruborizada. Casi parecía un tomate.

-N°18: “P-P-Pero qué cosas dices, Gokú…”, dijo con una risa un tanto vergonzosa.

-Gokú: “Es en serio. Te ves muy bonita”.

-Vendedora: “En vista de que les gustó, les voy haciendo la factura. Serían 116.000 Zenis. ¿A nombre de quién sería?

-N°18: “¡¿116.000 ZENIS?!”, exclamó quedando totalmente perpleja.

-Gokú. “A mi nombre. Son Gokú”, dijo sacando su cartera. “Aquí tiene. Se lo agradezco mucho

Después de esa escena Gokú y N°18 se fueron a la fiesta de Mr. Satán, llegando justo a tiempo.

-Gohan: “¡Hola papá! ¡Veo que si pudiste venir!”, le dijo abrazando a su padre.

-Gokú: “¡Hola Gohan!”, dijo respondiendo el abrazo. “¿Cómo estás? Por cierto, ¿Y Goten?

-Gohan: “Está por allá, jugando con Trunks”, respondió antes de darse cuenta de que N°18 venía detrás de Gokú. “¿Número 18? ¡Hola!”.

-N°18: “Hola Gohan, ¿Cómo has estado?”.

-Gohan: “Bien. ¿Y Ud.? ¿Por qué no viene con Krilin?”, preguntó un tanto extrañado.

En el momento en que Gohan hizo esa pregunta N°18 se disgustó mucho y evitó la pregunta. Gokú al darse cuenta mejor interviene:

-Gokú: “Eh…Gohan, ¿has visto a tu madre?”, preguntó a su hijo

-Gohan: “Si. Está con su esposo por allá”, dijo señalando una mesa.

Después de salir de esa escena se sentía menos tensión en el ambiente y, por supuesto, la fiesta daba inicio empezando por un discurso de Mr. Satán un poco aburrido. Pero después la verdadera fiesta inició. Toda la noche Gokú y 18 se la pasaron muy bien. Se la pasaron riendo, bromeando e incluso bailando y charlando. Pero toda esta felicidad se vio interrumpida por una persona…

-Krilin: “¡¿QUÉ ES LO QUE HACES CON MI ESPOSA, DESGRACIADO?!”, golpeando la mesa con su mano.

-N°18: “¡¿KRILIN?!”, gritó de manera muy sorpresiva.

-Gokú: “Ah hola Krilin”, dijo mostrando una sonrisa. “¿Cómo has estado?

-Krilin: “Eres un maldito traidor. Te pregunte qué es lo que haces con mi esposa”, dijo con furia en sus ojos.

-N°18: “¡¿Tu esposa?! ¡Déjame decirte que tú y yo ya no somos nada!”.

-Krilin: “Aún no termina el papeleo del divorcio y bien lo sabes. Por lo tanto, tú y yo seguimos siendo marido y mujer. Así que no te pongas en esa posición”.

-N°18: “¡Eres un maldito, ya lárgate!”, gritó la androide enojada.

-Krilin: “No me iré a ningún lugar hasta que hablemos. Escucha, yo aún te amo y sé que hice mal. En serio, tienes que creerme”, dijo Krilin tomando la mano de 18 tratando de convencerla.

-N°18: “Si me hubieras amado de verdad, nunca me hubieras engañado”, respondió soltándose de la mano de Krilin. “¿No lo crees así, enano?

-Krilin: “Tú…por tu culpa” dijo señalando a Gokú. “¡TE JURO QUE ME LAS PAGARÁS! ¡MALDITO!”, exclamó yéndose del lugar.

-N°18: “Estúpido calvo. Solo me vino a arruinar la fiesta. Lo siento, Gokú”.

-Gokú: “Tranquila 18, no te enojes”.

-N°18: “Gokú, ¿nos podemos ir?”.

-Gokú: “Sí, creo que será lo mejor”.

Después de que los dos se fueron empezaron a caminar por las calles de la ciudad. Nadie hablaba. Era un silencio un tanto incómodo, pero a la vez también traía algo de calma. Pero dicho silencio fue interrumpido por alguien:

-N°18: “Gracias”.

-Gokú: “¿Eh? ¿Por qué?”.

-N°18: “Por todo el día. En serio, te lo agradezco mucho. Hace tiempo que no tenía un día tan agradable. Eres muy buena persona, Gokú”, dijo mirando al Saiyajin.

-Gokú: “No tienes que agradecer. Me gustó mucho estar contigo. Eres una persona agradable”.

N°18 escuchaba atenta a las palabras de Gokú, solamente pudiendo sonreírle. Después de dichas palabras los dos no volvieron a hablar, dejando un silencio que apaciguaba cualquier tipo de problema. Llegaron a la casa de Gokú y todo siguió con normalidad. La única diferencia fue que un sentimiento comenzaba a presentarse en ambos, sin que ellos se dieran cuenta.

Capítulo II: Días agradables[]

En la mañana siguiente N°18 se levantó de la cama viendo que al lado suyo no estaba su hija. Preocupada sale de su habitación encontrándose con la servidumbre y con Yugan, dándose cuenta de que 18 estaba despierta.

-Yugan: “Buenos días, Señorita 18. ¿Cómo amaneció?”, preguntó Yugan

-N°18: “Bien, gracias por preguntar. Disculpa, ¿No sabe dónde está Marron, mi hija?”, preguntó sonando preocupada.

-Yugan: “Por supuesto que lo sé. La señorita Marron está con el señor Gokú en el patio trasero”.

-N°18: “Muchas gracias”, respondió antes de levantarse y dirigirse hacia allá.

Mientras más se acercaba 18, más escuchaba a su hija y a Gokú. Pero al acercarse lo suficiente para verlos se encontró con una escena muy tierna, ya que Gokú y Marron estaban jugando en la Nube Voladora, como si de un padre y su hija se tratase. Gokú al darse cuenta de que 18 los estaba observando decidió ir a verla. Pero mientras se acercaba se vio que ésta soltó una lágrima.

-Gokú: “Hola 18 ¿Por qué lloras?”, preguntó observando a 18 preocupado

-N°18: “N-N-No tengo nada”, respondió 18 soltando otra lágrima. “Bueno, es que…hace tiempo que mi hija no se divierte. Y a la vez me recuerda mi vida con…Krilin”, respondió la androide llorando un poco más. “En serio que quisiera volver a mi vida pasada. Quisiera que todo esto fuera un sueño y que al despertar estaré de nuevo con él y que todo será igual que antes. En serio que no hay noche que no piense en el amor que alguna vez tuve. Dime Gokú, ¿Acaso soy una mala persona?”, preguntó 18 entre lágrimas y dejándose caer en el pecho del Saiyajin.

Gokú al verla en ese estado no dudó en abrazarla y darle apoyo.

-Gokú: “Claro que no, 18. No eres una mala persona. En absoluto. Es solo que no supieron valorarte y no supieron qué clase de persona eres. Siempre ves por tu hija y eso es algo muy bueno. Pones a tu familia antes que tú. Eres una magnífica persona. O al menos lo eres para mí Jaja”.

N°18 al escuchar estas palabras se sentía muy halagada y conmovida, además de sentirse alegre por el hecho de que alguien le hablara de ese modo y que le diera su apoyo incondicional.

Poco a poco el tiempo pasó y N°18 cayó en los brazos de Gokú, acurrucada en su pecho. Gokú por su parte sólo admiraba a 18 y observaba cada detalle de su rostro tan hermoso, haciéndole sentir algo en su pecho que no lograba comprender. Para no incomodarla decidió llevarla a su cuarto, recostándola en la cama como si de una princesa se tratase. Pero no sólo hizo eso. También se quedó con 18 sentado en una silla al lado de ella, para posteriormente acostarse a su lado en la cama.

El tiempo pasó y 18 despertó sintiendo algo al lado suyo, viendo que era Gokú quien se había quedado con ella. N°18 al verlo esbozó una sonrisa y acarició la mejilla del Saiyajin con intenciones de despertarlo. Pero algo la detuvo. Un sentimiento se hacía presente, algo inexplicable para muchos. 18 empezó a susurrarle a Gokú:

-N°18: “Gokú, Gokú…despierta dormilón”, susurró moviendo un poco el brazo de este.

-Gokú: “Oh…sólo cinco minutos más”, balbuceó acurrucándose más en la cama.

-N°18: “Gokú”, volvió a decir mientras nuevamente movía su brazo. “Ya sé: Gokú, si no te despiertas se te acabará la comida

En ese momento Gokú se despertó de golpe.

-Gokú: “¡NO! ¡TODO MENOS ESO!”, gritó antes de darse cuenta en donde estaba, mientras que N°18 por su parte se estaba riendo de la reacción del Saiyajin.

-N°18: “Jaja, nunca cambias”, dijo entre risas

-Gokú: “¿Ehh? ¿Y-Y la comida?”, preguntó muy inocentemente

-N°18: “Jajaja, no hay comida”, respondió burlándose del Saiyajin

-Gokú: “¿No hay comida? Oh…”, dijo poniéndose un poco triste

-N°18: “¿Qué te parece si entrenamos, Gokú? Para levantarte el ánimo”, sugirió la androide.

-Gokú: “¿En serio?”, dijo sonando muy feliz

-N°18: “Sí, ¿por qué no?”, sonriéndole. “Además necesito ponerme en forma”.

Como dijo 18 el par se había ido a entrenar en el patio de la mansión de Gokú, empezando un enfrentamiento.

-Gokú: “¿Lista, 18?”, preguntó poniéndose en pose de pelea

-N°18: “¡LISTA!”, respondió la androide imitando la acción del Saiyajin.

-Gokú: “Muy bien, ¡Aquí voy!”, gritó saliendo disparado hacia adelante.

Una pelea se disputaba entre ambos guerreros. N°18 daba todo de sí para poder derrotar a Gokú, pero era inútil. Por parte de Gokú, él se mantenía sereno.

-N°18: “¿Sabes? Esto me recuerda a los viejos tiempos”, dijo queriendo golpear a Gokú en el estómago, pero su golpe fue bloqueado por la mano del Saiyajin.

-Gokú: “¡ES CIERTO! Cuando te habían programado para matarme junto con N°17”, respondió tratando de golpear a 18 en el rostro pero está lo esquiva dándole un golpe en el abdomen.

-N°18: “Aún estoy programada para eso”.

-Gokú: “¡¿QUÉ?!”, gritó Gokú distrayéndose por lo que dijo la androide.

N°18 al ver esta oportunidad le da un golpe en la cara mandándolo directo al suelo, haciendo un cráter.

-N°18: “¡Sí! ¡Por fin pude darte un golpe!”.

-Gokú: “¡Oye, eso no es justo! ¡Me distrajiste!”, dijo sobándose la mejilla mientras salía del cráter.

-N°18: “Jaja, lo sé. Bueno, ¿Qué te parece si vamos a almorzar?”, dijo tratando de animar a Gokú

-Gokú: “¡SÍ!”, dijo jalando la mano del androide. “¡VAMOS!”.

Después de ducharse y ponerse ropa limpia luego del entrenamiento, ambos se habían ido a almorzar a un restaurante. Pero no era cualquier restaurante. Era el más caro y prestigioso de la ciudad. Los dos se la pasaron comiendo o mejor dicho solo Gokú. N°18 por su parte comía con tranquilidad. Durante el almuerzo el par se la pasó hablando, riendo pero sobre todo comiendo.

-N°18: “Se nota que tenías mucha hambre, Gokú”, dijo viendo la montaña de platos.

-Gokú: “Es verdad”, respondió masticando con migajas en la boca.

N°18 al ver que Gokú tenía unas migajas en la boca se acercó a éste con una servilleta y lo limpió, acto que hizo sonrojar al Saiyajin. Pero en un momento sus miradas se cruzaron. Ambas miradas se anhelaban y mientras más se miraban sus labios se acercaban. Poco a poco sus labios se iban juntando hasta que en un momento sus labios se empezaron a rozar.

-Mesero: “Señor, ¿quiere que le sirva más agua?”, preguntó antes de darse cuenta que interrumpió un momento muy importante. “Oh-oh, lo siento”.

N°18 al ver lo que estaba a punto de hacer simplemente volvió a su lugar y se volteó.

-N°18: “N-N-No hay de que disculparse”, dijo con una cara roja igual a un tomate. Gokú por su parte también se sonrojó muchísimo, por lo que nada más pudo voltear a ver a otro lado rascándose la mejilla sin decir nada. En todo el rato que estuvieron en la mesa. Gokú y N°18 no volvieron a hablar, ni siquiera se atrevían a mirarse. Cada uno apartaba su mirada pues cada quien estaba con sus pensamientos, dándole vueltas a lo que estuvieron a punto de hacer.

N°18 pensando: “¿Pero qué estuve a punto de hacer? ¿Acaso…me enamoré de Gokú? No puede ser. Apenas sí lo conozco. Ni siquiera sé mucho de él

Gokú pensando por su parte: “Que raro. No sé por qué estaba haciendo eso, pero de cierta forma me gustó. Además, ¿por qué me da pena volver a hablar con ella?

En todo momento el par no dejaba de pensar. Pero todo ese mar de pensamientos fue interrumpido por alguien.

-“¡PAPÁ!”, gritó yendo a abrazar a Gokú, quien fue sacado de su juicio en ese momento.

-Gokú: “¡Hola Goten!”, dijo recibiendo el abrazo de su hijo menor. “¿Qué haces aquí?

-Goten: “Mi mamá me dio permiso de pasar el fin de semana contigo. Papá, ¿vamos al Parque de Diversiones?

-Gokú: “Jaja ¡Seguro!”, confirmó antes de voltear a ver a N°18. “Oye 18, ¿quieres ir al Parque de Diversiones con nosotros?

N°18 estando aún sonrojada dijo: “¿Eh? N-No quisiera interrumpirlos

-Goten: “¡Vamos señorita 18! Y podría jugar con Marron”, le dijo a la androide.

-N°18: “¡Es cierto! También podríamos llevar a Marron”, agregó el Saiyajin.

-N°18: “Bueno, está bien”, confirmó volteando a ver a otro lado con su cara aún sonrojada.

Después de que los tres salieron del restaurante fueron a la casa de Gokú por Marron y fueron a pasar un lindo día en el Parque de Diversiones. Todos se la pasaban increíble, especialmente los niños. Pero N°18 aún no se sacaba ese recuerdo del suceso del restaurante. Aunque de cierto modo le gustó, algo la incomodaba. En el caso de Gokú a él no le gustaba ver a 18 distanciada. Los cuatro después de haberse subido a varias atracciones fueron a comer algunas golosinas, hasta que se toparon con un fotógrafo un tanto peculiar.

-Fotógrafo: “¡Muy buenas noches, señor!”, dijo estrechando la mano de Gokú. “Dígame, ¿quiere una foto con su familia o solo con su bella esposa?”.

N°18 al escuchar lo que dijo el fotógrafo se quedó totalmente roja.

-Gokú: “No señor, se está confundiendo. Ella no es…”, intentó explicar el Saiyajin.

-Fotógrafo: “¡Nada de peros!”, respondió poniéndole el dedo en la boca en señal de que guardara silencio. “¡No se diga más! ¡Será una foto familiar!”, dijo sacando su cámara. “Un poco más juntos, por favor”.

Los cuatro se acomodaron para la foto. Los niños estaban muy contentos, pero en el caso de Gokú y 18 ellos estaban sonrojados y no era para menos, porque el camarógrafo los había puesto muy juntos.

-Fotógrafo: “Por favor señor, júntese más con su esposa. No sea tímido”.

-Gokú: “Pero ella no es...”, dijo intentando explicar nuevamente.

-Fotógrafo: “No hay ‘Pero’. Además creo que sería mejor sí agarrara a su esposa por la cintura”, propuso.

-Gokú: “¿A-Así?”, preguntó mientras pasaba su brazo por la cintura de N°18 y la agarraba.

N°18 al sentir el brazo y la mano de Gokú hizo que se sonrojara más y se estremeciera, haciéndola quedar totalmente inmóvil.

-Fotógrafo: “¡Así está mejor! ¡Sonrían!”, dijo antes de accionar la cámara. “Ésta foto es la mejor que he tomado”, dijo sacando la foto de su cámara. “¡Qué bonita familia Jajaja! Uno salió al padre y la otra a la madre”, dijo entregándole la foto a Gokú.

-Gokú: “Muchas gracias”, agradeció el Saiyajin rascándose la nuca.

-Fotógrafo: “¡De nada, señor!”, respondió el fotógrafo yéndose del lugar.

Después de ese momento un poco vergonzoso todos se fueron a la casa de Gokú pues ya había caído la noche. Todos llegaron un poco cansados y fueron directo a dormir. Pero está claro que éste no fue un día más, porque cierta androide y Saiyajin empezaron a entender algo de lo que sentían en uno por el otro.

21 días después

Tres semanas habían pasado y N°18 se iba de la casa de Gokú. Recordemos que a ella no le gusta que la ayuden y por tal motivo se va.

En el tiempo que estuvo con Gokú encontró en donde quedarse y en donde poder trabajar, para así no causarle más molestias al Saiyajin. Pero algo la molestaba a ella. Le dolía separarse de Gokú.

-Gokú: “Así que te vas…”, dijo sonando decaído

-N°18: “Si…” dijo con un tono igual al de Gokú. “Encontré un trabajo cerca de donde me voy a hospedar. Además Marron tiene que ir a clases. No puede estar faltando a la escuela”, explicaba mientras empezaba a meter unas cosas en un taxi.

-Gokú: “Cuídate mucho, 18”, le dijo tomando la mano de esta.

-N°18: “Igualmente, Gokú. Y gracias por todo lo que hiciste por mí”, dijo dándole un beso en la mejilla. “En serio te lo agradezco”.

-Marron: “¡Adiós señor Gokú!”, dijo la pequeña queriendo darle un abrazo al Saiyajin.

-Gokú: “Adiós pequeña. Cuida a tu mamá”, le dijo cargándola entre sus brazos

-Marron: “¡No se preocupe, yo la cuidaré!”, dijo la pequeña y alegre niña

-N°18: “Bueno, creo que ya nos vamos”, dijo agarrando a Marron y cargándola. “Adiós Gokú”, dijo metiéndose al taxi.

-Gokú: “Adiós…”, dijo Gokú viendo como el taxi se alejaba poco a poco. “Adiós…mi 18

Capítulo III: Celos[]

Solo un mes. Un mes sin la compañía de 18. A pesar de ser muy poco tiempo Gokú se siente vacío de cierta forma. Algo le falta. Ni siquiera las peleas llenan ese vacío que dejó la androide. Un vacío que ni él mismo puede explicar.

Planeta de Bills

-Whis: “¡Vamos señores, sé que pueden dar más!”, dijo esquivando golpes de Vegeta y Gokú

-Vegeta: “¡ESO LO SÉ!”, exclamó tratando de golpear a Whis.

-Whis: “Mmm…Al parecer alguien anda distraído”, dijo parando el entrenamiento. “¿Qué le pasa señor Gokú?”, preguntó viendo como el Saiyajin se quitaba unas pesas de los brazos.

-Gokú: “No tengo nada”, dijo con un tono un tanto decaído.

-Whis: “¿Seguro?”, preguntó de frente a Gokú

-Gokú: “Jeje seguro señor Whis”, respondió rascándose la nuca.

Tiempo después los guerreros Saiyajin se dispusieron a pelear entre ellos con unas pesas

-Vegeta: “¿Y a ti qué te pasa, insecto?”, preguntó queriendo golpear a Gokú en el rostro, aunque fue bloqueado por el antebrazo de éste.

-Gokú: “¡VEGETA!”, exclamó llamando la atención de este. “Dime, ¿Qué sientes cuando estás con Bulma?”, preguntó sorprendiendo al Príncipe Saiyajin y deteniendo la pelea.

-Vegeta: “¡¿P-PERO QUÉ COSAS PREGUNTAS?!”, dijo con un sonrojo notable. “¡ESAS COSAS NO SE PREGUNTAN!

-Gokú: “¿Eh? ¿Por qué?”, repreguntó preguntando con inocencia.

-Vegeta: “Uf. Se nota que eres un cabeza hueca, ¡TONTO!”.

-Gokú: “Tranquilo Vegeta. Sólo te pregunté qué sentías por Bulma”.

-Vegeta: “Bah… ¿Y tú para que quieres saber?”, respondió un poco sonrojado y dándole la espalda a Gokú.

-Gokú: “Es que hace tiempo estuve viviendo con 18”.

-Vegeta: “¿La androide?”.

-Gokú: “Sí. Pero un día mientras comíamos en un restaurante se acercó a mi boca y bueno nuestros labios se juntaron y eso…me gustó”, dijo sonrojado y con un tono apenado.

-Vegeta: “¡¿QUÉ?! ¡¿ACASO TE BESASTE CON ELLA?!”, preguntó sorprendiéndose por lo que dijo el Saiyajin.

-Gokú: “N-No. Pero ese no es el punto. Siempre que estoy con ella me siento raro. Me gusta estar con ella, mi corazón se acelera y me pongo nervioso”.

-Vegeta: “Vaya…y yo que pensé que eras un cabeza hueca”.

-Gokú: “¿Y…no lo soy?”.

-Vegeta: “No. Peor. Eres un idiota. ¡LO QUE SUCEDE ES QUE ESTAS ENAMORADO, INSECTO!”.

-Gokú: “¿Enamorado?”, preguntó con mucha inocencia. “¿Y qué debo hacer?”.

-Vegeta: “Arréglatelas tú solo. Trata de pensar un poco, cabeza hueca”, respondió yéndose del lugar.

Planeta Tierra

Mientras que nuestro guerrero Saiyajin entrenaba, nuestra androide favorita trabajaba como mesera en un buen restaurante. No le iba mal y la paga era buena, por lo que le podía dar una buena vida a su hija. Pero algo le faltaba. O más bien, Alguien. Esa persona que llenase su corazón. Esa persona que pudiera arreglar su corazón y alma rota. Pero por culpa de discusiones se alejó de la persona que le causaba tantas emociones y que le hacía sentir un mar de sentimientos tan hermosos e incomprensibles.

Los días pasaron. N°18 y Gokú no se han vuelto a ver. Cada uno se extraña mutuamente. Se necesitan. Se anhelan. A pesar de no saber mucho uno del otro algo los hace querer estar juntos, sin importar la distancia. N°18 empezó a salir con hombres que pudieran llenar el vacío que había dejado Krilin. Pero sin saberlo, ella ya lo había encontrado. Gokú era quien había arreglado ese corazón y alma destrozados. Él era quien realmente la amaba, pero al parecer las personas pueden llegar a ser muy ciegas.

-Hombre: “Y dime, ¿Qué se siente tener tanta belleza como tú?”, dijo con un tono coqueto mientras tomaba una cerveza.

-N°18: “Oh… ¿No tienes algo mejor que decir?”, dijo con un tono aburrido. “Llevas toda la noche diciéndome lo mismo”, dijo la androide levantándose de su asiento. “Mejor me voy”.

Los días seguían pasando y ninguno sabía nada del otro. Pero sin importar la distancia sus sentimientos seguían y seguían creciendo. Una noche mientras N°18 cubría un turno nocturno pasó algo inesperado. Algo que la emocionó pero que también le causó temor, ya que en la entrada del restaurante se encontraba nada menos que Gokú con un traje elegante y al lado de éste un señor algo grande. Los hombres pasaron a tomar asiento para después empezar a hablar entre ellos. N°18 al ver la mesa de Gokú le dio un escalofrío por los nervios que sentía de volver a ver al Saiyajin. ¿Y qué creen? Para su buena fortuna le tocaba atender esa misma mesa.

-N°18: “B-Buenas noches, caballeros. ¿Q-Qué les vamos a servir?”, dijo con todo el nerviosismo del mundo. Gokú al verla se emocionó. Y era tal su emoción que se levantó y la abrazó fuertemente, como si su vida dependiera de ello. N°18 por su parte estaba súper roja, pero no dudó en responder el abrazo de igual manera.

-Gokú: “¡18, ERES TÚ!”, exclamó abrazándola fuertemente. “¡En serio que te extrañé! ¿Cómo has estado? ¿Cómo te está yendo?”, preguntó separándose un poco del abrazo y quedando frente a frente.

-N°18: “Jeje bien supongo”, respondió acariciando la mejilla del Saiyajin. “¡TE EXTRAÑÉ MUCHO, GOKÚ!”.

Los dos se quedaron un buen rato mirándose y sus instintos pedían estar juntos a gritos. Ambos se habían perdido en sus ojos alejándolos de la realidad y adentrándose en su mundo.

-Señor: “Ejem…Buenas noches”, dijo el acompañante de Gokú sacando al par de su trance.

-Gokú: “Ah Jeje lo siento”, se excusó separándose del abrazo muy sonrojado.

-N°18: “N-N-No, yo soy la que lo siente”, dijo rascándose la nuca con un rubor notable.

-Señor: “No se preocupen jeje. Me presento, mi nombre es Kuzae”, estrechando la mano de 18. “Uds. parecen ser muy cercanos”.

-Gokú: “Es cierto jeje. Somos amigos. Ella es 18. 18 él es Kuzae, el esposo de Milk y también es quien me consiguió el trabajo”.

-N°18: “¡¿EL ESPOSO DE MILK?!”, dijo quedando totalmente sorprendida.

-Kuzae: “Así es. Es un gusto, señorita 18, ¿Pero sería tan amable de tomar nuestra orden, por favor?”.

N° 18 empezó a reír nerviosa para después tomar su orden y dejar la mesa.

-Kuzae: “Y dime Gokú, ¿Qué relación tienes con esa chica?”, preguntó con una sonrisa pícara.

-Gokú: “Bueno…sólo somos amigos”, respondió.

-Kuzae: “Jaja ¿Seguro? Cuando se abrazaron parecían enamorados”, dijo nuevamente sonriendo de una manera pícara.

Gokú al escuchar eso se erizó y se puso nervioso, empezando a rascarse la mejilla para después simplemente no responder. Después de un rato se la pasaron hablando de negocios. Gokú por su parte no entendía mucho. Solamente se limitaba a comer.

-Kuzae: “Entonces, al haber más demanda del producto necesitaremos más espacio para la producción. ¿Podrás encargarte de eso, Gokú?”.

-Gokú: “Sí, de acuerdo. No hay problema”, respondió masticando.

-Kuzae: “Cambiando de tema. Nunca te he visto con una mujer. ¿No quisieras tener una cita con una chica hermosa?”.

-Gokú: “¿Eh? ¿C-Cita?”, preguntó Gokú.

-Kuzae: “Ya sabes: salir con una chica, comer algo, invitarle unos tragos y al final…pues la llevas a la cama”.

-Gokú: “Bueno…si voy a comer no hay problema”, respondió para después seguir comiendo.

-Kuzae: “Excelente. Habrá una chica en este mismo restaurante mañana a la misma hora que nos vimos. ¿De acuerdo?

-Gokú: “Sí, está bien”, respondió con su boca llena.

En la mesa se sentía una buena vibra, pero no se imaginaron que N°18 estaría escuchando su conversación empezando a enojarse y apretar sus puños. Después de un rato Kuzae y Gokú se fueron, no sin antes despedirse de 18. La noche seguía su curso y N°18 ya había salido de su turno dirigiéndose a su hogar para comenzar un nuevo día.

El día siguiente transcurrió de lo más normal: Gokú entrenando y N°18 trabajando. Pero la noche se estaba presentando y la hora de la cita se acercaba. 18 estaba que ardía del enojo, pero tenía un plan para deshacerse de esa mujer.

-Jenny: “18, ¿Qué haces aquí? Hoy no te toca el turno nocturno”.

-N°18: “Tranquila Jenny. Es solo que quería trabajar un poco más”.

-Jenny: “Bueno…pero mira que el jefe no te pagará horas extras”.

-N°18: “Si, no te preocupes”, dijo mientras pensaba “¿A qué hora llegará la zorra?

El tiempo pasó y tanto Gokú como la mujer habían llegado al restaurante. La mujer lucía un vestido un poco provocador y con zapatillas altas. N°18 al verla le hervía la sangre, aunque no estaba segura de por qué. La pareja recién llegada tomó asiento cerca de una ventana.

-Jenny: “18, por favor atiende a la pareja”.

-N°18: “Con mucho gusto”, respondió llevando una charola con platos y apretando los puños.

N°18 al acercarse a la mesa se le quedó viendo a la mujer con cara de odio.

-N°18: “Buenas noches, ¿Qué les vamos a servir…?”, dijo con cierto enfado

-Gokú: “¡Hola 18! ¿Cómo estás?”, preguntó emocionado.

-N°18: “Bien”, respondió con un tono seco.

-Gokú: “¿Ehh? ¿Tienes algo, 18? Te ves un poco enojada”.

-N°18: “No tengo nada. ¿Qué les vamos a servir?”, preguntó nuevamente.

-Señorita: “A mí me traes una ensalada. Pero no le echen aderezo. Y si te puedes apurar sería mejor”, dijo con un tono soberbio.

-Gokú: “A mí me traes un plato de Ramen y unas piezas de Sushi, por favor”, dijo riendo un poco.

-N°18: “Enseguida les traigo su comida”, dijo apretando los dientes de la rabia. “Con su permiso, me retiro”, dijo golpeando la silla de la mujer mientras se iba.

-Señorita: “¡Oye mesera, fíjate por donde caminas!”, exclamó.

-N°18: “Ay…lo siento…no fue mi intención”, dijo con un tono burlón.

La noche pasaba y la pareja comía tranquilamente. De vez en cuando N°18 le hacía groserías a la mujer, pero eso no evitaba que ésta coqueteara con Gokú. Y cada vez que la androide veía esto le hervía la sangre y le daban ganas de golpear a la señorita.

-Señorita: “¿Sabes Gokú? Últimamente me he sentido sola y me preguntaba si no me quieres acompañar esta noche”, dijo hablando de una forma coqueta mientras jugaba con su cabello.

-Gokú: “Ehh…claro, no hay problema”, respondió con la boca llena.

La mujer y el Saiyajin se fueron del restaurante para irse a la casa de Gokú. Al llegar, la mujer se dirigió a la habitación de Gokú junto con él.

-Señorita: “¿No tienes calor, Gokú?”, preguntó mientras empezaba a abrir la cremallera de su vestido. “Porque yo sí. Y mucho”. El vestido de la mujer cayó dejando ver su lencería.

-Gokú: “¿Yo? Bueno…n-n-no tengo. Pero si quieres puedo poner el aire acondicionado”, respondió un tanto nervioso.

-Señorita: “Vamos Gokú, ¿por qué no mejor te quitas esa camisa?”, le dijo mientras le abría la camisa a Gokú de forma brusca.

-Gokú: “¡Oye! ¡Ya rompiste los botones!”, se quejó el Saiyajin.

La mujer después empezó a bajarle el pantalón a Gokú.

-Gokú: “Oye, ¿qué haces con mi pantalón?”, preguntó con inocencia.

-Señorita: “Jeje para lo que vamos a hacer no lo necesitas”, dijo mientras terminaba de bajarle el pantalón al Saiyajin. “¿Pero qué tenemos aquí, eh?”, dijo viendo hacia la entrepierna de Gokú. “Vamos Gokú, ¿por qué no empezamos?”.

-Gokú: “Eh… ¿Empezar…qué?”, preguntó nervioso.

-Señorita: “Vamos…tú sabes”, le dijo abrazándolo del cuello para posteriormente plantarle un beso apasionado. La mujer no dejaba de besar a Gokú, mientras que este por su parte estaba inmóvil, sin saber qué hacer. Pero entre tantos besos la puerta del cuarto fue abierta de golpe.

-N°18: “¡ALÉJATE DE ÉL, MALDITA!”, gritó jalando a la mujer y tirándola hacia una esquina del cuarto.

-Gokú: “¡¿18?!”, gritó con asombro

-Señorita: “Oye, ¡¿qué te pasa?! ¡¿Acaso estás loca?!”, gritó antes de ver de quién se trataba. “Pero miren quién es, si es la camarera inútil. ¿Qué me vas a hacer, mesera?

-N°18: “¡NO LO VOLVERÉ A REPETIR! ¡ALÉJATE DE MI GOKÚ!”, le gritó con una mirada asesina.

-Señorita: “¿TÚ Gokú? No me hagas reír, pobretona. Un hombre como Gokú jamás se fijaría en una mesera inútil y maloliente”, dijo con mucha arrogancia.

-N°18: “¡CÁLLATE!”, gritó soltando una violenta cachetada hacia la mujer. La señorita por su parte esperó el golpe…pero jamás llegó.

-Gokú: “Tranquilízate 18, por favor”, dijo sosteniendo la mano de la androide.

-N°18: “¿Por qué la defiendes, maldito?”, dijo zafándose y empujando a Gokú.

-Gokú: “Cálmate 18, por favor”, volvió a insistir.

-N°18: “¡NO ME DIGAS QUE ME CALME!”, gritó empezando a llorar. “Eres un maldito…quédate con la zorra de tu noviecita. Eres igual a Krilin. ¡MALDITO!”, gritó golpeando a Gokú y enterrándolo en la pared por el golpe. “¡TE ODIO!”, exclamó entre lágrimas mientras se iba de la habitación.

-Gokú: “¡18, ESPERA!”, gritó Gokú mientras salía del cráter de la pared, pero es detenido por la mujer.

-Señorita: “Tranquilo Gokú. Ella es una loca y una tonta. No la necesitas”, dijo tomándolo del brazo.

-Gokú: “No quiero que la vuelvas a llamar de ese modo”, dijo con toda la seriedad del mundo y soltándose de su agarre. “Ahora quiero que te vistas y te marches”. La mujer simplemente obedeció a Gokú.

N°18 salió de la casa de Gokú sin rumbo aparente. Solo se perdió entre las calles de la ciudad hasta que se topó con un bar, adentrándose en el lugar hasta llegar a la barra.

-N°18: “Dame algo fuerte y sin agua”, dijo entre lágrimas

- Barman: “Sí, señorita”, respondió mientras le servía un vaso con Bacardi. 18 le dio las gracias, agarró el vaso y lo tomó de un golpe.

-N°18: “Otro, por favor”, pidió.

Tan sólo habían pasado unas tres horas y N°18 ya estaba borracha. Varios hombres al ver el estado de la androide no dudaron en aprovecharse de la situación. Dos hombres la sacaron del bar y la llevaron a un callejón.

-Hombre 1: “Vamos hermosa, ¿por qué no te quitas esa playera? Parece que te estorba mucho”, dijo uno de los hombres empezando a desgarrar su playera.

-Hombre 2: “Pero no seas tan egoísta. Danos un poco de abajo”, dijo el otro hombre empezando a bajarle el pantalón a 18.

La androide por su parte no sabía qué estaba pasando. Estaba prácticamente desmayada. Pero de pronto alguien apareció detrás de ellos.

-Gokú: “¡ALÉJENSE DE ELLA, BASTARDOS!”, gritó jalando a uno de la chaqueta y lanzándolo a la calle.

-N°18: “¿Go-Gokú?”, llegó a balbucear antes de desmayarse por completo.

-Hombre 1: “¡MALDITO! ¡¿QUÉ LE HICISTE A MI HERMANO?!”, dijo el hombre sacando una navaja y amenazando a Gokú. “Eres un bastardo infeliz. ¡MUERE!”.

-Gokú: “No permitiré que vuelvas a hacer esto”, respondió golpeándolo en el estómago y dejándolo inconsciente.

Gokú al terminar con los malhechores cargó a N°18 entre sus brazos para llevarla a su casa y acostarla en su cama. Al día siguiente los rayos del sol acariciaban el rostro de la androide haciéndola despertar con una cruda imposible de aguantar.

-N°18: “Ah… ¡Me duele la cabeza!”, se quejó mientras revisaba su celular. “¡¿YA SON LAS 3 DE LA TARDE?!”, exclamó la androide mientras veía a su alrededor intentando adivinar dónde estaba.

-Gokú: “¡Hola 18! ¿Cómo te sientes?”, dijo abriendo la puerta con una bandeja con galletas y una taza de café.

-N°18: “Oh, eres tú…”, dijo con cierto fastidio.

-Gokú: “¿Estás enojada?”, preguntó mientras ponía la bandeja en las piernas de 18.

-N°18: “Eso a ti qué te importa”, respondió recordando que tenía que llevar a Marron a la escuela “¡MALDICIÓN! ¡OLVIDÉ LLEVAR A MARRON A LA ESCUELA!”.

-Gokú: “Tranquila. En la noche fui por ella y le dije que estabas muy cansada para ir a casa. Y en la mañana la llevé a la escuela mientras dormías”, le explicó mientras le ponía azúcar al café y lo revolvía. “¿Pero sabes? Me importas mucho, 18. Y no quisiera que nada malo te pase”.

N°18 al escuchar esas palabras se sonrojó mucho, pero aún seguía enfadada con él. Aunque no tuviera el derecho de hacerlo.

-N°18: “¿Lo-Lo dices en serio, Gokú?”, preguntó con un sonrojo notable mientras tomaba el café.

-Gokú: “Por supuesto”, respondió viendo hacia los ojos de la androide y nuevamente sus labios y almas pedían estar juntos, empezando a unirse.

-Yugan: “Señor, es hora de que vaya por la damita Marron”, dijo interrumpiendo el momento.

Los dos al ver  lo que estaban por hacer se separaron muy rojos. N°18 sólo apartó la mirada y Gokú se movió hasta la esquina de la cama.

-Gokú: “G-Gracias, Yugan”, dijo sonrojado. “M-Me tengo que ir, 18. Ahora vengo”, dijo el Saiyajin mientras salía de la habitación dejando a Yugan y N°18 solos.

-Yugan: “¿Quiere que le diga algo, señorita 18?”.

-N°18: “¿Qué sucede, Yugan?”.

-Yugan: “Llevo trabajando para el señor Gokú casi un año y aunque no lo conozco a fondo, él es muy inocente, muy cariñoso pero sobretodo altruista. Y me doy cuenta de se preocupa por sus seres queridos. Pero con usted es diferente. Él se preocupa mucho por usted y siempre la ayuda ¿o me equivoco?”, dejando a 18 pensando en sus palabras.

-N°18: “¿Y cuál es tu punto, Yugan?”.

-Yugan: “Mi punto es que él está enamorado de usted y eso se ve desde lejos. Y sé que usted está enamorada de él”, dejando a N°18 perpleja. “Bueno, pero eso ya no me corresponde. Con su permiso me retiro”.

N°18 pensando para sí misma con felicidad: “¡¿ENTONCES ÉL ME AMA?!”.

-N°18: “¡Espera Yugan! Entonces, ¿Qué se supone que debo hacer?”, preguntó con ansiedad.

-Yugan: “Demuéstrele que hay un sentimiento mutuo. Dele a entender que usted también lo ama. El señor Gokú es muy inocente para darse cuenta de ello. Ahora sí, me retiro”, concluyó yéndose de la habitación.

-N°18: “¿Y ahora qué se supone que haga? Dios mío, parezco una niña. Necesito ayuda”.

La bella androide estaba sumergida en un mar de preguntas. Se sentía como una niña enamorada. No sabía qué hacer. No sabía cómo demostrarle su amor a Gokú. Pero la pregunta que siempre la molestaba era:

¿Cómo es posible que se haya enamorado de Gokú?

Capítulo IV: Nuestra cita[]

La tarde pasaba y N°18 aún no se levantaba de la cama. No sabía qué hacer con su problemita. En su mente había un debate ya que ella no creía que se podía enamorar de alguien tan pronto. Pero su corazón le decía todo lo contrario. Su mente estaba en un mar de dudas sin sentido hasta que su navío de ideas fue interrumpido.

-Marron: “¡Mami! ¡Te extrañé!”, dijo abrazando a su madre

-N°18: “¡Hola, mi princesa! ¿Cómo te fue?”, preguntó recibiendo el abrazo de su hija

-Marron: “¡Bien mami! ¡El señor Gokú me llevó a la escuela y cuando regresamos a la casa me compró un helado de chocolate!”, dijo Marron con alegría.

-Gokú: “Espero que no te moleste jeje”, dijo rascándose la nuca.

N°18 al ver la cara de Gokú se puso un poco nerviosa, ya que el tsunami de ideas golpeó con toda su fuerza en su mente.

-N°18: “N-No te preocupes, Gokú”, dijo bajando la mirada…

-Gokú: “Por cierto 18, la comida ya está lista. ¿Quieres que te la traiga o…?”.

-N°18: “N-N-No, así está bien. Ahora bajo”, dijo un tanto nerviosa

-Gokú: “Está bien. Ven Marron, vamos a lavarnos las manos”, dijo el Saiyajin agarrando a la pequeña de su mano y cerrando la puerta de la habitación.

Necesitaré ayuda con este problema. No puedo seguir así. No quiero. ¡Ay! ¿Por qué es tan difícil decir esto? Parezco una niñita enamorada”, pensó N°18 mientras se volvía a recostar en la cama.

La tarde pasó y la noche caía con sus deslumbrantes estrellas y nuestro guerrero Saiyajin estaba entrenando, mientras era observado por la androide desde una ventana. Todo parecía tan hermoso, tan calmado y sereno. Pero la realidad era otra, ya que en la mente de nuestra pareja no dejaban de llegar los momentos que han tenido juntos.

¿Por qué me pongo nervioso cuando estoy con ella? Según Vegeta me enamoré, pero ni siquiera sé qué es eso. Será mejor pedirle ayuda a Bulma”, pensó Gokú mientras tomaba un celular. “¿Cómo era que servía esta cosa?”, se preguntó mientras encendía su celular para tratar de utilizarlo. “Creo que será mejor ir con ella”, resolvió poniendo sus dedos en la frente. Al teletransportarse, Gokú apareció al lado de Bulma provocándole un gran susto.

-Bulma: “¡GOKÚ! ¡YA TE HE DICHO QUE NO HAGAS ESO MIENTRAS TRABAJO!”, exclamo la científica de cabello azul.

-Gokú: “¡Ups! lo siento mucho Bulma jeje”, se excusó el Saiyajin.

-Bulma: “Bueno, si no hicieras eso creería que eres otra persona. Bueno Gokú, dime qué pasa. Soy toda oídos”, le dijo a su gran amigo.

-Gokú: “Bu-Bueno es que quería preguntarte algo…”, dijo poniéndose nervioso.

-Bulma: “¿Y de qué se trata?”, preguntó Bulma con curiosidad.

-Gokú: “Quería preguntarte… ¿Qué es estar enamorado?”, preguntó poniéndose rojo.

-Bulma: “Ay Gokú, estar enamora-“, dijo deteniéndose para pensar en la pregunta de Gokú. “¿Y por qué la pregunta, Gokú?”, preguntando con picardía. “Dime Gokú, ¿Acaso alguien te gusta?”.

Gokú en ese instante se puso más rojo y empezó a rascarse la nuca.

-Gokú: “N-N-No, solo me dio curiosidad…”, respondió poniéndose más nervioso.

-Gokú: “Vamos Gokú. Te conozco desde hace añares y jamás en la vida te ha interesado el amor. ¿Por qué no me cuentas?”, le dijo a su amigo.

Bueno, está bien”, accedió Gokú.

Bulma entonces lo llevó al comedor y lo invitó a sentarse cómodamente. “Ahora sí, cuéntame”.

-Gokú: “Es que…creo que me enamoré de…N°18”, dijo Gokú rascándose la mejilla.

-Bulma: “¡¿QUÉ?! ¡¿PERO 18 NO ESTÁ CASADA CON KRILIN?!”, exclamó atónita.

-Gokú: “Sí, pero lo que pasó es…

Gokú procedió a explicarle a Bulma todo lo que había pasado entre 18 y él desde el momento en que Krilin le fue infiel. Desde el momento en que casi se besan hasta cuando 18 se puso celosa. Todo esto hizo que Bulma entendiera los sentimientos del Saiyajin.

-Bulma: “Ya veo. Entonces eso fue lo que pasó”, resolvió la científica.

-Gokú: “Sí, así fue. Pero no sé qué hacer. Algo me impulsa a juntar mis labios con los suyos. Y siempre que estoy con ella mi corazón se acelera. Pero me gusta. ¿Qué debo hacer, Bulma?”.

-Bulma: “Se ve que ahora sí es algo serio. Es la primera vez que te veo así. Pero tranquilo, sé exactamente lo que tienes que hacer. Ven, acércate”, le dijo la científica mientras empezaba a susurrar en el oído de Gokú.

Gokú después de esa charla con Bulma se retiró a su casa. Al llegar a su hogar tomó una merecida ducha y después pasó a la habitación de N°18, encontrándola en la ventana observando la noche.

-Gokú: “Hola 18, ¿Cómo estás?”.

-N°18: “Bien, Gokú. Gracias por preguntar”, respondió volteando a ver a los ojos del Saiyajin.

-Gokú: “Ehh…18. Te quería preguntar…si quisieras…tener una cita conmigo” preguntó mientras jugaba con sus dedos.

N°18 al escuchar la pregunta le brillaron los ojos, poniéndose roja y empezando a tartamudear.

-N°18: “¿U-Una C-Cita?”, preguntó quedando totalmente sorprendida. “¡POR SUPUESTO! ¡ME ENCANTARÍA!”, respondió emocionada abrazando a Gokú del cuello.

El par se quedó así un rato. Gokú por su parte dudaba en abrazar a N°18. Pero al final sus instintos fueron más dominantes, abrazándola por la cintura.

-N°18: “P-Perdón, Gokú. N-No fue mi intención”, dijo separándose del abrazo un poco sonrojada.

-Gokú: “Jeje no te preocupes”, respondió rascándose la nuca. “Oye, ¿No quieres cenar?”.

-N°18: “Ahora que lo mencionas, sí. ¿Qué te apetece? Si quieres puedo hacer algo de comer”, se ofreció la androide.

-Gokú: “Ehh…no sé…No me gustaría disgustarte”.

-N°18: “Jaja no te preocupes. No me molestaría”.

-Gokú: “¡Ya sé! Mejor cocinamos juntos”, resolvió Gokú.

-N°18: “Me parece bien. Claro eso solo si… ¡ME ALCANZAS!”, exclamó saliendo de la habitación corriendo. Gokú y N°18 empezaron a correr en la casa pasando de pasillo a pasillo. Pero al bajar las escaleras el par tropieza, cayendo al piso en una posición un tanto comprometedora ya que 18 cayó encima de Gokú. Los dos al verse se empezaron a sonrojar y a tartamudear.

-Gokú: “Cr-Cr-Creo que deberíamos hacer la co-comida”.

-N°18: “S-S-Si”, respondió levantándose del suelo.

Después de esa escena vergonzosa el par empezó a cocinar. Mientras lo hacían se la pasaron hablando, jugueteando con la comida y riendo.

-N°18: “Al fin acabamos”, dijo limpiándose la frente con una toalla. “Uf, hora de comer”.

-Gokú: “¡Si, vamos!”, exclamó sirviendo algunos platos. “Por cierto 18, ¿Mañana vas a trabajar?

-N°18: “No. Mañana tengo que asistir temprano a un evento en la escuela de Marron”, explicó la androide mientras recibía los platos con comida.

-Gokú: “¿Un evento? ¿Y de qué se trata?”, preguntó con interés.

-N°18: “Es una obra de teatro y es necesario que vaya”.

-Gokú: “Si quieres te puedo acompañar”, ofreció mientras se sentaba en la mesa para cenar.

-N°18: “¿En serio? ¿Harías eso?”, preguntó emocionada

-Gokú: “¡Por supuesto! Pero ahora hay que comer sino todo se va a enfriar Jaja” dijo empezando a devorar la comida.

La noche pasó para la pareja. Ambos terminaron de cenar y se fueron a dormir.

A la mañana siguiente Gokú se despertó temprano y levantó a N°18 y a Marron para poder arreglarse para el evento en la escuela de la pequeña. Gokú llevaba puesto un traje elegante color gris, mientras que 18 llevaba un vestido azul un poco ajustado llegándole a las rodillas con unos zapatos del mismo color. La pareja se dispuso a salir con rumbo a la escuela. En el trayecto el Saiyajin y la androide estuvieron jugando con Marron como si de una familia se tratase. Al llegar a la escuela una profesora los recibió.

-Profesora: “Muy buenos días señorita 18, ¿Cómo le ha ido?”.

-N°18: “Muy bien, gracias por preguntar”, respondió con una sonrisa

-Profesora: “Veo que por fin viene con su esposo”, dijo dándole la mano a Gokú. “Mucho gusto, señor. Es la primera vez que lo veo con su esposa”.

-Gokú: “Jaja no, disculpe pero se está confund-“, quiso explicar pero fue interrumpido.

-N°18: “Si. Lo que pasa es que tiene mucho trabajo, ¿verdad amor?”, dijo haciéndole señas a Gokú.

-Gokú: “¿Eh?…Ah…Sí”, asintió poniéndose un poco rojo.

-Profesora: “Bueno, no importa. El evento empezará a las 10am. Pasen, por favor”.

Cuando el trío pasó a la escuela se quedaron callados. Marron se fue detrás del escenario mientras que 18 y Gokú se ubicaron en sus asientos. Después de un tiempo la obra empezó.

¡DIOS! ¡¿POR QUÉ DIJE ESO?! Ahora no sé qué estará pensando Gokú. ¡DIOS! ¡¿POR QUÉ LO DIJE?!”, pensó N°18 mientras veía la obra de los niños.

-Gokú: “Qué bien actúa Marron”, dijo con una sonrisa.

-N°18: “Sí…”, respondió quedándose un poco pensativa.

-Gokú: “¿Te ocurre algo, 18?”, preguntó volteando a ver a la androide.

-N°18: “No, nada Jaja. No te preocupes”.

Después de que la obra terminase el trío se fue a su hogar. Pero no sin antes comprar unas latas de refresco. El día pasaba, por lo que N°18 y Gokú decidieron entrenar un rato.

-N°18: “¡Vaya Gokú! Sí que te has vuelto muy fuerte”, dijo mientras estaba acostada en el césped. “Antes te obligaba a convertirte en Súper Saiyajin. Ahora no puedo ni con eso”.

-Gokú: “Jajaja es que los entrenamientos del señor Whis son muy efectivos”, dijo mientras se recostaba a un lado de 18 sobre el césped.

En todo el rato Gokú y N°18 no hablaron. Pero aunque no se emitía ningún ruido se sentía una paz tan enorme y tan hermosa. Pero dicha paz fue rota por la vibración de un celular.

-N°18: “Gokú, creo que es tu celular”.

-Gokú: “¿Eh? Ah sí, es cierto”, dijo tomando el celular y viendo que era Bulma. “Rayos, ¿cómo se contestaba?”.

N°18 al escuchar la pregunta del Saiyajin se le hizo tierno.

-N°18: “Jeje sólo aprieta este botón”, dijo tocando la pantalla del celular.

Cuando la llamada entró, Bulma empezó a hablar con el Saiyajin:

-Bulma: “¡Gokú! ¿Ya vas a llevar a 18 a la cita?”, preguntó con picardía.

-Gokú: “¿Crees que ya le deba decir?”.

-Bulma: “Tranquilo, Gokú. Yo creo que ya es la hora. Acuérdate de todo lo que te dije. Llévala a los lugares que te dije y acuérdate de decirle cumplidos, ¿de acuerdo?”, explicaba la científica.

-Gokú: “Jeje está bien. Ya le voy a decir”.

-Bulma: “Te deseo mucha suerte, Gokú”, se despidió antes de colgar la llamada.

-N°18: “¿Qué quería Bulma, Gokú?”.

-Gokú: “Nada importante Jaja”, respondió poniéndose algo nervioso. “¿Q-qué te parece si vamos a nuestra cita?”, preguntó poniéndose un poco rojo.

-N°18: “¡DE ACUERDO, VAMOS!”, dijo tomando a Gokú del brazo y pegándose un poco a él. “¿Te molesta?

-Gokú: “¿Eh? N-No, para nada”, respondió poniéndose aún más rojo.

Después de ese momento la pareja decidió salir a su cita, empezando por un paseo en el parque en donde compraron unos helados. Ambos no dejaban de reírse durante la cita, al mismo tiempo que jugaban y hacían bromas.

-N°18: “Jajaja te ves muy gracioso con el helado en la nariz”, dijo agarrándose el abdomen de la risa.

-Gokú: “¿Ah sí? Veamos qué tal te ves tú”, dijo poniendo un poco de helado a N°18 en su nariz “Jajaja te ves muy graciosa”.

-N°18: “¡Oye! ¡Eso no es justo!”, se quejó viendo hacia su nariz. “Me voy a vengar, Gokú jajaja”, advirtió la androide limpiando su nariz con un pañuelo. “¿Qué te parece si vamos al cine?”.

-Gokú: “Me parece bien”.

La pareja fue al cine a ver una película de terror. Al terminar la película fueron a caminar por la ciudad, pero Gokú ya tenía algo especial preparado.

-Gokú: “18

-N°18: “¿Qué sucede, Gokú?

-Gokú: “Ven, te quiero mostrar algo”, dijo emprendiendo vuelo y tomando la mano de N°18.

-N°18: “¿Y…qué será?”, preguntaba un poco coqueta.

-Gokú: “Jeje es una sorpresa”, respondió volando con 18 hacia una montaña. Al llegar N°18 se impresionó, ya que en el lugar había una mesa con dos sillas y toda una merienda.

-Gokú: “Aquí es. Espero que te guste”.

-N°18: “¡Es maravilloso, Gokú!”, dijo abrazando al Saiyajin.

-Gokú: “Jeje no es nada. Pero ahora vamos a comer”, dijo sentándose en la mesa y comenzando a comer.

Toda la tarde pasó y el par seguía en la montaña.

-N°18: “¿Y qué más vamos a hacer, Gokú?”, preguntó mientras estaba recargada en él.

-Gokú: “Jeje”, rió levantándose de la mesa. “Ven conmigo”, dijo tomando las manos de N°18.

-N°18: “¿Y a dónde vamos, Gokú?”, preguntaba siendo jalada por la mano y pasando por varios árboles juntos. “Gokú, dime a dónde vamos

-Gokú: “Tranquila, eso es otra sorpresa”, le dijo el Saiyajin.

-N°18: “Cuántas sorpresas tienes, Gokú eh…”, dijo algo coqueta.

-Gokú: “Jaja tranquila. Ésta es la última por hoy”, respondió el Saiyajin, antes de llegar finalmente a un lugar totalmente despejado en la montaña. “Aquí es. Mi lugar secreto”.

-N°18: “Qué bueno, ya me estaba-”, dijo antes de quedarse muda. Porque al ver hacia el frente había un paisaje hermoso, una montaña con una cascada brillante, parvadas pasando delante suyo, el aire moviendo los árboles a un ritmo natural. Pero lo más hermoso fue el atardecer. El sol que se ocultaba ofrecía un paisaje sencillamente único. Este gesto de Gokú hizo que N°18 se diera cuenta de su amor por él, dejando atrás todas las dudas que tenía.

-Gokú: “¿Y? ¿Te gusta?”, preguntó.

-N°18: “M-Me encanta. Es lo más hermoso que han hecho por mí”, respondió derramando una lágrima de felicidad. “Muchas gracias Gokú”, dijo abrazando al Saiyajin.

-Gokú: “No es nada, 18. Aquí usualmente venía cuando Milk no me dejaba entrar a la casa o cuando tenía sueño”, explicaba separándose un poco del abrazo. “Pero eso no es todo lo que quería decirte”, dijo antes de aclarar su garganta.

-N°18: “¿Mmm? ¿A qué te refieres?”, preguntó viendo hacia los ojos de Gokú.

-Gokú: “T-Te tengo que decir algo. Desde hace tiempo que me está pasando esto y es que siempre que estoy contigo mi corazón se acelera. Me pongo nervioso y eso de cierta forma me gusta. Podría decir que me gustas más que las peleas. Digo, no me gustas. O sea, sí me gustas. Bueno…”, se trababa mientras tomaba las manos de 18 y la miraba a los ojos. “Bueno 18, tú eres una persona muy buena, inteligente y hermosa. Y cada vez que veo tu rostro me pongo nervioso y eso me gusta. Y siento que me enamoré de ti ,18. Y quisiera que jamás te separaras de mí

N°18 al escuchar esas palabras se puso súper roja. Una sonrisa de felicidad se mostraba y sus sentimientos finalmente salían a flote.

-N°18: “Gokú…yo también me enamoré de ti”, le confesó la androide.

-Gokú: “¡¿EN SERIO?!”, dijo sorprendiéndose por la confesión de 18.

-N°18: “Por supuesto que sí. Eres una persona que se preocupa mucho por mí y mi hija. Y me has dado tanto que no sé cómo pagártelo. Me ayudaste en el peor momento de mi vida sin ningún interés”, dijo acariciando la mejilla del Saiyajin. “Además de que eres muy guapo jeje. Y te prometo que jamás me separaré de ti”.

Los dos poco a poco iban juntando sus rostros. Sus respiraciones se aceleraban y eran más cercanas. Sus ojos por impulso se cerraban y sus labios se acercaban poco a poco. Justo cuando sus labios se iban a tocar…

-Whis: “Disculpe señor Gokú. Lamento interrumpir su momento, pero es necesario que venga conmigo”, dijo apareciendo de repente.

La pareja al ver la interrupción se separó muy roja, ya que se vieron muy cercanos haciendo que 18 se aleje un poco.

-Gokú: “Sí señor Whis”, dijo levantándose y caminando hacia el ángel. “Volveré enseguida, 18. Te veo en la casa. Ya sabes cómo llegar, ¿no?”.

-N°18: “Si Gokú. No te preocupes”, dijo sonriéndole al Saiyajin.

-Whis: “Sujétese bien, señor Gokú”, dijo antes de salir disparados en forma de luz, ante la mirada de N°18, quien regresó a la casa del Saiyajin para esperarlo muy feliz.

El tiempo pasó y Gokú aún no regresaba. N°18 estaba un poco preocupada por él, caminando de un lado a otro en el patio de la mansión.

¿Y si es algo malo? Espero que todo esté bien con Gokú. No sé por qué, pero no tengo un buen presentimiento de esto”, pensaba la androide mientras al mismo tiempo que recordaba toda su cita. “Pero este día es el mejor día de mi vida. En serio que Gokú es el mejor hombre que haya conocido”, pensó N°18 mientras veía al cielo.

Tiempo después Whis y Gokú habían llegado al patio de la mansión, sorprendiendo a 18

-Gokú: “¡Hola 18!

-N°18: “¡Gokú, por fin llegas! ¡Me tenías preocupada!”, exclamó la androide abrazando al Saiyajin. Pero al abrazarlo, pudo ver que detrás de él había alguien.

-N°18: “Gokú, ¿Quién es ella?”.

-Gokú: “Es de lo que quería hablar. Te presento: ella es Caulifla”.

Capítulo V: Odio & rivalidad[]

-N°18: “Ahora lo recuerdo. Es la Saiyajin con la que peleaste en el Torneo del Poder, ¿cierto? Hola, soy N°18”, dijo la androide estirando su mano.

-Caulifla: “No me interesa quién seas”, respondió bofeteando la mano de 18. “No vine a hacerme amiga de nadie, que te quede claro”.

¿Pero cuál es el problema de esta niña? Es una malcriada y una creída. ¿Por qué Gokú la tuvo que traer?”, pensó N°18 al ver a Caulifla.

-Gokú: “Oye Caulifla, no tienes que ser tan grosera”, le dijo con un tono un poco molesto.

-Caulifla: “¡TÚ CÁLLATE, VIEJO! No pedí tu opinión, ¿de acuerdo? Ahora quiero que me digas dónde voy a dormir ya que tengo sueño”, dijo la Saiyajin del Universo 6.

-Gokú: “Bueno…hay varias habitaciones. Así que toma la que más te guste”, dijo con un semblante serio

-Caulifla: “Sí, esa sí. Toma”, dijo dándole un par de maletas a Gokú. “Quiero que me las lleves a mi cuarto ahora”, dijo caminando hacia la entrada de la casa.

-N°18: “¿Cuál es el problema de esta niñita?”, se preguntó mientras veía a Caulifla con algo de enojo.

-Gokú: “Tranquila 18, no te enojes. No me gusta verte enojada”, le dijo intentando calmarla.

-N°18: “Está bien. Solo porque se trata de…ti”, respondió acariciándole la mejilla a Gokú.

-Gokú: “Jaja”, rio Gokú rascándose la nuca.

Después de un rato la pareja entró a la casa y empezaron a preparar comida. Más tarde Gokú y N°18 veían una película juntos sentados en un sofá. Todo esto era observado por cierta Saiyajin que no estaba de muy buen humor.

-Gokú: “Ya hay que ir a dormir, 18”.

-N°18: “No, mejor quedémonos aquí. Así estoy cómoda” respondió haciendo un puchero.

-Gokú: “Jeje bueno está bien”, asintió volviendo a ver la tele.

La noche transcurrió y la pareja se quedó dormida en el sofá. Cada uno soñaba y soñaba con el amor entre los dos. No había nada que los distrajera de su ilusión. El cálido contacto de sus cuerpos los mantenía cómodos y sus suaves respiraciones evitaban cualquier tipo de molestia.

Al día siguiente N°18 despertó primero yendo a poner la máquina del café en la cocina. La casa se oía muy silenciosa y muy tranquila. N°18 preparo su café y fue a la habitación de Marron encontrándola dormida plácidamente en su cama. Cerró la puerta y se dirigió a su habitación donde encontró todas sus cosas tiradas, desordenadas y hasta rotas, como si hubiera entrado un ladrón.

-N°18: “¡¿PERO QUÉ DEMONIOS OCURRIÓ AQUÍ?!”, gritó. El grito se escuchó en toda la mansión y eso que era enorme. Su grito fue escuchado por Gokú, quien se despertó de golpe y fue corriendo para su habitación de inmediato.

-Gokú: “¡18! ¿Qué ocurrió? ¿Estás bien?”, preguntó con mucha preocupación.

-N°18: “¡NO! ¡NADA ESTÁ BIEN, GOKÚ! ¡ALGUIEN HA ENTRADO A MI HABITACIÓN Y LA DEJÓ HECHA UN DESASTRE!”, gritaba mientras veía el estado en el que había quedado sus cosas.

-Caulifla: “¿Por qué gritas tanto, anciana? No dejas dormir”, dijo mientras se refregaba los ojos.

-N°18: “¡DE SEGURO FUISTE TÚ, NIÑA MALCRIADA!”, gritó señalando a Caulifla.

-Caulifla: “¡¿QUÉ?! ¡NO ES CIERTO, VIEJA LOCA!”, respondió sacándole la lengua.

-N°18: “¡ERES UNA MALDITA!”, gritó mientras trataba de abalanzarse sobre Caulifla, pero fue detenida por Gokú.

-Gokú: “18 cálmate, por favor. De seguro no fue Caulifla. Tal vez entró alguien más. Le voy a decir a Yugan que esté al pendiente de cualquier cosa”, dijo yéndose de la habitación.

-Caulifla: “Espero que te haya gustado la remodelación Jajaja”, dijo entre risas mientras salía de la habitación.

-N°18: “¡MALDITA NIÑA, ME LAS PAGARÁS!”, gritó a todo pulmón.

La mañana paso y Gokú y Caulifla se dispusieron a entrenar en el patio de la mansión. Pero N°18 los observaba desde una ventana con una mirada asesina.

-Gokú: “Caulifla, trata de no gastar demasiada energía. Solo hace que te canses más rápido”, dijo bloqueando un golpe de la Saiyajin.

-Caulifla: “¡CÁLLATE, VIEJO! ¡NO ME DIGAS QUÉ HACER!”, respondió bloqueando una patada de Gokú con su antebrazo.

-Gokú: “¡DETENTE, CAULIFLA! Escucha, si no haces caso no podrás dominar bien tu Ki”, intentó razonar.

-Caulifla: “Hazle como quieras, viejo. Yo no voy a seguir órdenes de nadie. ¿Oíste?”, respondió yéndose a la casa.

-Gokú: “Vaya, sí que esto será difícil…”, pensaba sentándose en modo de meditación. Pero N°18 se acercaba al Saiyajin.

-N°18: “¿Qué pasó, Gokú? ¿Estás bien?”, preguntó la androide sentándose al lado del Saiyajin.

-Gokú: “Si, estoy bien”, dijo un poco desanimado.

-N°18: “Vamos Gokú. No dejes que esa niña te trate de esa manera. Ya sé cómo podrías hacer para que te obedezca esa niña malcriada”.

-Gokú: “¿Ah, sí? ¿Y cómo?”, se preguntó el Saiyajin.

-N°18: “Ven”, le dijo acercándose al oído de Gokú para susurrarle.

-Gokú: “Mmm…¿Estás segura de que funcionará?”.

-N°18: “Por supuesto. Por cierto Gokú, me preguntaba si esta noche quisieras salir a algún lado…”, preguntó poniéndose roja y nerviosa.

-Gokú: “¡Jaja me encantaría! ¿Y a dónde iríamos?”.

-N°18: “No sé. Tal vez podríamos ir al Festival de Fin de Año”.

-Gokú: “Bueno, si hay comida no hay problema jajaja”, concluyó el Saiyajin.

-N°18: “Y ahora, ¿qué te parece si yo entreno contigo?”, propuso poniéndose en pose de pelea.

-Gokú: “¡SÍ!”, exclamó transformándose en Súper Saiyajin.

-N°18: “Veo que estás muy entusiasmado Gokú Jeje”, dijo sorprendida

-Gokú: “¡JAJA AQUÍ VOY!”.

Los dos salieron en un estallido chocando sus brazos. El día había pasado y el atardecer ya se despedía. Nuestra pareja se había ido al Festival de Fin de Año que se celebraba en la ciudad.

-Gokú: “¡Wow! ¡Es muy bonito este lugar!”, dijo viendo como las luces alumbraban todas las calles y puestos.

-N°18: “Sabía que te iba a gustar. ¡Vamos Gokú!”, dijo mientras jalaba la mano del Saiyajin, empezando a correr.

La noche era cálida y agradable, haciendo que el Festival fuese aún más hermoso. Gokú y N°18 pasaron de puesto en puesto de comida, mientras que el Saiyajin devoraba todo a su paso.

Wow señor, Ud. come demasiado. Incluso creo que podría ganar el Concurso de Comida”, dijo el vendedor de un puesto.

-Gokú: “¿Q-Qué?... ¿U-Un Concurso de Comida?”, preguntó Gokú hablando con la boca llena. “¿Y me darán mucha comida?”.

-Vendedor: “Por supuesto. Pero apresúrese que ya casi se cierran las inscripciones”.

Gokú corrió lo más rápido posible, alcanzando a anotarse por poco. Mientras que N°18 sólo se rió y se fue a ver algunas tiendas de ropa.

-Anunciador: “¡SEAN BIENVENIDOS AL CONCURSO DE COMIDA DEL FESTIVAL DE FIN DE AÑO! ¡En esta ocasión tenemos un nuevo participante y a nuestro campeón del año pasado, quién logró comer cantidades inimaginables de comida y sin siquiera haberse saciado! ¡Les presento…¡Al Señor Bills!

-Gokú: “¡¿QUÉ?! ¡¿EL SEÑOR BILLS ESTÁ AQUÍ?!” pensó mientras veía cómo Bills salía de un telón.

-Sr. Bills: “Es un honor poder participar de nuevo en este concurso”, dijo el mismísimo Dios de la Destrucción en el micrófono. “Espero obtener nuevamente la victoria”, dijo antes de voltear a ver a Gokú. “¡¿Q-QUÉ?! ¡¿GO-GOKÚ?! ¡¿PERO QUÉ HACES AQUÍ?!”, preguntó sorprendido.

-Gokú: “¡Hola Señor Bills! No sabía que le gustaran los concursos”, respondió el Saiyajin algo nervioso.

-Sr. Bills: “Aún no respondes mi pregunta”, dijo con una mirada penetrante.

-Gokú: “B-Bueno, sólo había venido a divertirme junto con 18. Pero un señor me habló de este concurso-“, trató de explicar cuando fue interrumpido por el anunciador.

-Anunciador: “Señores, por favor. Dejen sus diferencias para otro momento”, dijo haciendo que Bills se sentase a un costado de Gokú. “El Concurso de Comida dará inicio… ¡AHORA!

Sin detenerse Gokú y Bills empezaron a devorar todo lo que había en sus mesas. Cada uno tomaba con cubiertos o incluso con las manos la comida sin siquiera tomar un respiro. Por primera vez las personas veían lo que era un verdadero Concurso de Comida. Minutos y minutos pasaron y ninguno de los dos se llenaba.

¡Dios! ¿Cómo pueden comer tanto? ¡Es imposible que una persona normal gane este concurso!”, decía uno de los espectadores.

Durante la contienda, la gente empezó a apoyar a su favorito. En el público se escuchaban bandos de distintos lugares.

-Espectador 1: “¡VAMOS, SEÑOR BILLS! ¡GÁNELE A ESE NOVATO!

-Espectador 2: “¡VAMOS, SEÑOR GOKÚ! ¡USTED PUEDE!

-Anunciador: “¡Damas y caballeros, esto parece ser un empate!”, dijo viendo como Gokú y Bills ya no podían comer más. “¡Esto es un empate! ¡Por primera vez en la historia de este concurso hay un empate! ¡Sencillamente no lo puedo creer!”, concluyó el anunciador del concurso.

-Gokú: “Buena pelea, señor Bills”.

-Sr. Bills: “Esto no se quedará así”, sentenció el Dios de la Destrucción levantándose y yéndose del lugar.

Después del concurso Gokú empezó a buscar a N°18 en el Festival, pero no la encontraba. Durante su caminata viendo más puestos, una señora le llamó la atención pidiéndole que se acercara.

-Señora: “Joven, ¿no le interesaría comprar un dije para su esposa o familiar?”, preguntó con un semblante amable y voz suave

-Gokú: “¿Y…para qué sirven, señora?”, preguntó viendo los collares.

-Señora: “Sirven para muchas cosas. Algunos protegen de las malas vibras y otros pueden hacer más fuerte el amor de una persona”.

-Gokú: “¿En serio? Si es así, ¿cual me recomienda? Es que quiero regalarle uno a una amiga”, dijo el Saiyajin.

-Señora: “¿Y esa amiga es muy especial?”.

-Gokú: “Claro. No sé cómo explicarlo. Pero siempre que estoy con ella me siento fantástico. Por eso le quiero dar un regalo”.

-Señora: “Si ese es el caso, le recomiendo este dije”, dijo mostrando un dije que se parecía a la Esfera del Dragón de cuatro estrellas. “Con este dije su amor se volverá más fuerte e imparable”.

-Gokú: “¡Wow! Se parece a las Esferas del Dragón”, viendo con curiosidad la esfera.

-Señora: “Vaya, un muchacho conocedor. ¿Conoces la mítica leyenda del dragón Shen-Long?”.

-Gokú: “Claro jeje. ¿Cuánto sería por el collar?”.

-Señora: “Me caíste muy bien, muchacho. Te daré un descuento especial: serán 3000 Zenis”.

-Gokú: “Muy bien. Aquí tiene”, concluyó entregándole la suma exacta, mientras que la señora le entregaba el collar en una caja blanca.

-Señora: “¿No quiere también éstos aretes? Son para la buena fortuna”.

-Gokú: “Están bonitos. Ojalá le gusten a 18”.

-Señora: “Muy bien. Estos cuestan 1800 Zenis”.

-Gokú: “Perfecto. Aquí tiene”, dijo dándole el dinero, mientras que la señora le entregaba los aretes a Gokú en una caja negra. “Muchas gracias por todo, señora”, agradeció el Saiyajin.

-Señora: “¡Gracias a ti, muchacho! ¡Suerte con esa amiga!”, exclamó alegremente y guiñando el ojo a Gokú, quién sólo se puso rojo. “Por cierto, no deje que nadie más se ponga ese collar. Sólo la persona indicada puede usarlo”, agregó la señora.

-Gokú: “¡Por supuesto! ¡Adiós señora y muchas gracias! Muy bien, ahora sólo tengo que encontrar a 18”.

-…:“¿Quién soy?”, preguntó mientras le tapaba los ojos a Gokú

-Gokú: “¿E-Eh? ¿18?”, preguntó quitándose las manos de encima. “¡¿QUÉ?! ¡¿C-CAULIFLA?!

-Caulifla: “Jajaja claro que soy yo, viejo”.

-Gokú: “¿Y Q-Qué haces aquí?”, preguntó extrañado.

-Caulifla: “Bueno, vine a disculparme contigo por lo de la mañana”, explicó viendo que tenía una caja en su bolsillo. “¿Y qué llevas ahí?”, preguntó arrebatándole la caja a Gokú.

-Gokú: “¡Oye! ¡Dame eso!”, exclamó tratando de quitarle la caja, pero fue inútil.

-Caulifla: “Se ve que lo quieres mucho”, dijo abriendo la caja y viendo que era un dije “¡Wow! Está hermoso. Regálamelo”.

-Gokú: “Pero es para 18”, dijo inocentemente

-Caulifla: “¡DIJE QUE ME LO REGALARAS! ¡NO TE ESTOY PREGUNTANDO!”.

-Gokú: “E-Está bien. Tómalo”, dijo con resignación en su voz.

-Caulifla: “Muchas gracias, viejo”, agradeció la Saiyajin poniéndose el collar y haciendo una pose. “¿Cómo me veo?

-Gokú: “Bien”, dijo con un tono seco

-N°18: “¡Gokú! ¡Por fin te encuentro! ¿Dónde estabas?”, preguntó la androide.

-Caulifla: “Yo te diré dónde estaba: él me estaba comprando este fabuloso collar. ¿No es así, Gokú?”.

-Gokú: “Si…como sea”, respondió con un tono triste.

-N°18: “¿Y…por qué demonios le compraste ese collar?”, preguntó sonriendo de manera aterradora.

-Gokú: “Y-Yo sólo-”, intentó explicar nervioso, pero fue interrumpido.

-Caulifla: “¿Qué no es obvio? Trata de llevarse bien conmigo, tonta”.

-N°18: “Si ese es el caso, ¡ME VOY!”, gritó antes de salir volando el lugar.

-Gokú: “¡E-ESPERA 18!”, gritó, pero fue en vano: La androide ya se había alejado lo suficiente.

De vuelta en la mansión de Gokú

¡Ese idiota de Gokú! ¡Siempre hace lo mismo! ¡Sólo encuentra una mujer bonita y se le cae la boca al idiota!”, gritaba N°18 mientras tiraba cosas a la pared.

-Yugan: “¡Señorita 18! ¿Se encuentra bien?”, preguntó en la puerta de la habitación.

-N°18: “¡NO ES DE TU INCUMBENCIA! ¡LÁRGATE!”, le gritó.

-Yugan: “Por favor señorita 18, le pediré que se tranquilice y trate de contarme qué fue lo que sucedió. Tal vez yo pueda ayudarla”, dijo intentando calmar a la androide. 18 empezó a soltar unas lágrimas y dijo:

-N°18: “Gokú…Gokú solo…Solo jugó conmigo”, dijo mientras se abrazaba a sus rodillas.

-Yugan: “¡¿QUÉ?! ¡PERO ESO ES IMPOSIBLE! El señor Gokú la ama. Basta con ver sus ojos y ver el profundo amor que le tiene”, trató de justificar.

-N°18: “¡¿Y CÓMO PUEDES ESTAR TAN SEGURO?!”, preguntó gritando y empezando a soltar un mar de lágrimas.

-Yugan: “Señorita 18, sé que puede ser un poco doloroso que jueguen con los sentimientos de uno pero-”.

-N°18: “¿DICES QUE ‘POCO’?”, preguntó interrumpiendo a Yugan. “¡HE TENIDO QUE SUFRIR UN SINFÍN DE COSAS DESDE QUE ME TRAICIONARON! ¡A QUIÉN YO CREÍA QUE AMABA ME ABANDONÓ A MI A MI HIJA A NUESTRA SUERTE! ¡NI SIQUIERA LE IMPORTÓ!”, gritó llorando de rabia. ” ¡Y AHORA QUE VUELVO A TENER UNA ESPERANZA CON ALGUIEN…TENGO MIEDO DE VOLVER A SALIR LASTIMADA Y NO QUIERO!… ¿CÓMO VOY A SABER QUE ESTA VEZ SERÁ DIFERENTE?”.

-Yugan: “Yo…la verdad que no lo sé señorita. Lo único que sí sé es que la vida a veces nos golpea de diferentes maneras. Incluso puede quitarnos todo en un segundo. Pero no por eso dejaremos de vivir. Debemos aprender a apreciar la vida incluso con sus injusticias y seguir adelante. Sólo así podremos ver una luz al final de toda la oscuridad del sufrimiento. Y cuando llegue el momento podremos disfrutar del paraíso que se encuentra al otro lado de esa oscuridad. Señorita, yo no puedo asegurarle que no vaya a volver a sufrir. Lo único que sí puedo decirle es que no tiene que dejar de vivir. No sé, incluso podría llegar a tener una vida maravillosa al lado del Señor Gokú. Sólo es cuestión de arriesgarse”.

-N°18: “Gracias Yugan. Eres un buen amigo. Lamento haberte gritado hace un momento”, se disculpó con el buen mayordomo mientras secaba sus lágrimas y le daba una leve sonrisa.

-Yugan: “No se preocupe. No hay de qué disculparse”, dijo tranquilizando a la androide.

-Gokú: “Yugan, déjanos solos por favor”.

-Yugan: “Por supuesto, mi señor. Con permiso”, dijo retirándose de la habitación.

-N°18: “Lárgate de aquí. No te quiero ver…”, le dijo entre lágrimas y enojada.

-Gokú; “Pero déjame explicarte, 18. No es lo que parece, es que-“.

-N°18: “¡¿ES QUE QUÉ?! ¡NO QUIERO OÍR TUS ESTÚPIDAS EXPLICACIONES!”.

-Gokú: “18, por favor hazme caso. Ese collar realmente era para ti”.

-N°18: “¿Ah, era para mí? Vaya…qué considerado de tu parte, Gokú. Sólo que hay un pequeño detalle: lo traía esa perra loca”, dijo de manera sarcástica.

-Gokú: “Es que ella me lo quito y me obligó a dárselo”.

-N°18: “Se nota que eres un pésimo mentiroso. Déjame sola”.

-Gokú: “18, te estoy diciendo la verdad”.

-N°18: “¡TE DIJE QUE ME DEJARAS! ¡VETE!”, le gritó. Pero Gokú no haría caso. “¡TE DIJE QUE TE LARGARAS!”.

-Gokú: “Está bien…”, accedió finalmente yéndose de la habitación. “Pero antes…toma”, dijo dándole una caja negra a 18, pero esta no la recibió. “Está bien. Te la dejo aquí”, dijo poniéndola en la cama para después irse de la habitación.

-N°18: “¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me duele tanto?!Si…Si tan solo es un tonto collar” dijo tratando de razonar mientras secaba sus lágrimas.

-Caulifla: “Veo que te afectó mucho. ¿Sabes? Ese collar me queda bien con mi ropa, ¿no lo crees? Qué pena que Gokú no te diera nada. ¿Es extraño, no? Siendo su pareja y que no te regale nada se ha de sentir feo Jajaja”, dijo riéndose de manera sarcástica.

-N°18: “Eres una maldita zorra”, dijo con furia.

-Caulifla: “Déjame contarte algo, anciana: Gokú es demasiado para ti. ¿Por qué mejor no me lo dejas a mí?”, dijo con arrogancia.

-N°18: “¡PRIMERO MUERTA ANTES QUE HACER ESO!”.

-Caulifla: “Bueno, trate de ir por las buenas. Te vas a arrepentir de no haberte resignado”, dijo con un tono amenazante.

-N°18: “Yo no te tengo miedo, niñita”.

-Caulifla: “Tal vez para ti sea una niñita. Pero para un Saiyajin soy toda una mujer. Recuerda que Gokú y yo somos de la misma raza Jajaja. Bueno, me tengo que ir. Adiós anciana” dijo saliendo de la habitación saltando y riendo.

-N°18: “Esa maldita… ¡JURO QUE ME LAS VAS A PAGAR!”.

Capítulo VI: Problemas & más problemas[]

Gokú salió de su casa totalmente triste y con el corazón destrozado, preguntándose cómo pudo haber salido todo tan mal. ¿Cómo fue que comprar un simple regalo para la mujer a la que le había declarado su amor y viceversa terminase en una verdadera catarata de problemas?

Gokú fue a pasar la noche en la banca de un parque (el mismo parque donde se topó con N°18 la primera vez), ya que no quería ni podía estar en su casa por obvias razones. Pero no pudo dormir un segundo. Simplemente no podía dejar de pensar en el que hecho de que la mujer que amaba no quería saber nada más con él. Y lo peor de todo es que él no tenía la culpa de nada.

A la mañana siguiente el Saiyajin con insomnio y en un estado lamentable volaba sin rumbo aparente y no tenía idea sobre qué hacer. De algo estaba seguro Gokú: que si quería arreglar ésta situación, no podría hacerlo solo. Entonces recurrió a la única persona capaz de ayudarla en un problema como éste: Bulma.

En la Corporación Cápsula

-Bulma: “¡Gokú! ¿Cómo ha salido la cita con 18?”, le preguntó de manera animada la científica del cabello azul a Gokú. Pero la exaltación de Bulma se redujo al ver las ojeras y tristeza tan notorias en la cara del Saiyajin. “Gokú, ¿estás bien? ¿Qué pasó?”, preguntó mientras lo invitaba a pasar a Gokú a su casa.

Ni bien entraron, Bulma buscó una taza de té y unas galletas de chocolate para Gokú, quién increíblemente apenas sí las tocó cuando en otras ocasiones las hacía desaparecer en un segundo, lo cual sorprendió de sobremanera a la científica. Entonces Bulma comprendió que si ni siquiera la comida podía animar a un Saiyajin, evidentemente la situación era grave.

Fue entonces cuando Gokú junto fuerzas para contarle a Bulma lo sucedido.

-Bulma: “Así que eso fue lo que pasó. Vaya, éstos Saiyajines…”, dijo suspirando.

-Gokú: “Bulma, yo…realmente no sé qué hacer. No pude dormir en toda la noche y no sé qué más puedo hacer para arreglar las cosas con 18. Siempre que trato de demostrarle lo que siento, alguien llega y lo arruina todo. Y ahora con esto del collar, ella ya no quiere ni hablarme”, dijo casi desesperado.

-Bulma: “Bueno, para empezar Gokú tienes que tranquilizarte. No llegarás a ningún lado actuando así

-Gokú: “¡¿Y ENTONCES QUÉ PUEDO HACER?!

-Bulma: “Mmm…”, dijo empezando a pensar en algo.

Mansión de Gokú

-Yugan: “Señorita 18, alguien vino a buscarla”, dijo abriendo la puerta de la habitación de la androide.

-N°18: “¿Y quién demonios es?”, preguntó 18 con los ojos hinchados después de tanto llorar.

-Yugan: “Dice llamarse Krilin, señorita. Dijo que quería hablar con su esposa

-N°18: “¡¿KRILIN?! ¡MALDITA SEA! ¡DILE QUE NO ESTOY!

-Krilin: “Jaja…ya veo que no tienes muchas ganas de hablar”, dijo de manera sarcástica recostándose en la puerta.

-Yugan: “Disculpe, señor. No sé cómo hizo para entrar aquí. Pero me veré en la penosa necesidad de sacarlo de éste lugar”, advirtió con un tono firme.

-N°18: “Déjanos solos, Yugan”, dijo del otro lado de la puerta.

-Yugan: “Se-señorita, pero…

-N°18: “Escuchaste bien. Déjanos solos

-Yugan: “De acuerdo, señorita. Con su permiso”, dijo retirándose.

-N°18: “¿Qué demonios viniste a hacer aquí?

-Krilin: “Sólo vine a ver a mi familia. Ya veo que vives una vida de lujos. Evidentemente ese idiota de Gokú finalmente dejó de ser un imbécil y empezó a hacer las cosas bien

-N°18: “¡No se te ocurra volver a hablar así de Gokú! Además tú ya no tienes familia. Marron ya no te reconocerá como tu hija

-Krilin: “Jaja sigues teniendo el mismo carácter fuerte de siempre. Eso es lo que siempre me ha gustado de ti”, dijo mientras tomaba la mano de 18.

-N°18: “¡NO ME VUELVAS A TOCAR, IDIOTA!”, respondió soltando una cachetada.

-Krilin: “¡MALDITA PERRA!”, gritó antes de lanzarle un puñetazo en la boca a 18 que la hizo sangrar. “¡ERES UNA DESGRACIADA! ¡TÚ SOLO ERES MÍA Y DE NADIE MÁS!”, gritó mientras forcejeaba con la androide y trataba de besarla.

-N°18: “¡YA SUÉLTAME, MALDITO IDIOTA!”, gritó dándole un cabezazo que hizo retroceder a Krilin.

-Krilin: “Maldita hija de…”, intentó decir pero no pudo terminar la frase ya que alguien lo golpeó por un costado que lo estampó contra una de las paredes. Era Gokú.

-Gokú: “¿Qué es lo que viniste a hacer aquí, desgraciado? ¡NADIE LE HABLA ASI A 18!”, gritó antes de darle otro golpe a Krilin y un rodillazo en el abdomen, el cual lo hizo salir de la habitación. “¡JAMÁS TE ATREVAS A VOLVER A ÉSTA CASA! ¡¿ENTENDISTE?!”, decía mientras sujeta a Krilin del cuello de su camisa.

-Krilin: “Son unos malditos traidores. Los odio”, dijo después de soltarse del agarre de Gokú. “¡ESTO NO SE VA A QUEDAR ASÍ GOKÚ! ¡¿ME ESCUCHASTE?!”, replicó.

-Gokú: “Yugan, hazme el favor de mostrarle la salida a éste idiota”, dijo con un semblante serio a lo que Yugan simplemente accedió. “Y por favor tráeme un botiquín”, agregó el Saiyajin entrando de vuelta a la habitación de 18. “¿Te encuentras bien?”, preguntó a la androide.

-N°18: “Si, creo…creo que sí”, respondió mientras se tocaba su labio sangrante.

-Gokú: “Perdóname. Perdón por no llegar antes. Y perdóname también por todo lo que pasó”, decía mirando a los ojos de 18.

-N°18: “Tranquilo, estoy bien”, dijo para calmar al Saiyajin.

Ella sin darse cuenta comenzó a formar una sonrisa en su bello aunque golpeado rostro. A ella le gustaba ver cómo Gokú se preocupaba por ella, a pesar de seguir enojada con él.

Fuera de la mansión de Gokú

-Krilin: “¡Maldito Gokú!”, gritaba mientras se sostenía el abdomen. “¡Ouch! ¡Me duele mucho!

-Caulifla: “¡Oye tú!”, gritó llamando la atención de Krilin.

-Krilin: “¡¿Qué es lo que quieres?!”, respondió todavía quejándose del dolor

-Caulifla: “¿Qué relación tienes con esa rubia?”, preguntó cruzándose de brazos

-Krilin: “Eso a ti qué te importa”, respondió alejándose.

-Caulifla: “¿Estás dispuesto a regresar con esa rubia, sin importar qué?”,  preguntó la Saiyajin.

-Krilin: “¿A qué te refieres?”, preguntó después de frenarse.

-Caulifla: “Bah que idiota…”, se quejó susurrando. “Me refiero a que podríamos separar a esos dos. Pero para hacerlo, necesito de tu ayuda

-Krilin: “Te escucho

Mansión de Gokú

Mientras tanto, en la habitación de N°18 se escuchaban algunos gritos dolor y quejidos…

-N°18: “¡Au! ¿Qué no puedes hacerlo más despacio? ¡Au!”, se quejaba la androide.

-Gokú: “Jeje lo siento. Estoy más acostumbrado a que sanen mis heridas en lugar de sanar heridas de otros”, se excusó. “Pero tranquila, ya casi termino. No te muevas”, le pedía a 18 mientras le colocaba una gasa en el labio. “Diablos, ese imbécil te rompió el labio…Listo. Ya acabé”, confirmó el Saiyajin. “¿Cómo te sientes?

-N°18: “Me duele menos, creo”, dijo sobándose la mejilla. “Gracias…por curarme”.

-Gokú: “Jaja no hay problema. Creo que es lo menos que podía hacer”, dijo antes de girar su vista a la caja de los aretes que le había comprado a 18 tirada en el piso y sin abrir. “Veo que aún no te pones los aretes que te regalé”.

-N°18: “Gokú”, dijo llamando su atención. “Quiero que me digas la verdad, por favor. Sólo la verdad. Ya no resisto seguir así. No aguanto un día más”, pidió la androide terriblemente apenada. “¿Es cierto lo que me dijiste anoche?”.

-Gokú: “¿Te refieres a lo del collar y Caulifla?

-N°18: “Si. Me refiero a eso”.

-Gokú: “Sí, 18. Todo lo que te dije es cierto. Ese collar era para ti. Incluso recuerdo muy bien que la señora a quien se lo compré me dijo que era para poder hacer crecer el amor de una persona y que se volvería más fuerte e imparable. Y que no podía dejar que nadie más que esa persona especial debía usarlo. Es por eso que lo compré para ti”.

La cara de N°18 dibujó una sonrisa al escuchar la tierna razón por la que Gokú compró ese collar para ella. Pero aun así, todavía tenía ciertos reparos sobre lo ocurrido.

-N°18: “¿Entonces no hay nada entre tú y Caulifla?”, preguntó algo apenada.

-Gokú: “No. Caulifla es solamente una alumna. No me cae tan mal. Pero puede llegar a ser bastante grosera y arrogante. Cuando me quitó el collar realmente fue difícil. Y así es más difícil poder enseñarle a sacar provecho de su poder”, respondió suspirando. “Oye 18, ¿Por qué te enojaste conmigo anoche?”, preguntó el Saiyajin.

-N°18: “No…No lo sé. Supongo que solamente sentí celos. Es que a esa estúpida niña se le cae la baba sólo con verte. ¿Qué no te has dado cuenta todavía?”, dijo levantándose de la cama para ver por la ventana.

-Gokú: “Pues…la verdad que no, Jaja. Pero si te molesta yo hablaré con ella”, dijo mientras ponía sus manos en los hombros de la androide por detrás. “Entonces, ¿me perdonas?”.

-N°18: “Sólo eres un tonto”, dijo riendo levemente y volteando a ver al Saiyajin. “Pero eres MI tonto”, agregó mientras empezaba a acercarse a él.

Así como ya les había pasado antes, sus respiraciones eran cada vez más fuertes y profundas. Sus labios pedían unirse otra vez. Ya no podían estar más tiempo sin poder sentir el alma del otro. Necesitaban estar juntos. Toda la lujuria y la pasión ya no podían contenerse. Poco a poco, sus labios continuaban transitando la carretera del amor.

-Yugan: “Señor, perdón por interrumpirlo, pero su amiga Bulma está en el teléfono”, dijo interrumpiendo EL momento nuevamente.

N°18 y Gokú pensaban “Tenías que venir a interrumpir en el mejor momento”.

-Gokú: “S-Sí, Yugan. Gracias. Ya voy”, dijo sonrojado mientras salía de la habitación. “Oye 18, ¿No quisieras ir a visitar a N°17 mañana? Sé que no has visto a tu hermano en mucho tiempo y sé que lo aprecias mucho”.

-N°18: “Me parece bien”, respondió sonriéndole a Gokú. Éste le devolvió la sonrisa y salió de la habitación.

A la mañana siguiente, Gokú, N°18 y Marron se prepararon para ir a visitar a N°17 a la isla en la que él vivía y trabajaba como guardabosques. Los tres después de desayunar, emprendieron vuelo para ir a visitar al androide. Al llegar a la isla, N°17 se sorprendió de ver a su hermana y mucho más cuando la vio al lado del Saiyajin.

-N°17: “Vaya. Por fin vienes a visitarme, hermana”.

-N°18: “No creas que fue mi idea, tonto”, le dijo a su hermano sonriéndole mientras lo abrazaba. “¿Cómo has estado?”.

-N°17: “Bien, haciendo lo de siempre. Defendiendo la isla, protegiendo animales, derrotando criminales. La verdad que no me quejo”, dijo mientras notaba que su hermana no estaba ni con su hija ni con Krilin. “Por cierto, ¿Dónde dejaste a tu hija y al enano?”.

Las palabras de N°17 disgustaron un poco a su hermana. Pero a lo lejos, se empezó a escuchar una voz muy familiar.

-Gokú: “Jaja perdón por el retraso, 18. Pero me quedé con Marón jugando en la selva. Ah hola N°17”, saludó el Saiyajin al androide.

-N°17: “¿Gokú? ¿Qué haces tú aquí?”, preguntó con mucha curiosidad.

-Gokú: “Pues…vinimos a visitarte Jaja”, respondió con una sonrisa y rascándose la nuca.

-N°18: “Ya sé lo que te estarás preguntando. Será mejor explicarte todo adentro”, dijo un poco nerviosa mientras ambos hermanos junto con Gokú y Marron pasaban a la casa de N°17.

¡Wow!”, fue lo único que pudo salir de la boca de N°17 al escuchar toda la historia. No lo podía creer. Su hermana se había enamorado del Saiyajin a quien inicialmente se le había ordenado matar. Una tremenda ironía. Realmente la noticia le cayó como un balde de agua fría. A pesar de que no le molestaba la idea de que su hermana anduviera con Gokú, sí le causaba cierta incomodidad hablar del tema.

-Gokú: “Por cierto 17, ¿Cómo te fue junto con tu familia en el crucero que te regaló Bulma?”.

-N°17: “¿Qué?”, dijo distraído. “Ah, sí…Bien Gokú. He podido llevar de paseo a toda mi familia. Le agradezco mucho a tu amiga Bulma por ello”, dijo el androide antes de que sonase una alarma. “¡Maldición!”.

-N°18: “¿Qué pasa?”.

-N°17: “Unos bastardos tratan de entrar a la isla por el lado Norte. Tendré que ir. No se muevan de aquí, vuelvo en un momento”, dijo antes de salir volando a toda velocidad.

-Gokú: “Vaya. Sí que está bastante ocupado”, dijo antes de que sonase su celular y viera que era Kuzae. “18, es Kuzae, el del trabajo. Espera un momento”, le dijo el Saiyajin a la androide mientras contestaba.

Mansión de Gokú

Unos pequeños golpeteos se escucharon en la ventana de la habitación de Caulifla. Al parecer, era un hombre que vestía una gabardina negra.

-Caulifla: “¿Conseguiste lo que te pedí?”, preguntó luego de abrir la ventana.

-Krilin: “Si, toma”, le dijo mientras le daba una bolsa. “Es un alucinógeno, el más fuerte que existe en todo el Planeta Tierra”.

-Caulifla: “¡Wow, debe sentirse exquisito!”, dijo felizmente la Saiyajin. “¿Y lo demás también lo conseguiste?”.

-Krilin: “Si. No sé para qué quieres tantas drogas. Con ese alucinógeno debería ser más que suficiente”, dijo mientras entraba a la habitación.

-Caulifla: “Eres un tonto. No entiendes lo que tenemos aquí en nuestras manos”.

-Krilin: “Si tú lo dices… ¿Cuál es el plan?”.

-Caulifla: “Para empezar necesitamos que Gokú aspire toda esta porquería. Él empezará a sentirse muy raro y muy excitado. Y ahí es donde entro yo. Con mis hormonas de Saiyajin y Gokú con tanta droga encima, podré sacarle todo lo que quiera. Cuando por fin logre coger con él, tú llamarás a 18 y le dirás que venga a su cuarto. Ella nos verá y después ya no querrá saber nada más con Gokú. Es ahí cuando tú te harás cargo, ¿de acuerdo?”.

-Krilin: “¿Estás segura de que funcionará?”, preguntó algo preocupado.

-Caulifla: “Claro que sí. Ya lo he hecho antes para robar dinero. Ya te puedes largar. Tengo que pensar cómo haré para darle ésta cosa”.

-Krilin: “Está bien…”, dijo saltando de la ventana de la habitación.

Mientras que Krilin y Caulifla armaban su terrible plan para separar a Gokú y N°18, ellos por su parte se encontraban en la isla que custodiaba N°17 jugando y disfrutando del atardecer. Marron y Gokú se la pasaban jugando en la Nube Voladora mientras volaban sobre el mar.

-N°17: “Vaya, jamás pensé que te vería con ese tonto”.

-N°18: “¡Oye, no le vuelvas a hablar así! ¡¿De acuerdo?!”, respondió bastante seria

-N°17: “Es broma, jaja. Parece que quiere mucho a Marron. Creo que será un buen esposo para ti”, dijo el androide haciendo sonrojar a su hermana.

-N°18: “¡YA CÁLLATE, TONTO!”, gritó bastante sonrojada.

-Gokú: “¡VAMOS, VENGAN!”, gritó saltando de la Nube Voladora. “¡VEN, 18!”, dijo tomando a la androide del brazo y subiéndola a sus hombros.

N°17 sólo se limitó a mirar de manera muy pensativa cómo Gokú y su hermana se divertían junto con Marron.

-“Creo que mi hermana finalmente pudo encontrar la paz que tanto anhelaba. Gokú, por favor hazla feliz”, pensaba N°17 mientras los veía a Gokú y N°18 juntos.

-N°18: “Bueno, creo que ya nos vamos hermano”, dijo mientras iba a abrazar a N°17. “Nos vemos otro día”.

-N°17: “Siempre serán bienvenidos aquí”, dijo con una leve sonrisa.

-Gokú. “¡ADIÓS N°17! ¡CUÍDATE MUCHO!”, gritó desde la Nube Voladora.

-N°17: “Atrévete a hacerle algo a mi hermana y lo lamentarás, Gokú”, le advirtió al Saiyajin con un semblante serio.

-Gokú: “Por supuesto Jaja”, rió Gokú rascándose la nuca. “Nos veremos pronto”, dijo antes de irse junto con 18.

Mansión de Gokú

¡Por fin lo tengo!”, exclamó Caulifla mientras alzaba una bolsa con una especie de droga. “Ahora sólo me falta dársela al viejo. Pronto serás mío Gokú. No importa lo que tenga que hacer o arriesgar. Tú serás mío y de nadie más Jajaja”, rió Caulifla de manera maniática.

Pero lo que no sabía era que alguien la escuchaba del otro lado de la habitación.

-Yugan: “¡No puede ser! Tengo que avisarle al Señor Gokú lo antes posible”, dijo mientras buscaba su celular para llamarlo. “Dios, ¿dónde dejé mi celular?”.

-Caulifla: “¿Buscabas esto?”, dijo mientras sostenía el celular de Yugan enfrente de él.

-Yugan: “Señorita, por favor. Le pido que me regrese mi celular”, dijo con una mirada que casi pedía clemencia.

-Caulifla: “¿Y si no lo hago? ¿Qué vas a hacer?”, preguntó poniéndose seria. “Ya sé que escuchaste todo lo que dije. Sentía tu presencia desde hace largo rato. Es una lástima, Yugan. Realmente me caías muy bien. Pero no puedo dejar que arruines todo mi trabajo”, dijo Caulifla antes de encajarle un certero golpe a Yugan, atravesando su pecho. “Ni tú ni nadie me detendrá”.

-Yugan: “¿Cree…que ya ganó? El bien…siempre triunfa sobre…el mal”, dijo agonizante y con las fuerzas que le quedaban. “Tarde…o temprano…se sabrá la verdad”, dijo antes de caer al suelo inconsciente.

-Caulifla: “¡YA MUÉRETE, ANCIANO BASTARDO!”, dijo cargando una esfera de Ki

Capítulo VII: Ambición sin límites[]

-Caulifla: “¡YA MUÉRETE, ANCIANO BASTARDO!”, gritó mientras le lanzaba una tremenda bola de Ki a Yugan.

El momento fue absolutamente atroz. Sólo un grito desgarrador resonó antes de que una luz cegadora apareciera. Cuando esa luz se apagó, sólo se encontró el cadáver chamuscado de Yugan. Caulifla al ver lo que hizo, lejos de sentirse culpable, empezó a reírse de manera maniática para después soltar carcajadas llenas de maldad y locura. Pero después cambiaría casi de manera automática a un semblante serio.

Te lo mereces, maldito bastardo… ¡NADA NI NADIE SE INTERPONDRÁ ENTRE GOKÚ Y YO! ¡NADIE! JAJAJAJA”, soltó la descarriada Saiyajin del Universo 6.

Volviendo a Gokú y N°18

-N°18: “¿Qué pasa Gokú?”, le preguntó mientras tenía a Marron en sus brazos.

-Gokú: “Sentí que el Ki de Caulifla aumentó de golpe pero luego disminuyó rápidamente. ¿Será que está entrenando?”, se preguntó con cierto grado de preocupación en su rostro.

-N°18: “Será mejor que nos apuremos entonces”, resolvió mientras pensaba para sí misma con mucha preocupación: “No sé por qué pero tengo un muy mal presentimiento de esto”.

Cuando llegaron a la casa de Gokú, no encontraron nada fuera de lo común. Todo estaba en orden. Pese a esto, N°18 todavía tenía ese mal presentimiento aunque no supiera exactamente por qué era. Ya era la hora de la cena y todos estaban en la mesa, a excepción de Caulifla. Gokú estaba un poco extrañado de su ausencia ya que no era normal que un Saiyajin sea impuntual para comer. Por lo que se levantó y fue a buscarla a su habitación.

-Gokú: “¿Caulifla?... ¿Puedo pasar?”, preguntó mientras abría la puerta de la habitación lentamente.

-Caulifla: “Claro…bombón”, respondió con picardía.

-Gokú: “¿Ehh? ¿Bombón?”, preguntó inocentemente.

-Caulifla: “Si. ¿Acaso te molesta?

-Gokú: “Ehh…no Jaja pero…es algo incómodo

-Caulifla: “¡PUES ME DA IGUAL! ¡YO TE DIRÉ COMO QUIERO!”, gritó enojada.

-Gokú: “Oye no tienes por qué actuar así

-Caulifla: “Jaja lo siento, discúlpame. ¿Para qué me necesitas?”, preguntó dulcemente.

-Gokú: “So-solo venía a decirte que la cena ya está lista

-Caulifla: “¡Qué bueno! Ya me moría de hambre. ¡Vamos!

-Gokú: “Sí…Por cierto, ¿No has visto a Yugan?

-Caulifla: “¿Te refieres a el mayordomo? No, no lo he visto. Pero…creo que ya no volverá”, respondió con una sonrisa.

-Gokú: “¿Mmm? ¿Y por qué dices eso?

-Caulifla: “Por nada”, respondió tratando de aguantarse la risa. “¿Vamos a cenar?

-Gokú: “Si…vamos”, respondió mientras la miraba con cierta extrañeza.

Después de una buena cena, todos se fueron a dormir plácidamente. Al día siguiente, Gokú y Caulifla comenzaron a entrenar desde temprano mientras que N°18 llevaba a su pequeña hija Marron a la escuela.

-Caulifla: “Gracias por quedarte entrenando conmigo. Eres muy lindo”, dijo mientras abrazaba al Saiyajin.

-Gokú: “Jaja sí…No te preocupes”, respondió tratando de separarse del abrazo. “Aunque yo quería acompañar a 18…”, musitó.

-Caulifla: “¡¿QUÉ FUE LO QUE DIJISTE?!”, preguntó muy enojada.

-Gokú: “Jaja nada, nada. Mejor sigamos entrenando

-Caulifla: “Está bien. Pero no me llames por mi nombre. Mejor ponme un lindo apodo

-Gokú: “¿Qué? ¿Un apodo?”, preguntó nervioso

-Caulifla: “Sí. Desde ahora me llamaras…vamos a ver…ya sé. Ahora me llamarás ‘mi cielo’ o ‘mi corazón’”, respondió mientras lo abrazaba.

-Gokú: “¿Mi cielo? ¿Y por qué?

-Caulifla: “¡PORQUE YO LO DIGO!”, respondió golpeando a Gokú en el abdomen.

-Gokú: “¡Ouch! Oye, no tenías que hacer eso”, dijo un poco molesto.

-Caulifla: “Ay lo siento Jeje. Es que no me gusta mi nombre”, mintió la Saiyajin.

-Gokú: “Esta bien…pero no vuelvas a hacer eso”, dijo con un semblante serio.

-Caulifla: “¿Me perdonas?”, preguntó mientras abrazaba al Saiyajin y escondía su cabeza en su pecho.

-Gokú: “Si…te perdono. Pero será mejor continuar con el entrenamiento, Caulifla”, dijo despegándose de ella.

-Caulifla: “Está bien”.

Luego de un arduo entrenamiento, ambos guerreros Saiyajin entraron a la casa para poder comer algo y así continuar con el resto del día.

-Gokú: “Qué extraño…18 todavía no ha regresado

-Caulifla: “Ojalá no vuelva

-Gokú: “Oye…”, le reclamó a Caulifla

Mientras que los Saiyajin estaban en la mansión, N°18 se encontraba en un café con alguien bastante conocido…

-N°18: “¿Para qué me citaste aquí, Krilin?

-Krilin: “Bueno…quería pedirte disculpas por lo que te hice la otra vez”, dijo con un semblante avergonzado.

-N°18: “¿Por haberme golpeado?

-Krilin: “Si…por golpearte. Perdóname. No sabía lo que estaba haciendo. Yo…estaba muy enojado de que te fueras con ese tonto y-

-N°18: “¡No le vuelvas a decir así! El único tonto e idiota eres tú

-Krilin: “Perdóname. Por favor, perdóname”.

-N°18: “Está bien. Ya déjalo así. Creo que ya no hay nada de qué hablar. Mejor me voy

-Krilin: “¡No! Espera. Que-quédate otro rato. Por los viejos tiempos. ¿Recuerdas? Éste fue el primer café al que te invité

-N°18: “Si…lo recuerdo bien

-Krilin: “¿Y aún recuerdas que aquí fue nuestro primer beso?”, dijo tratando de poner sus manos sobre las de 18.

-N°18: “No sé a qué vienes con todo esto”, dijo mientras abofeteaba las manos de Krilin

-Krilin: “A lo que voy es que quiero que recuerdes nuestro amor. El amor que hay entre nosotros

-N°18: “Krilin, entre nosotros ya no hay nada. Entiende. Yo ya no te amo. Yo amo a Gokú. ¿Por qué no puedes simplemente desaparecer de mi vida?

-Krilin: “Porque yo aún te amo. Por favor, entiende. Todas las noches me quedé pensando en lo estúpido que fui al engañarte. Es que…me sentía solo…y necesitaba-

-N°18: “Krilin, entiende que a mí ya no me interesa saber nada de ti. Yo ya estoy con alguien más y por favor ya no me molestes más. Me tengo que ir. Gokú me ha de estar esperando

-Krilin: “Está bien. Ya no te molestaré más. Pero si pasa algo, siempre estaré para ti

-N°18: “Supongo que…gracias. Adiós Krilin”.

Mansión de Gokú

-Gokú: “Rayos…18 se está tardando mucho

-Caulifla: “¿Y para qué la quieres con tanta urgencia?”, preguntó con cierto enfado.

-Gokú: “Es que hoy tengo una junta en el trabajo y me dijeron que llevara una chica como para impresionar. Todavía no entiendo la razón de eso, pero si me lo dijeron debe ser por algo”.

-Caulifla: “¿Y por qué mejor no me llevas a mí, bombón?”, preguntó con picardía.

-Gokú: “Es que…me dijeron que tenía que llevar a una mujer hermosa. Y 18 es muy bella

-Caulifla: “¡¿ESTÁS INSINUANDO QUE YO NO SOY BONITA?!”, gritó mientras alzaba a Gokú del cuello de su dogi.

-Gokú: “¡NO, NO ES ESO! ¡E-ES QUE YO QUERÍA LLEVARLA A ELLA!

Caulifla estaba a segundos de golpear a Gokú, pero en ese momento fue salvado por la campana, ya que N°18 finalmente había llegado a casa.

-Gokú: “¡18, QUE BUENO QUE LLEGASTE!”, dijo Gokú abrazando fuertemente a la androide.

-N°18: “Jeje disculpa por haber tardado tanto”, respondiendo el abrazo de Gokú.

-Gokú: “Lo bueno es que ya estás aquí”, dijo soltándose un poco del abrazo. “Oye, te quería preguntar algo”.

-N°18: “Dime, ¿de qué se trata?

-Gokú: “Es que voy a tener una junta en el trabajo con alguien muy importante para mi socio, Kuzae. ¿Lo recuerdas, no? Y quería saber…si querías venir conmigo”, dijo mientras jugaba con sus dedos.

-N°18: “Claro, pero… ¿Qué voy a llevar? No creo tener ropa para esa ocasión

-Gokú: “Tranquila, seguro Yugan nos ayudará con eso. Por cierto, ¿dónde podrá estar?

-Caulifla: “Él renunció

-Gokú: “¡¿QUÉ?! ¿De verdad?

-Caulifla: “Sí…me dijo a mí para que yo les dijera a ustedes, pero lo olvidé Jaja

-Gokú: “Bueno…tendré que conseguir otra persona para que nos ayude. Será mejor que nos vayamos preparando porque no quiero llegar tarde. Y menos conociendo el temperamento de Kuzae”.

Mientras que Gokú y N°18 se fueron a buscar ropa adecuada para que la androide usara en la reunión del Saiyajin, Caulifla y Krilin estaban en la habitación de la primera tramando algo que excede el plan malvado que ya tenían.

-Caulifla: “Pelón, pudiste mejorar en algo la relación que tenían, ¿no?

-Krilin: “Pues yo creo que fue un buen inicio tomando en cuenta lo que le hice

-Caulifla: “Bueno, creo que con esto basta

En un momento Krilin comenzó a hacer gestos de que olía algo extraño…

-Krilin: “Oye, ¿no hueles eso? Huele como a quemado o carbón…

-Caulifla: “Ah sí. Es que en el armario hay una bolsa, quizás se abrió. ¿Puedes sacarla y enterrarla en el jardín?

-Krilin: “Está bien…”, dijo con dudas mientras abría la puerta del armario de Caulifla.

Al abrir la puerta y recoger la bolsa, la cara de Krilin mostró una expresión de pánico ya que vio dentro de la bolsa unos huesos chamuscados.

-Krilin: “¡DIABLOS! ¡HAY HUESOS HUMANOS AQUÍ!

-Caulifla: “Ya deja de actuar como nenita y llévate la bolsa

-Krilin: “¿Tú…tú lo mataste?

-Caulifla: “Wow…deberían llamarte Detective Pelón

-Krilin: “¡¿PERO QUÉ DEMONIOS?! Caulifla, yo soy policía. ¡CON UN DEMONIO, SI SE ENTERAN DE ESTO ESTOY MUERTO!

-Caulifla: “Ah, así que eres policía…”, dijo relamiéndose los labios. “¿Sabes una cosa? En Sadalá me conocen por matar a soldados…y también policías, por lo que creo que otro más se sumará a la lista”, dijo mientras ahorcaba a Krilin contra la pared. “Escúchame bien, Pelón. Tú también estás metido en esto y si llegas a abrir tu boquita, vas a terminar igual que ese estúpido mayordomo. Así que trata de evitar ensuciarme mis manos más de la cuenta”.

-Krilin: “Está bien…no diré nada…lo prometo”, dijo mientras era sofocado.

-Caulifla: “Bien. Ahora haz lo que te ordené”, le dijo a Krilin después de soltarlo.

-Krilin: “Está bien…” dijo mientras tosía. “Diablos, ¿qué estoy haciendo? Ella está totalmente loca”, pensaba para sí mismo muy asustado.

Varias horas pasaron y Krilin enterró los restos del cadáver calcinado de Yugan en el jardín mientras que Caulifla descansaba en su habitación. Mientras tanto, Gokú y 18 habían encontrado el vestido ideal para que ella usara en la reunión laboral del Saiyajin, por lo que decidieron regresar a casa y así alistarse para la junta.

Después de un rato, Gokú y 18 fueron recogidos por una limusina pequeña que los llevó a un edificio muy grande y muy moderno cerca de la Ciudad Satán.

Al entrar, fueron recibidos por una recepcionista que los escoltó hasta la sala donde se llevaría a cabo la junta. Cuando entraron, se encontraron con Kuzae y también con Milk, quien se sorprendió mucho al ver a N°18 y viceversa.

-Gokú: “Hola Milk, ¿cómo has estado?

-Milk: “Bien. Oye, ¿vienes con N°18?

-Gokú: “Si, así es Jeje. ¿Por qué lo preguntas?

-Milk: “Sólo por curiosidad. La verdad es que jamás imaginé que estarías con ella

-Gokú: “Jaja yo tampoco, para serte sincero

-Milk: “Y dime, ¿ya están comprometidos?

N°18 que se encontraba cerca se puso súper roja cuando escuchó la pregunta de Milk, por lo que decidió interceder en la conversación de los dos ex–esposos.

-N°18: “¡Hola Milk! ¿Cómo has estado?”, preguntó todavía algo sonrojada.

-Milk: “Jeje muy bien. ¿Y tú cómo has estado?

-N°18: “Bien, gracias por preguntar

Después de ese momento un tanto incómodo, la junta empezó con algunos accionistas de la empresa iniciando la charla. Pero lo que nadie, absolutamente nadie, vería venir es que Gokú tuviese que exponer la idea de la empresa.

Para sorpresa de varios de los presentes, Gokú tomó la palabra y empezó a hablar con mucha seguridad en sus palabras, tocando definiciones de economía entre otras cosas. Hablaba como un gran directivo y como un verdadero conocedor de la materia, dejando prácticamente asombradas tanto a Milk como a N°18 ya que ninguna de las dos se vio venir algo así.

Después de ésta junta bastante sorpresiva, 18 y Milk se pusieron a conversar entre ellas.

-Milk: “Y cuéntame 18, ¿Cuándo se van a casar?

-N°18: “¿De-de qué hablas?”, preguntó sonrojada

-Milk: “Por favor…no creas que soy tonta. Ya sé que estás saliendo con Gokú

-N°18: “¿Y cómo lo sabes?”, preguntó muy sorprendida

-Milk: “Me lo dijo Yugan

-N°18: “¿Yugan? ¿O sea que tú…?

-Milk: “Así es. Lo contraté desde que me divorcié de Gokú

-N°18: “¿Y por qué lo contrataste?

-Milk: “Porque necesitaba ayuda

-N°18: “¿Ayuda? ¿Pero para qué?

Milk suspiró y dijo: “18, ¿Quién crees que paga todas sus deudas? ¿Quién crees que hace las compras de su comida? ¿Quién crees que contrata a la servidumbre?”. Suspiró otra vez y continuó: “Desde que nos divorciamos, soy yo la que lo ha estado ayudando. Es por eso que contraté a Yugan, porque necesitaba alguien más que me ayudara y al mismo tiempo pudiera estar al pendiente

-N°18: “¿Y por qué haces todo eso, Milk?”, preguntó un poco sorprendida

-Milk: “18, no voy a negarte que yo aún siento algo por Gokú. Y no pasa un solo día que no me arrepienta de haberlo engañado. Pero bueno, ya no hay nada que hacer”. Milk tomó las manos de 18 y le dijo: “Por favor, 18. Haz feliz a Gokú. Lo veo en sus ojos. Él te ama con todo su corazón. Casi que te lo imploro, hazlo feliz por mí. Forma la familia feliz que yo nunca pude tener con él”.

Las palabras de Milk hicieron sonreír a N°18, quien después la abrazó y le prometió que ella haría feliz a Gokú. Algunos minutos pasaron y Gokú y 18 se retiraron a la mansión en la misma limusina que los llevó a la junta.

-N°18: “Oye Gokú, la verdad que me sorprendiste. No sabía que eras tan bueno en tu trabajo, especialmente en las juntas

-Gokú: “Jejeje fue más fácil de lo que crees. Kuzae me escribió todo lo que tenía que decir en la mano, ¿ves?” dijo mientras le mostraba que tenía todo lo que dijo en la junta escrito en la palma de su mano.

-N°18: “No puedo creerlo, ¿es en serio?

-Gokú: “Sí, así es. Aunque a veces no le entiendo la letra Jaja

-N°18: “Sí que eres un tonto Jaja. Pero aun así, eres el mejor”, le dijo abrazándolo

-Gokú: “Jeje gracias 18”, dijo respondiendo el abrazo y rascándose la nuca.

Mansión de Gokú

Ya falta poco para que seas mío, Gokú. Sólo falta el momento perfecto…y lo esperaré con ansias”, dijo Caulifla relamiéndose los labios.

Capítulo VIII: ¿Feliz? Navidad[]

Era la mañana de la Navidad. Las casas cubiertas con luces y adornos. Y el espíritu Navideño llega cargado de felicidad para que toda la gente se divierta y pueda sentirse feliz. La Navidad siempre ha sido una ocasión tan bonita y llena de tanta felicidad. Realmente es un momento en el que nada puede salir mal… ¿O sí?

-Gokú: “¡SÍ, POR FIN ES NAVIDAD!”, dijo saltando de felicidad y con un gorro Navideño en su cabeza.

-N°18: “¡Así es! ¡Y es la primera de muchas Navidades que pasaremos juntos!”, dijo la androide abrazando al Saiyajin.

-Gokú: “Eso tenlo por seguro”, respondió abrazándola por la cintura.

Nuevamente sus ojos se perdieron uno en el otro. Y nuevamente sus labios volvían a acercarse. Pero una vez más el momento tan esperado por éstos enamorados fue interrumpido nuevamente. Y ésta vez, fue una interrupción para nada agradable en comparación con las anteriores…

-Caulifla: “¡FELIZ NAVIDAD!”, dijo metiéndose en medio de la pareja. “¡Ten Gokú, un regalo para ti!”, dijo entregándole un paquete al Saiyajin.

-Gokú: “Ah… ¡Gracias! ¿Qué podrá ser?”, se preguntó mientras agitaba la caja.

-Caulifla: “Ábrelo y lo sabrás, jeje”.

-Gokú: “Jaja muy bien”. Al abrir la caja se encontró con una foto enmarcada de Caulifla y un peluche de ella misma. “Ehh…gracias Caulifla jeje. Está…muy bonito”.

-Caulifla: “Es para cuando te sientas solo y no estoy ahí para ti”, dijo mientras le guiñaba un ojo a Gokú. “¿Hoy entrenaremos, cierto?”.

-Gokú: “No, lo siento. Hoy Bulma hará una fiesta de Navidad y nos invitó Jaja

-N°18: “Pobrecita niña…se va a quedar con las ganas de jugar”, dijo de manera burlona.

-Caulifla: “¡¿QUÉ DIJISTE?! ¡AHORA SÍ ESTÁS MUERTA!”, gritó intentando atacar a N°18 pero fue detenida por Gokú.

-Gokú: “Oye, tranquilízate. No es necesario que peleen

-Caulifla: “Te salvaste esta vez, anciana…

-N°18: “Más bien fuiste tú la que se salvó, puberta

Fue una mañana un tanto complicada en la casa de Gokú, en parte por culpa de N°18 y Caulifla. Más bien, todo el problema se originó por su poca compresión mutua.

-Gokú: “Oigan, ya no peleen más. Iremos a la fiesta de Bulma en la tarde”.

-Caulifla: “¿Irás conmigo, verdad?

-N°18: “Jajaja sigue soñando. Gokú irá conmigo, ¿no es así?

-Gokú: “Bueno, yo…

-Caulifla: “¡YO LO DIJE PRIMERO, ANCIANA! ¡PIÉRDETE!”, gritó mientras jalaba de un brazo de Gokú

-N°18: “¡GOKÚ ES MÍO, PUBERTA FASTIDIOSA!”, gritó jalando del otro brazo del Saiyajin.

-Gokú: “¡OIGAN, DÉTENGANSE! ¡ME VAN A ARRANCAR LOS BRAZOS!”, se quejó estando algo mareado.

-N°18: “¿Verdad que me llevarás a mí, Gokú?

-Caulifla: “¡ANCIANA, TE LO ADVIERTO! ¡DEJA A GOKÚ!

-Gokú: “¡YA BASTA USTEDES DOS! Lo discutiremos más tarde. Antes hay que desayunar. Iré a buscar a Marron”, dijo antes de subir las escaleras por la hija de N°18.

Mientras Gokú fue a buscar a la pequeña, las dos mujeres no paraban de pelearse e insultarse. Poco después Gokú bajó con Marron en sus brazos para sentarse en la mesa y poder desayunar. Tiempo después, cada uno se arreglaba para ir a la fiesta de Bulma, a excepción de 18 y Caulifla, quienes se fueron al patio de la mansión.

-Caulifla: “Las reglas son simples, anciana: la primera que deje noqueada a la otra, irá a la fiesta con Gokú

-N°18: “¿De verdad crees que voy a jugar tu tonto juego? Gokú irá conmigo y punto final. Así que puedes guardarte tu jueguito para tus amigos”, dijo mientras le daba la espalda y se volvía a la casa.

-Caulifla: “Ya veo…así que tienes miedo”, dijo haciendo que 18 se detenga. “Si, tal y como lo suponía. Cuando Gokú se dé cuenta que soy más fuerte, entonces sabrá que soy la indicada para él. Tienes razón, no tiene caso medir fuerzas si es obvio que perderás. Además, si mal no recuerdo…eres una androide, no una humana. Solamente eres una imitación de mujer. Gokú envejecerá y tú no podrás hacer otra cosa más que verlo fallecer. Eso sí que es una pena…Bueno, será mejor que me vaya a cambiar, ya que Gokú me trajo un lindo vestido”, dijo de manera sarcástica pasando al lado de 18, pero ésta la detuvo.

-N°18: “Tú no sabes absolutamente nada sobre mí. ¡NUNCA MÁS VUELVAS A MENCIONAR ALGO ACERCA DE LO QUE SOY!”, gritó mientras agarraba a Caulifla y la lanzaba contra un árbol.

-Caulifla: “Maldita anciana… ¿Así que quieres jugar eh?”, dijo mientras detenía otro golpe de 18.

-N°18: “Será mejor que te concentres, idiota”, dijo mientras golpeaba el abdomen de Caulifla y luego le daba una patada en su cara.

-Caulifla: “¡Esto no se va a quedar así!”, gritó antes de transformarse en Súper Saiyajin y lanzarse a golpear la cara de N°18 y después patearla por la espalda lanzándola lejos. Después se apareció enfrente de la androide y la golpeó violentamente en su abdomen. “¿Qué te pareció eso, anciana?”.

-N°18: “Vas a necesitar más que eso para vencerme, puberta”, dijo antes de golpear a Caulifla en el mentón, aturdiéndola.

-Caulifla: “S-Si fuera tú…estaría preocupada Jeje”.

-N°18: “¿De qué me estás hablando, niña?

-Caulifla: “De esto”, dijo antes de alcanzar el Súper Saiyajin 2 para luego patear a N°18 en el mentón, tomarla de su pie y azotarla contra el suelo. “¿Aún crees que necesito más?

-N°18: “Puberta desgraciada…”, dijo antes de desaparecer y aparecer detrás de Caulifla para golpearla, pero esta detuvo su ataque. “¡¿QUÉ DEMONIOS?!”.

-Caulifla: “Jaja…vaya, parece que te sorprendí. Aunque…tampoco te veo muy feliz”, dijo antes de golpear a 18 en su abdomen de tal manera que escupió sangre. “No te das una idea de cuánto esperaba esto. Desde el momento que supe que estabas al lado de mí Gokú, no dudé un segundo en matarte con mis propias manos. Y ahora que te veo así…Lenta, débil y sangrando, aunque no sé si es sangre o aceite lo que te sale, sólo me causa una enorme felicidad”, dijo antes de volver a golpear a la androide haciendo que escupa más sangre todavía.

-N°18: “E-Estás…completamente loca…niña estúpida”, dijo estando muy débil.

-Caulifla: “Si. Estoy loca. Loca por Gokú. Él será mío y no dejaré que sea de nadie más. Incluso si tengo que matar para conseguirlo. Ésta es mi segunda y última advertencia, anciana: ¡ALÉJATE DE MI GOKÚ!”, dijo antes de golpear una vez más a 18.

-N°18: “Jajaja…ni en mil años dejaría que Gokú anduviese con una zorra maniática como tú”, dijo mientras se ponía de pie.

-Caulifla: “Jaja ¿en serio? Bueno, eso lo veremos. Mientras tanto, ya es hora de terminar éste juego”, dijo antes de volver a golpear el abdomen de 18 tirándola nuevamente al suelo.

-N°18: “¿Y…t-todo esto por una simple fiesta? Jajaja cómo s-se nota que eres solamente una niña inmadura

-Caulifla: “¡NO ME VUELVAS A DECIR ASÍ!”, gritó pateando el rostro de 18. “¡MALDITA ANCIANA, ENTIENDE QUE ESTO YA NO ES SOLAMENTE POR LA FIESTA! ¡ME QUEDARÉ CON GOKÚ Y NO HAY NADA QUE PUEDAS HACER PARA EVITARLO!

-N°18: “Aun así… ¡¿DE VERDAD CREES QUE GOKÚ SE FIJARÍA EN UNA MALCRIADA COMO TÚ?! Jaja Gokú solamente te ve como su aprendiz. ¿Por qué no quieres entenderlo?

-Caulifla: “¡MALDITA, YA CÁLLATE!”, gritó Caulifla alzando del cabello a 18. “Gokú será mío a toda costa y empezaré por quitar las piedras de mi camino”, dijo totalmente enloquecida queriendo atravesar el pecho de 18 con mucha furia y desesperación. La androide, al ver que Caulifla ya no estaba en su sano juicio para pelear, aprovechó la oportunidad y noqueó a Caulifla golpeándola con todas sus fuerzas en el cuello.

-N°18: “Puberta desquiciada. No dejaré que le hagas algo a mi familia”, dijo mientras se ponía de pie.

N°18 al entrar a la casa fue directamente a maquillarse para que no se notaran las marcas de los tremendos golpes que recibió peleando con Caulifla. Aunque tardó bastante tiempo en cubrir sus heridas, logró estar lista a tiempo para la fiesta de Bulma, aunque aún estaba bastante adolorida.

-Gokú: “Hola, 18. Oye, ¿Caulifla no va a ir?

-N°18: “¿Y para qué quieres saber eso?”, preguntó bastante enojada.

-Gokú: “Eh…Bueno, es que ella me había pedido un vestido porque iría a la fiesta. Pero ahora no la veo”.

-N°18: “Pues no es nuestro asunto si va o no. Ya vámonos a la fiesta”, dijo cargando a Marron en sus brazos.

-Gokú: “Sí, creo que tienes razón Jaja. Hay que irnos”, dijo mientras salían de la mansión.

Gokú estando en la mesa con N°18 decidieron apartarse un poco e ir a un lugar más cercano a las costas del mar, dejando a Marron jugando con Goten y Trunks.

-Bulma: “Krilin, ¿Qué te pasa? No te he visto muy animado en la fiesta. ¿Quieres contarme?

-Krilin: “No es nada, Bulma. Sólo que…estoy un poco aburrido

-Bulma: “¿Aburrido? Krilin, te conozco desde que eras un niño, tanto a ti como a Gokú. Mejor dime. ¿Es por 18?

-Krilin: “Evidentemente tienes razón. No puedo ocultarte nada. Pero sí…es por lo de 18

-Bulma: “¿Pero por qué? Digo, además de que la engañaste, ¿ocurrió algo más?”, dijo con un tono algo burlón.

-Krilin: “Debo decirte que no eres de mucha ayuda, Bulma…

-Bulma: “Perdón, pero nadie te digo que anduvieras de casanova”, dijo mientras prendía un cigarrillo.

-Krilin: “Si, ya sé. Toda la culpa es mía”, dijo con un tono algo triste. “Pero igualmente no es por eso”.

-Bulma: “¿Y entonces?

-Krilin: “Es que…creo que por fin entendí realmente lo que quiero. Quiero que 18 sea feliz…aunque no sea conmigo

-Bulma: “¿Y por eso andas triste?

-Krilin: “No exactamente. Lo que pasa es que….últimamente he estado haciendo cosas de las que no me siento muy orgulloso y se me hace muy difícil contárselas a alguien

-Bulma: “¡Vamos, Krilin! Soy tu amiga, puedes contarme lo que sea

-Krilin: “Está bien, está bien. He estado trabajando…en algo realmente malo y…realmente yo ya no quiero formar parte de eso. En un principio lo hacía por venganza, pero me di cuenta de que no tenía que vengarme. Sólo vivía con esa falsa de idea de que me arrebataron lo que era mío, cuando en realidad fue mi culpa. Yo la perdí”.

-Bulma: “Krilin…tal vez yo no sea la persona más indicada para dar consejos…pero sí te puedo decir esto como tu amiga: Si ya no quieres hacer algo o sientes que está mal, entonces da un paso al costado”.

-Krilin: “Es que…no es tan sencillo”.

-Bulma: “Pero claro que es sencillo. ¿En qué te has metido?

-Krilin: “Ehh…pues…yo…”, dijo antes de que justo sonara su celular. Lo sacó de su bolsillo y vio que era Caulifla quien llamaba. “Perdona, pero me tengo que ir”, dijo yéndose de la fiesta y respondiendo la llamada de la Saiyajin. “¿Hola, Caulifla?”.

-Caulifla: “¡IDIOTA PELÓN! ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁS?!”, le gritaba mientras se sobaba el cuello.

-Krilin: “Bueno estoy aquí en la fiesta. ¿Y tú dónde estás?

-Caulifla: “Eso no te incumbe. ¿Está Gokú ahí?

-Krilin: “Sí, está aquí. Oye…creo que deberíamos hablar sobre lo que piensas hacer

-Caulifla: “No tengo tiempo para tus estupideces. Ven rápido detrás de la Corporación Cápsula”, dijo antes de colgar la llamada.

En la playa

-N°18: “Oye Gokú, ¿a dónde me llevas ésta vez?”, preguntó mientras tenía los ojos vendados.

-Gokú: “Jeje es una sorpresa, ya verás. Listo, ya puedes quitarte la venda”.

-N°18: “Vaya, al fin”, dijo quitándose la venda.

Al hacerlo, se encontró con una mesa para dos colocada sobre las blancas arenas de la playa, con un mesero que se veía muy elegante.

-Gokú: “¿Te gusta? Bulma me dijo que esto podría alegrarte mucho

-N°18: “Pues no se equivocó”, dijo abrazando al Saiyajin. “Ven, vamos a comer”, dijo empezando a correr sobre la arena mojada.

-Gokú: “¡SIII!”, dijo alcanzando a 18 entre risas y cargándola en sus brazos como si fuera una princesa.

Corporación Cápsula

La fiesta poco a poco iba terminando y los invitados empezaban a relajarse y bajar un poco el ritmo de la celebración. Los únicos que seguían muy animados eran los más pequeños: Marron, Goten y Trunks. Los niños se la pasaban jugando en el patio y corriendo de un lado al otro sin parar. Era como si ellos tuviesen energía infinita y no N°17 y N°18. Pero detrás del edificio, donde no había nadie, se encontraban Caulifla y Krilin hablando de su maligno plan.

-Krilin: “Oye Caulifla… ¿Y si mejor nos olvidamos de esto?

-Caulifla: “Jajaja vaya, no sabía que eras tan bueno contando chistes. Pero ya deja tus estupideces o te mataré aquí mismo. ¿No me digas que ya te arrepientes?

-Krilin: “N-No. Sólo digo que ellos son felices y creo que es mejor dejarlos así

-Caulifla: “Te dije que no sigas con tus estupideces y haz lo que te digo

-Krilin: “No”, dijo firmemente.

-Caulifla: “¿Qué dijiste?

-Krilin: “Ya me oíste, dije que no. No lo haré. Por fin comprendí lo que quiero. Y quiero que N°18 sea feliz. Y si Gokú es quien la hace feliz, entonces que así sea”.

-Caulifla: “Escucha…”, dijo antes de alzar a Krilin del cuello. “No salgas ahora con esa basura. Tú fuiste quien traicionó a tu esposa y la dejó por otra. Y si mal no recuerdo, también traicionaste a tu mejor amigo. ¿No es así? Jajaja. Tú eres solamente un pedazo de basura traicionera. Ni siquiera deberían mirarte a los ojos”.

-Krilin: “T-tienes toda la razón, Caulifla”, dijo Krilin intentando respirar. “P-pero me di cuenta de mis errores. Y no p-pienso dejar que les quites su felicidad a las personas que me importan, a p-pesar de lo que les hice…Ellos se merecen ser f-felices y haré todo lo posible para que así s-sea”.

-Caulifla: “Pobre de ti, pelón. La verdad que me caías bien. Pero simplemente no puedo dejar que hagas eso”, dijo antes de apretar más el cuello de Krilin.

-Krilin: “C-Caulifla…e-espe-

Palabras inconclusas y una voz que se apagaba cada vez más. Caulifla había roto el cuello de uno de los terrícolas más fuertes matándolo casi de manera instantánea. Sólo se veía cómo el cuerpo de quien en un tiempo fue el hermano del alma que tuvo Gokú estaba inmóvil y sin indicio alguno de vida. Caulifla simplemente lo miró con repudio y dejó caer el cadáver de Krilin al suelo, mirándolo con asco y odio. Pero en unos arbustos muy cerca de donde estaba, se escuchó el crujir de una rama.

-Caulifla: “¿Ehh? ¡¿Quién demonios anda ahí?!

-Goten: “¡Ay no! ¡Ya nos descubrió! ¡Vámonos!”, dijo antes de empezar a correr de vuelta a la fiesta junto con Marron. Lamentablemente por la desesperación al huir, Goten tropezó con una piedra. Al darse cuenta de que Caulifla los alcanzaría, decidió dejar ir a Marron ocultándola pero al mismo tiempo dándole la oportunidad a Caulifla de atraparlo.

-Caulifla: “¿Qué haces aquí, pequeño? ¿Y dónde está tu linda amiguita?”, preguntó con una voz dulce aunque fingida.

-Goten: “Aléjate de mí, monstruo”, empezando a llorar. “¡USTED MATÓ A KRILIN!

-Caulifla: “Goten…Goten…Goten…”, dijo suspirando. “Krilin era alguien malo y tenía que castigarlo para que ya no hiciera daño ni a tu papá ni a sus amigos”.

-Goten: “¡ES USTED QUIEN BUSCA HACERLE DAÑO A MI PAPÁ!”, gritó enfurecido.

-Caulifla: “Tranquilo, pequeño. Yo no quiero hacerle daño a tu papá”.

-Goten: “¡NO ME MIENTA! ¡LA ESCUCHÉ HABLANDO CON KRILIN!

-Caulifla: “¡Rayos, qué difícil es tratar con niños!”, dijo quejándose. “¡Escucha bien, enano: Tú no le dirás nada a tu papá y nada malo pasará!

-Goten: “¡USTED NO PUEDE OBLIGARME!”, gritó antes de golpear a Caulifla en el mentón.

En ese momento, Goten salió volando a toda velocidad para ir a buscar a su padre. Goten ya sentía el Ki de su papá y era cuestión de minutos que llegase al lugar, pero nada salió como lo esperaba…ya que fue derribado por una onda de Ki.

-Caulifla: “¡¿A dónde crees que vas, pequeña basura?!”, gritó pateando a Goten.

-Goten: “Es…un monstruo”.

-Caulifla: “Goten… ¡Deberías alegrarte! ¡Por fin vas a tener una madre como yo y lo único que haces es evitar que esté con Gokú! ¡Pronto seré tu madrastra, podremos ser amigos, entrenar juntos y ser una familia feliz! Jajaja”, dijo riéndose de manera maniática asustando al pequeño Saiyajin.

-Goten: ¡USTED ESTÁ LOCA! ¡USTED NUNCA SERÁ MI MAMÁ!

-Caulifla: “Oh…no debiste haber dicho eso, Goten…”, dijo cambiando a un semblante totalmente serio. “Parece que no me dejas de otra…”, dijo antes de golpear a Goten en el abdomen, dejándolo inconsciente.

La Saiyajin tomó al pequeño y volvió al mismo sitio donde dejó el cadáver de Krilin. Al llegar no perdió el tiempo y también agarró a Marron, quien pese a sus lloriqueos sabía que no tenía escapatoria. Caulifla ató a Marron y Goten y se los llevó a un lugar desconocido.

De vuelta en la playa

-N°18: “Oye Gokú, ¿Por qué no has comido?”, preguntó bastante preocupada.

-Gokú: “No…no es nada”, viéndose algo distraído.

-N°18: “Gokú…yo te conozco y no eres así. Dime, ¿Ocurrió algo malo?”.

-Gokú: “No, no, no es nada malo. Es solo que tengo algo…que no puedo decirlo… es como una sorpresa”.

-N°18: “Bueno, si es una sorpresa, ¿Por qué te preocupa tanto?

-Gokú: “Tienes razón. Bueno, creo que ya es el momento”, dijo levantándose de la mesa y tomando de la mano a 18 para hacer lo mismo. “18, no sé si esto es algo precipitado…pero aun así, me arriesgaré: 18, no sé cómo explicar lo que tú me haces sentir. Cuando estoy a tu lado, estoy muy feliz. Me siento lleno no sólo de energías sino también de alegría. Me siento alguien completo porque tú eres la persona que llena ese vacío y no hay momento que no aguante sin estar a tu lado. Por eso es que…Número 18… ¿Quisieras casarte conmigo?”, dijo arrodillándose y mostrando un anillo de brillantes.

Las palabras de Gokú fueron como una bomba de felicidad para la bella androide, quien sin mediar palabra levantó a Gokú para abrazarlo y aunque no podía hablar, su rostro lleno de felicidad decía mucho más que un simple “”. Ella lloraba de felicidad en el hombro de Gokú, mientras que éste la contenía con todo el gusto del mundo, pero ya había llegado el momento. Sí. El momento de sellar esa unión que tantas veces había sido pospuesto anteriormente.

Una vez más sus miradas llenas de felicidad, pasión y amor se perdieron uno en el otro y por última vez sus labios se acercaban lentamente. Las comisuras ya se rozaban…hasta que finalmente todo desembocó en un largo y ansiado beso.

Un beso que no podía describirse con palabras. Un beso que demostró el amor y todo el afecto que se tenían el uno al otro por lo que son ellos y por lo que había en sus corazones, pero que por la falta de aire debido a la intensidad, se terminó en una respiración rápida e intensa.

-Gokú. “Wow…eso fue…

-N°18: “Espectacular

-Gokú: “Entonces… ¿Eso es un ’Sí’?

-N°18: “No…es un ‘¡CLARO QUE SÍ!’”, dijo antes de volver a abrazar y besar a Gokú.

-Gokú: “¡GENIAL!”, dijo saltando de la felicidad luego del beso para después ponerle el bello anillo matrimonial a N°18.

-N°18: “Jaja y dime Gokú, ¿Ésta fue tu idea?

-Gokú: “Bueno…casi que lo fue Jeje. La verdad es que Bulma me ayudó en mucho de lo que viste. Le debo muchísimo. Sólo espero que no se enoje por lo de su fiesta”.

-N°18: “No te preocupes, será mejor que nos vayamos”, dijo sonriéndole a Gokú y tomándolo de la mano para emprender vuelo juntos en dirección a la Corporación Cápsula.

Corporación Cápsula

-Bulma: “¡GOKÚ! ¡Cuéntame cómo te fue!”, preguntó emocionada.

-Gokú: “Pues, me fue mucho mejor de lo que esperaba Jaja”.

-N°18: “Así es. Y ahora estamos comprometidos”, dijo mostrando el anillo de compromiso con una enorme sonrisa.

-Bulma: “¡AY QUE FELICIDAD! ¡FELICIDADES PARA LOS DOS!” dijo antes de abrazarlos a ambos súper emocionada. “Me alegra saber que mi plan resultó. Pero ya que están aquí, ¿Por qué no disfrutan de la fiesta? Eso sí: traten de no beber mucho Jaja”.

-N°18: “Ven Gokú, vamos a celebrar”.

-Gokú: “Jajaja si, vamos-“, dijo antes de ser interrumpido por Gohan.

-Gohan: “Hola papá. Hola 18. Siento aparecer así pero… ¿No has visto a Goten? No lo he visto desde hace rato y ya nos tenemos que ir o sino mamá se va a enojar”.

-Gokú: “Quédate tranquilo, hijo. De seguro que está jugando con Trunks y con Marron”.

-Gohan: “Es que ese es el problema: Trunks tampoco lo ha visto desde hace rato. Dice que la última vez que lo vio fue hace como una o dos horas”, dijo haciendo que el semblante de Gokú pase de uno feliz a uno serio.

-Gokú: “Está bien, iré a buscarlos. No te preocupes, hijo”.

-N°18: “¿Qué pasó, Gokú? ¿Qué fue lo que te dijo Gohan?”.

-Gokú: “Goten y Marron no aparecen”, dijo con un semblante preocupado.

-N°18: “¡¿QUÉ?! ¡¿MARRON TAMBIÉN?! Esto no es posible… ¡HAY QUE BUSCARLOS DE INMEDIATO!”, dijo antes de separarse de Gokú para ir con Bulma.

-Caulifla: “Hola Gokú, ¿qué pasó?

-Gokú: “Goten y Marron no aparecen. Ya traté de sentir sus Ki…pero no los encuentro”.

-Caulifla: “Tranquilo mi Gokú. Todo va a estar bien. ¿Por qué mejor no vamos a tu casa? Los niños están jugando ahí. Ya sabes que a Goten le encanta estar en la mansión y tal vez se haya tomado muy en serio el jugar a las escondidas”.

-Gokú: “No lo sé…creo que mejor me voy con 18 a ayudarla”.

-Caulifla: “Gokú, por favor hazme caso. Además necesitas relajarte”, dijo mientras empezaba a masajear la espalda del Saiyajin. “Estás muy estresado, mi cielo”, le susurraba al oído. “¿Por qué no te relajas un poco conmigo?”.

-Gokú: “Jajaja me haces cosquillas. Tal vez tengas razón, vamos a la mansión. Antes tengo que avisarle a 18

-Caulifla: “¡NO! Digo…que no, no creo que sea necesario. Piensa que así le podrás dar una sorpresa”.

-Gokú: “¿Eh? Bueno…Está bien”, dijo algo desconfiado.

-Caulifla: “Bueno, creo que será mejor irnos,  ¿no?

-Gokú: “Si”, dijo antes de levantar vuelo pero enseguida se detuvo al ver que Caulifla no volaba. “¿Qué te sucede, Caulifla?

-Caulifla: “Es que no me siento bien…me siento mareada y algo débil”, dijo fingiendo.

-Gokú: “Oh…bueno, entonces será mejor que te quedes con Bulma”.

-Caulifla: “No, no quiero dejarte solo en esto. Por favor, llévame”.

-Gokú: “Bueno, está bien”, dijo antes de cargarla de manera nupcial.

Eso Gokú. Sigue mi juego con feromonas  y con éste vestido. Te empezarás a sentir extraño y muy excitado. Tan solo faltará mi droga del amor para que seas solamente mío”, pensaba Caulifla mordiéndose los labios.

Cuando ambos llegaron a la mansión empezaron a buscar en prácticamente todos los rincones, a excepción de Caulifla, quien solamente acompañaba a Gokú. Tiempo después, Caulifla fue a la cocina a preparar una taza de té, sirviéndolo en una taza para posteriormente dejar caer todo su malvado plan dentro de ella, revolviéndolo con un poco de azúcar.

-Caulifla: “¡Gokú! ¡Te traje un poco de té!

-Gokú: “Muchas gracias. Ya estoy muy preocupado, no aparecen los niños por ningún lado. La verdad es que no creo que estén aquí, Caulifla. Será mejor que nos vayamos”.

-Caulifla: “Sí, creo que será mejor. ¿Pero por qué no tomas un poco de té antes de irnos? Te ayudará a relajarte aunque sea un poquito Jeje”, dijo antes de ver cómo Gokú ingería todo el té de la taza. “¿Qué tal estuvo, bombón?

-Gokú: “Pues…sabía un poco raro. Como que me dejó un sabor extraño en la boca. Pero bueno, ya nos podemos ir”, dijo levantándose de la silla.

-Caulifla: “Gokú…no me siento bien”, dijo antes de dejarse caer al suelo.

-Gokú: “¡¿Caulifla?! ¡¿Qué te pasa, estás bien?!

-Caulifla: “Si si…sólo necesito descansar… ¿Me podrías llevar a mi cama? No puedo levantarme…

-Gokú: “Si, claro”, dijo levantando a Caulifla para llevarla a su habitación. Pero ni bien lo hizo se sintió mareado y extraño a la vez.

Durante el camino a su habitación, Caulifla empezó a liberar feromonas que marearon aún más a Gokú, quién empezó a caer en un estado totalmente embobado. Cuando llegaron a la habitación, Gokú recostó a Caulifla en su cama y la miró fijamente a los ojos.

-Caulifla: “¿Tienes algo que decir, mi Gokú?”, dijo de manera seductora y viendo los ojos perdidos del Saiyajin, éste simplemente la besó en los labios. Caulifla al ver que su plan había funcionado, se abalanzó sobre Gokú enrollando sus piernas alrededor de su cintura y sus brazos por su cuello, para después empezar a besarlo de manera salvaje.

Corporación Cápsula

-Bulma: “No los encontramos. Ya recorrimos toda la corporación y los alrededores de la ciudad. Incluso Yamcha y Ten-Shin-Han fueron hasta el continente de hielo y tampoco encontraron nada. Sólo falta que llegue Gohan”.

-N°18: “No puede ser. ¡¿DÓNDE DEMONIOS PUEDEN ESTAR?! ¡¿QUIÉN SERÍA TAN ESTÚPIDO COMO PARA LLEVÁRSELOS?!

-Bulma: “Cálmate 18. Ya los encontraremos. ¿Por qué no regresas a la mansión con Gokú y te relajas un poco?

-N°18: “¡CON UN DEMONIO, BULMA! ¡NO PUEDO RELAJARME MIENTRAS QUE MARRON Y GOTEN SIGAN DESAPARECIDOS!

-Bulma: “18, tienes razón. Perdóname, pero no podemos hacer gran cosa ahora”.

-N°18: “No…perdóname tú a mí, Bulma”, dijo entre lágrimas. “Yo te grité y tú me estás ayudando y mucho. Perdóname, pero no puedo estar tranquila sabiendo que los niños están perdidos. Y lo peor es que no sentimos sus Ki”.

-Bulma: “Tranquila 18, como te dije, los vamos a encontrar”, dijo mientras contenía a la androide en un abrazo.

-Gohan: “Lo siento, pero tampoco encontré nada. No estaban en la casa del Maestro Roshi”, dijo Gohan ni bien aterrizó.

-N°18: “Maldita sea…

-Bulma: “18, hazme caso por favor. Es mejor mantenerse calmados y serenos. No llegaremos a ninguna parte si nos enloquecemos. Será mejor llevarte a tu casa, porque claramente no estás en condiciones de volar sola”.

-N°18: “Muchas gracias, Bulma. Pero necesito despejarme. Será mejor que me vaya”.

Mansión de Gokú

Un gran silencio y un aura extraña se sentían con toda la intensidad en la casa. Pero en un momento se escuchaban pisadas cerca de la cocina. Era Caulifla, quien estaba buscando algo para comer en el refrigerador. Ella se encontraba semidesnuda, de no ser por una camisa de hombre que cubría su torso…

Por fin mi Gokú y yo estamos juntos. Y esta vez nada nos podrá separar”, dijo Caulifla antes de tomar su comida y devorarla.

Pero ni bien terminó, escuchó a alguien entrar en la mansión. Y por el Ki, ya se dio cuenta de quién se trataba…

-Caulifla: “Ah hola 18”, dijo de linda manera.

-N°18: “¿Caulifla? ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO DESNUDA Y CON LA CAMISA DE GOKÚ?!”, gritó enojada.

-Caulifla: “Jajaja… ¿Es qué no te das una idea de lo que hicimos Gokú y yo?

-N°18: “¿Qué estás insinuando, niña estúpida?

-Caulifla: “Oh nada…sólo diré que Gokú es espectacular en la cama. Una verdadera bestia”, dijo mordiéndose el labio.

-N°18: “Ja…ja…ja…buen intento, estúpida. Pero hoy Gokú me pidió matrimonio. Así que vete a decir tus estupideces a otro lado, puberta”.

-Caulifla: “Bueno, en vista de que no me quieres creer… ¡GOKÚUUU!”, gritó la Saiyajin casi dejando sorda a 18.

Ni bien el grito llegó a los oídos de Gokú, éste se teletransportó al instante donde estaban las dos mujeres, dejando a 18 muy sorprendida y triste. Ante ésta imagen, 18 empezó a golpearlo. Pero Gokú ni se inmutaba. Simplemente recibía los golpes sin moverse ni un centímetro.

-N°18: “¡ERES UN MALDITO! ¿Por qué…?”, dijo con lágrimas de furia en sus ojos

-Gokú: “…”

-N°18: “¡CON UN DEMONIO! ¡¿POR QUÉ?!

-Caulifla: “Ya no te esfuerces, anciana. Será mejor que te vayas de aquí

-N°18: “Tú… ¡TÚ LE HICISTE ALGO A MI PROMETIDO! ¡TE VOY A MATAR!

-Caulifla: “Jajaja quiero ver que lo intentes”.

En el momento que N°18 iba a golpear a Caulifla, Gokú se interpuso lastimando el brazo de la androide. Al ver lo que hizo, ya no podía seguir peleando. Pero esto no fue suficiente para Caulifla, ya que quería verla sufrir. Por lo que ordenó a Gokú golpear a 18 hasta que ya no pudiera levantarse más. Lo que vino después fue una escena tan terrible como triste. Por más que 18 intentaba defenderse, Gokú la golpeaba de manera salvaje, al punto de dejarla herida de gravedad.

-Caulifla: “Jajaja es tan placentero verte sangrando. Y lo mejor de todo es que ni siquiera lo hice yo, sino Gokú

-N°18: “M-maldita… ¿Q-qué le h-hiciste a G-Gokú?

-Caulifla: “Nada. Yo creo que se dio cuenta de mí y…bueno…se enamoró

-N°18: “E-eres una d-desquiciada…

-Caulifla: “Jaja piensa todo lo que quieras. Después de todo ya no estarás en éste mundo

-N°18: “¡¿Q-QUÉ?!

-Caulifla: “Gokú…te ordeno que la mates

Gokú al escuchar esa orden no podía negarse ni poner resistencia. Sólo podía verse como el Saiyajin avanzaba hacia una asustada y gravemente lastimada N°18 con su aura asesina y sus puños cerrados. 18 intentaba arrastrarse alejándose de Gokú, pero era en vano. El Saiyajin tomó a la androide del cabello y la alzó hacia su rostro, deteniéndose para verla tratando de entrar en razón, pero no hubo caso. Gokú al ver a 18 la golpeó de manera brutal en el abdomen, lanzándola por la ventana y fuera de la ciudad, con un destino incierto para su aterrizaje brutal.

-Caulifla: “Buen trabajo, mi amor. Volvamos a la cama. Necesito que me hagas un trabajito Jaja

Unas horas después

Caulifla paseaba por unos pasillos blancos con dos bandejas con comida. Después de un tiempo, Caulifla llegó a una habitación realmente asquerosa donde se encontraban Goten y Marron, atados y con unos extraños collares metálicos en sus cuellos.

-Caulifla: “Ya es hora de despertar, pequeños. Les traje la comida”, dijo mientras les lanzaba agua.

-Goten: “¿Eh? ¿Dónde estamos?

-Caulifla: “Hasta que despertaron. Ya es hora de comer”.

-Goten: “¡MALDITA! Ya verás cuando mi papá se entere de lo que hiciste

-Caulifla: “No pequeñín. Gokú jamás se enterará de esto. Por cierto, yo que tú no intentaría liberarme. O recibirás una descarga que te desmayará, cortesía de Kyabe. Jajaja. Bueno, nos vemos. Tengo una cita con mi Gokú. Adiós, pequeños”.

Al parecer el plan de Caulifla marchaba a la perfección. Y ya no hay nadie que la detenga. Hay Navidades que sí pueden terminar en desgracia…

Capítulo IX: Una ayuda inesperada[]

Un rayo de luz. Era lo único que veía. Mi cuerpo me dolía muchísimo…Sentía que estaba rota por todos lados. No había parte de mi cuerpo que no me doliera. Pero a pesar de eso, sentía agua a mí alrededor. Podría ser un río, una laguna o el mar mismo…pero la verdad que ya no me importaba. No sentía las fuerzas o siquiera las ganas de seguir con mis ojos abiertos. Cada segundo que pasaba sentía más sueño. Podía sentir la muerte susurrándome al oído, pero…ya no importaba. La persona que más quería me ha traicionado. Me dio la espalda de la peor manera posible. Ya no puedo más. Ya no puedo seguir con esto. Cuando desperté, sentía mis ojos cansados y mi visión era borrosa. Apenas podía distinguir donde estaba. Parecía una especie de cabaña o algo por el estilo. Ya no podía ver claramente. Era de noche. Lo único que alumbraba era una vieja lámpara de vela que apenas sí podía iluminar algo. Cuando sentí la fuerza suficiente intenté ponerme de pie y tomar una bandeja que se encontraba en la mesa frente a donde yo estaba acostada. Pero al moverme, me di cuenta de todo el vendaje que tenía la mayor parte de mi cuerpo, además del inmenso dolor que todavía sentía”.

-…: “Será mejor que no te muevas, si es que quieres recuperarte”, dijo alguien mientras abría la puerta de la cabaña.

-N°18: “¿Q-Quién eres tú? ¿Y d-dónde estoy?”, dijo mientras intentaba acomodarse en la cama.

-…: “Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Es normal que no recuerdes

-N°18: “¿De q-qué hablas? Será mejor que t-te expliques si no quieres morir

-…: “Tu hermano ya me mató una vez. Y no fue una experiencia para nada agradable”.

-N°18: “¿Q-Qué? ¿Mi hermano? ¡¿QUIÉN ERES?! ¡MUÉSTRATE!

-…: “¿Y? ¿Sorprendida?”, dijo saliendo de la penumbra.

-N°18: “¡¿GERO?! ¡¿Pero c-cómo fue que sobreviviste?! ¡17 te había asesinado!

-Dr. Gero: “Eso es lo que ustedes pensaban. Lo cierto es que nunca me mataron completamente. Solamente borraron algunos ideales de mi memoria”.

-N°18: “¿A qué te refieres?

-Dr. Gero: (Suspirando y sentándose en una silla) “El día que N°17 me arrancó la cabeza, toda mi memoria fue transferida a una máquina de respaldo en caso de que perdiera la batalla contra los Saiyajin. Pero no contaba con el hecho de que al morir, algunos recuerdos y sentimientos serían borrados de ella. Cuando mi memoria fue guardada, rearmé mi cuerpo con partes nuevas para después pasar toda mi memoria a un nuevo cuerpo…pero todo cambió. Todos mis instintos, mis sentimientos, mis ideales…habían sido modificados. Me di cuenta de que ya no quería volver a ser el de antes. Después de un tiempo me mudé aquí, a éste bosque. Desde entonces que cultivo mi propia comida y me dedico a ayudar en esta zona, incluyendo a las personas que necesiten de mí. En éste lugar ellos solamente pueden valerse de sus cultivos. No tienen conocimientos de absolutamente nada fuera de la agricultura. Desde que supe de sus problemas, dedico tiempo a enseñar a los habitantes de éste lugar, así como también los ayudo cuando se enferman. Y lo demás, ya es historia”.

-N°18: “¿Y cómo sé que todo esto no es más que un montón de mentiras?

-Dr. Gero: “¿Realmente crees que estaría aquí si aún fuese el mismo de antes? Tú puedes pensar lo que quieras, pero no te dejaré morir. Así que mejor no te muevas o lastimarás los cables de tu espina dorsal”.

-N°18: “¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ DEMONIOS ME ESTÁS HACIENDO?!”, exclamó dándose cuenta de los cables en su espalda.

-Dr. Gero: “Te ayudarán a sanar más rápido, además de que necesitarás unas mejoras. ¿O piensas derrotar a esa niña con ese nivel de pelea?

-N°18: “¡¿Y CÓMO DEMONIOS SUPISTE ESO?!

-Dr. Gero: “No es difícil ver tu memoria estando conectada a esta máquina. Entonces, ¿Vas a aceptar mi ayuda o te vas a seguir quejando?

-N°18: “Ya no me interesa…que esa idiota haga lo que quiera

-Dr. Gero: “Está bien, como quieras. Ahora descansa. Te traeré algo de comer”.

Han pasado dos semanas desde que Goten y Marron desaparecieron, además de la última vez que se la vio a N°18. Bulma no paraba de buscarlos, pero le llamaba la atención el hecho de que Gokú no la haya estado ayudando en su búsqueda, además del hecho de que ni siquiera ha ido a trabajar.

En un momento Bulma llegó a la mansión de Gokú para buscar algún tipo de respuesta.

-Bulma: “¡Oye, Gokú! ¡¿Se puede saber por qué no has estado yendo a trabajar?! El esposo de Milk me ha dicho que has estado faltando al trabajo las últimas dos semanas. Por favor, Gokú. Tenemos que hablar”, dijo la científica mientras golpeaba la puerta principal.

-Caulifla: “¿Sí? ¿Qué es lo que quieres, Bulma?”, preguntó mientras abría la puerta usando solamente la camisa de Gokú.

-Bulma: “Ah hola Caulifla. Es que necesito hablar de algo con Gokú. Algo personal”.

-Caulifla: “Está bien…pasa”, dijo antes de correrse para dejarla ingresar.

-Bulma: “Y dime… ¿Cómo está Gokú? No lo he visto desde que Goten y Marron desaparecieron

-Caulifla: “Él está bien. Créeme, está perfecto”, dijo mordiéndose los labios.

-Bulma: “Ok…cambiando de tema, ¿Qué has hecho últimamente tú?

-Caulifla: “¿Yo? No mucho, la verdad. Pasar tiempo con Gokú. El pobre ha estado muy triste por sus hijos…y lo he estado ayudando en éstos tiempos tan malos para él. ¿Por qué preguntas?

-Bulma: “No, por nada. Pero déjame decirte que aquí en la Tierra cuando ves a una mujer usando la camisa de un hombre sin nada abajo, es porque estuvo teniendo sexo. ¡¿QUÉ DEMONIOS LE HICISTE A GOKÚ, MOCOSA?!”.

-Caulifla: “Jajaja vaya…hasta que por fin alguien se dio cuenta. Sí que son lentos aquí en la Tierra”.

-Bulma: “¡DIME QUÉ DEMONIOS LE HICISTE!

-Caulifla: “Bulma, cálmate. Es solo que Gokú se dio cuenta de mis sentimientos por él”.

-Bulma: “¡No creas que soy idiota, mocosa! ¡Gokú le propuso matrimonio a N°18 el día de la fiesta, justo el mismo día que ella desapareció junto con los niños! ¡Así que dime qué le hiciste!

-Caulifla: “Bueno…ya que realmente quieres saber…Gokú mató a 18 ese día. Debiste verlo: la pobre inútil sangrando y suplicando por su vida Jajaja. De las mejores cosas que he visto”.

-Bulma: “¡¿Q-QUÉ?! ¡ESO ES MENTIRA, GOKÚ NUNCA HARÍA ESO! ¡ÉL AMA A 18!

-Caulifla: “¡PUES YA NO! ¡Y NO VUELVAS A MENCIONAR A ESA MALDITA PERRA!”, dijo la Saiyajin mientras ahorcaba a Bulma. “O habrá otra más en una tumba…”.

-Bulma: “E-eres…una…m-maldita. Si me m-matas, Vegeta t-te enviará directo al i-infierno…

-Caulifla: “No le tengo miedo a ese enano”, dijo antes de soltar a Bulma. “¡Gokú! Saca a ésta imbécil de mi vista”.

Así como lo haría un buen perro faldero, Gokú obedeció a Caulifla al pie de la letra y sacó a Bulma de la mansión, aunque sin lastimarla ya que no había recibido la orden de hacerlo. Bulma, por su parte, estaba furiosa no solo por el hecho de que Gokú la haya echado así nomás sino también por el hecho de que Caulifla se haya atrevido a hacer semejantes barbaridades.

-Bulma: “¡MALDITA NIÑA! ¡TENGO QUE AVISARLE A VEGETA ENSEGUIDA!

Corporación Cápsula

-Bulma: “Vegeta, por favor. Necesitamos ayudar a Gokú. Esa niña está totalmente loca

-Vegeta: “No es mi problema. Que ella haga lo que quiera con ese tonto de Kakarotto

-Bulma: “Vegeta, por favor escúchame: está siendo manipulado por Caulifla, pero aun no entiendo cómo lo está controlando”.

-Vegeta: “Ya te dije que no es mi problema”, dijo mientras tomaba una bebida energética.

-Bulma: “Está bien. Entonces…hazlo por mí: ¡ELLA INTENTÓ MATARME! Pero escucha, tenemos un plan para-

Ni bien escuchó que Caulifla intentó matar a su esposa, Vegeta la interrumpió rompiendo la botella de su bebida energética debido al enojo que sentía. “¡ESA MALDITA NIÑA ME LAS PAGARÁ TODAS JUNTAS!

-Bulma: “¿Entonces sí me vas a ayudar?

-Vegeta: “¡SOLAMENTE IRÉ A ROMPERLE LA CARA A ESA MOCOSA! ¡LO QUE SUCEDA CON KAKAROTTO YA NO ES MI ASUNTO!”, dijo antes de salir volando de la Corporación Cápsula dejando una estela de luz.

-Bulma: “¡NO, VEGETA! ¡ESPERA!”, dijo viendo cómo ya se había ido. “¡Ay ese Saiyajin! Será mejor decirles de esto a Gohan y los demás”.

En la cabaña del Dr. Gero

-Dr. Gero: “Ya despierta. Te traje tu comida

-N°18: “No tengo ganas de comer

-Dr. Gero: “Te hará bien comer. Necesitas recuperar energías si no quieres morir

-N°18: “Ya…me da igual”, dijo con una voz quebrada.

-Dr. Gero: “Está bien. Como tú quieras

-N°18: “Oye, espera. Quiero que me hagas un favor…Q-quiero que borres mi memoria”.

-Dr. Gero: “No puedo

-N°18: “¿No puedes o no quieres?”, preguntó un poco molesta.

-Dr. Gero: “No quiero…Ya lo hice una vez contigo y tu hermano. Les arrebaté sus vidas pasadas y todo lo que habían hecho. Ya no quiero hacer eso de nuevo”.

-N°18: “Por favor…por favor, ya no quiero seguir sufriendo. No quiero. Ya estoy harta de sufrir todo el tiempo. Siempre…siempre que encuentro la felicidad me da la espalda y termino todavía más lastimada de lo que estoy ahora. Así que si sabes cómo hacerlo, te suplico que lo hagas”, pidió entre lágrimas la androide.

-Dr. Gero: “Está bien…lo haré”, dijo suspirando y empezando a colocar unos cables en la cabeza de N°18 para después acomodarla en la cama y empezar a oprimir varios botones de la máquina a la que la tenía conectada. “Esto será doloroso, así que será mejor que te relajes”, le advirtió.

Pero justo cuando Gero estuvo a punto de activar la máquina, un temblor sacudió todo el lugar haciendo que el científico cayera de espalda.

-Dr. Gero: “¿Qué demonios está pasando?

-N°18: “Ese Ki…Ese Ki es de Gokú”, dijo sorprendida, ya que el Ki que se sentía era gigantesco.

Preocupada, N°18 decidió ir aunque con problemas para ponerse de pie y algunos regaños por parte de Gero, la androide emprendió un viaje a la ciudad…aunque no pudo volar ni siquiera un metro.

Momentos antes en la Mansión de Gokú

-Vegeta: “¡KAKAROTTO! ¡KAKAROTTO, DÓNDE DEMONIOS ESTÁ ESA MALDITA MOCOSA!”, gritó Vegeta luego de romper la puerta principal de la mansión.

-Sirvienta: “¿Q-quien es usted?”, preguntó aterrada.

-Vegeta: “¡Eso no le importa! ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁN KAKAROTTO Y LA MOCOSA?!

-Sirvienta: “S-se encuentran…en el patio trasero”, señaló todavía presa del pánico.

-Vegeta: “¡SAL DE AQUÍ! ¡AHORA! ¡Y LLÉVATE A TUS COMPAÑEROS!”, gritó antes de emprender rumbo hacia el patio trasero. Al llegar vio que Caulifla estaba besando a Gokú. “¡KAKAROTTO! ¡¿QUÉ DEMONIOS HACES CON ESA MOCOSA?!”.

-Caulifla: “¿Y a ti quién te invitó, enano frentón?

-Vegeta: “¡ERES UNA MALDITA! ¡TE ATREVISTE A TOCAR A MI FAMILIA Y ESO NUNCA TE LO PERDONARÉ!

-Caulifla: “Jaja… ¿Y qué piensas hacer, frentón? ¿No ves a quién tengo a mi lado?”, señalando a Gokú.

-Vegeta: “¡Ni siquiera le temo a Bills! ¡NO LE TEMERÉ A ÉSTE INSECTO!”, gritó antes de lanzarse a golpear el rostro de Caulifla, pero su ataque fue detenido por el antebrazo de Gokú. “¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS HACIENDO, KAKAROTTO?!”.

Vegeta al ver que Caulifla estaba confiada de que Gokú ganaría, alcanzó su máximo potencial llegando al nivel más alto del Súper Saiyajin Blue e inició un muy intenso combate en contra de Gokú.

-Vegeta: “¡MALDITA SEA, KAKAROTTO! ¡DESPIERTA DE UNA BUENA VEZ! ¡UN SAIYAJIN NUNCA SE DEJARÍA MANIPULAR POR UNA SABANDIJA COMO ESA MOCOSA!”, gritaba mientras forcejeaba con Gokú, pero éste no respondía en lo más mínimo.

Era como si Gokú fuese un títere o hasta un robot. Como si se tratase de alguien sin alma. En un momento de desesperación, Vegeta le asestó un cabezazo, pero su colega Saiyajin ni siquiera se inmutó. “¿Q-qué demonios…?”.

Gokú al ver a Vegeta con la guardia baja le regresó el cabezazo, el cual mandó a volar al orgullo Príncipe Saiyajin varios metros para atrás.

-Caulifla: “¡GOKÚ, ACABA CON ESE ENANO MOLESTO! ¡AHORA MISMO!

Vegeta al escuchar esas palabras vio como Gokú empezaba a aumentar su poder casi de manera monstruosa, hasta llegar al mismísimo Ultra-Instinto, el cual no utilizaba desde el Torneo del Poder, cosa que sorprendió sobremanera a Vegeta. En microsegundos, Gokú se puso enfrente de Vegeta y lo golpeó en el abdomen de manera tal que el Príncipe Saiyajin escupió sangre de manera violenta, para después propinarle una tremenda paliza que Vegeta no podía siquiera defenderse. Cada golpe que recibía era letal. Pero fue un nuevo golpe en el estómago el que puso a Vegeta de rodillas.

-Vegeta: “Ka-Kakarotto… ¿P-pero cómo volviste a lograr ese estado? ¡L-LO M-MANTUVISTE EN SECRETO, ¡¿VERDAD?!

-Caulifla: “Estás equivocado, enano”, dijo aterrizando en la zona de combate. “Gokú no puede utilizar el Ultra-Instinto por su propia cuenta. Pero gracias a mi ‘Poción del Amor’ todos sus sentimientos se suprimen dejándolo a Gokú como un cascarón sin vida”.

-Vegeta: “¿Poción del Amor? ¡No digas idioteces, mocosa! ¡Eres una maldita ilusa si crees que Kakarotto se dejará manipular para siempre!

-Caulifla: “Si ajá…lo que tú digas, viejo…Gokú, mejor acaba de una buena vez con éste idiota”.

-Vegeta: “Ugh… ¡MALDITA SEAS, MOCOSA!”, llegó a gritar mientras era alzado del cabello por Gokú. El Saiyajin empezó a cargar su mano con una increíble onda de Ki a punto de golpear a Vegeta, pero justo en el último momento fue salvado por alguien.

-Caulifla: “¡¿QUÉ?! ¡¿A DÓNDE DEMONIOS SE FUE?!

De vuelta en la Corporación Cápsula

-Gohan: “¿Estás bien, Vegeta?

-Vegeta: “Ugh…nadie pidió tu ayuda, insecto”, dijo mientras se retorcía del dolor.

-Gohan: “Sé que no la pediste, pero la necesitabas. Bulma ya me dijo sobre lo que le pasa a mi padre y fui lo más rápido que pude”.

-Bulma: “¡¿CÓMO PUDISTE SER TAN IDIOTA COMO PARA IR A PELEAR SOLO?!

-Vegeta: “¡ESO NO ES DE TU INCUMBENCIA, MUJER!

-Gohan: “Oigan, ¿Por qué mejor en vez de pelear no pensamos en algo para ayudar a mi padre?”, dijo mientras le caía una gota de sudor.

-Vegeta: “Maldita sea…entiende de una buena vez, insecto…en ese estado será imposible vencerlo…si tan solo pudiese volver a lograr el Súper Saiyajin 2 Blue Evolucionado…”, dijo con mucha frustración.

-Piccoro: “Creo que necesitas un mejor nombre para esa transformación”, dijo algo alejado de la multitud.

-Vegeta: “¡Ya déjate de bromas, insecto! ¡Y déjenme en paz, tengo que ir a matar a esa maldita enana!

-Bulma: “¡TU NO TE MUEVES DE AQUÍ, VEGETA IV!

-Vegeta: “¡TÚ NO ME DICES QUÉ HACER, MUJER!

-Bulma: “¡ERES UN IDIOTA!”, dijo mientras le daba a Vegeta una cachetada.

-Gohan: “Oigan…les recuerdo que mi padre tiene algo extraño y si no lo solucionamos, entonces esa niña puede causar aún más problemas. ¿Alguna idea?”, dijo algo enojado.

-Vegeta: “Mmm…recuerdo que esa mocosa dijo algo sobre una ‘Poción del Amor’. Creo que debe ser una clase de estupefaciente”.

-Bulma: “¡Claro! Es por eso que Gokú actúa de manera tan extraña. Esa droga debe mantenerlo en un estado mental extremadamente relajado”.

-Gohan: “¿Pero cómo es posible que esa niña pueda controlar a mi papá?

-Bulma: “Tal vez…esa droga que le dio solamente actúe a cierto tipo de vibraciones…No, no lo creo. Suena bastante ilógico”.

-Gohan: “Debemos conseguir esa droga que Caulifla le da a mi papá y buscar algún modo de contrarrestarla. Pero con papá será imposible: si ve a cualquiera de nosotros, nos matará. Necesitamos a alguien de confianza”.

-Piccoro: “Recuerdo que en el Torneo del Poder había otra Saiyajin que siempre estaba con ella. Si mal no recuerdo…su nombre era Kale”.

-Gohan: “¿Pero cómo la traeríamos?

-Bulma: “Podríamos tratar de convencer al Sr. Bills”.

…: “D-Déjenme a-ayudar”, dijo mientras era sostenida.

-Bulma & Gohan: “¡¿N°18?! ¡¿DR. MAKI GERO?!

-Bulma: “¡18, ESTÁS VIVA!”, dijo mientras iba a ayudar a su amiga.

-N°18: “P-por favor, d-déjenme ayudar. Ya escuché suficiente sobre esa perra y pienso matarla con mis p-propias manos

-Dr. Gero: “En ese estado, no podrás hacer nada. Primero debes terminar de recuperarte

-Gohan: “¿Y tú qué haces aquí, Maki Gero?”, dijo poniéndose en guardia.

-N°18: “Cálmate, Gohan. V-viene conmigo”, dijo mientras la recostaban en un sillón.

-Bulma: “¿Pero cómo es que quedaste así?

-N°18: “F-fue Gokú. P-pero ahora ya sé que no lo hizo a propósito…fue esa maldita perra desquiciada. ¿T-Tienen alguna idea?

-Bulma: “No…pero podríamos pedirle ayuda a Whis a cambio de comida

-Gohan: “¿Y crees que eso funcione?

-N°18: “Si hay una posibilidad de ayudar a Gokú, entonces no hay que dudarlo un segundo. Llámalo, Bulma

-Bulma: “Tranquila 18, mejor descansa. No te sobre-esfuerces

-N°18: “N-no puedo descansar sabiendo que Gokú se encuentra en ese estado

-Dr. Gero: “Haz lo que te dice tu amiga. No serás de mucha utilidad en esa condición. Bueno, yo me retiro

-N°18: “Espera, Gero. Antes de que te vayas, quiero pedirte un favor: Quiero que me ayudes a elevar mi Ki

-Dr. Gero: “No tienes que pedirlo. Iré por mi maquinaria”.

-Bulma: “Bueno, ya está decidido. Llamaré a Whis. Espero que le gusten las hamburguesas”.

Capítulo X: Masacre[]

En la Corporación Cápsula

-Bulma: “¿Cómo sigue?

-Dr. Gero: “Ya se encuentra mejor. Se recuperará pronto, pero mientras tanto debe descansar

-N°18: “N-no necesito descansar”, decía mientras se despertaba. “¿Y cómo te fue con Whis?

-Bulma: “Pues…va a tardar

-N°18: “¿Ehh? ¿Por qué, qué pasó?

-Bulma: “Lo que sucede es que tanto Whis como el Señor Bills se encuentran reunidos con Zeno-Sama. Es por eso que van a tardar”.

-N°18: “¿Y entonces qué vamos a hacer?

-Bulma: “Si he de ser sincera contigo…no lo sé. Aún no tenemos nada. Las Esferas del Dragón aún no pueden cumplir deseos, Vegeta sigue entrenando en la Máquina de Gravedad, Piccoro y Gohan están entrenando y ya se les avisó a los demás. Ya todos están entrenando, incluso Yamcha. Y bueno…aún los chicos no aparecen. Pero hay que ver el lado bueno: Goten es muy fuerte. Nadie le podrá hacer daño. Y por lo último que supimos, Goten y Marron están juntos”.

-N°18: “Pero no dejan de ser niños, Bulma. No deberían estar pasando por todo esto. Y todo por esa puberta idiota…

-Bulma: “Ahora lo único que podemos hacer es esperar a que Whis llegue y nos quiera ayudar

-N°18: “¿Es en serio? ¿Solamente haremos eso? ¿Esperar?”, dijo con un tono grosero y algo molesto.

-Bulma: “Ya sé que no es la mejor idea, pero ni Vegeta ni Gohan podrían contra Gokú. ¿Viste en qué estado regresó Vegeta después de haber peleado contra él? ¡Para los demás será imposible, 18! Yo sé que lo amas a Gokú y sé también que estás sufriendo por todo esto, pero te aseguro que todo saldrá bien”.

-N°18: “Eso espero…porque no sé qué haría si no sale bien”.

Mansión de Gokú

-Caulifla: “Qué aburrido es esto. Ojalá Kale estuviera aquí…Oye Gokú, ¿qué podemos hacer?

-Gokú:…

-Caulifla: “Ah es cierto…se me olvida que no puedes hablar por tu propia cuenta. Ya sé, pregúntame qué es lo que más me gusta hacer”.

-Gokú: “¿Qué es lo que más te gusta hacer?

-Caulifla: “Pues además de estar contigo, también me gusta robar. ¡Así que prepárate mi Gokú, porque nos vamos de compras!

Máquina de Gravedad (Corporación Cápsula)

-Vegeta: “¡Maldita sea! ¡No puedo creer que Kakarotto se haya dejado manipular por una mocosa como esa! Es un completo idiota. ¡Con un demonio, debo volverme más fuerte! ¡Ese imbécil de Kakarotto puede vencerme sin dificultad! Si esa mocosa empieza a utilizar a Kakarotto para causar estragos, jamás podré vencerlos en mi estado actual. ¡DEBO HACERME MÁS FUERTE!”, exclamó mientras hacía abdominales colgado de cabeza en un péndulo.

-Bulma: “¡VEGETA, VEN RÁPIDO!”, dijo a través de un comunicador.

-Vegeta: “¡¿QUÉ ES LO QUE PASA?!”, exclamó mientras apagaba la máquina que ya tenía un nivel de gravedad de diez millones.

-Bulma: “¡ES CAULIFLA! ¡ESTÁ ATACANDO LA CIUDAD SATÁN!

-Vegeta: “¡¿QUÉ?! ¡RAYOS, ESA MOCOSA INSOLENTE!

Ciudad Satán

-Caulifla: “¡MÁTALOS GOKÚ! ¡NO QUIERO QUE NADIE QUEDE VIVO EN ÉSTE BASURERO!”, gritó mientras veía a Gokú lanzar una onda de Ki ocasionando una explosión de proporciones atómicas.

La Ciudad Satán había perecido. Todos sus habitantes habían muerto. Incendios, sobrevivientes gritando y corriendo por su vida para salvarse… hasta que eran asesinados por Gokú. Uno por uno. Al final Gokú terminó lanzando un Kame-Hame-Ha que terminó de pulverizar toda la ciudad hasta dejarla convertida en un enorme cráter lleno de sangre.

-Gokú: “Ya acabé con toda la ciudad

-Caulifla: “Mmm…siento tres Ki por ahí”, dijo señalando a un bosque cercano a la ciudad. “Ve y mátalos”.

Gokú al sentir esas tres presencias, se teletransportó hacia el lugar que era un bosque cercano a un río. Pero los tres individuos que tenía enfrente representaban un gran desafío asesinarlos…

-Mr. Satán: “¡GOKÚ! ¡¿POR QUÉ ESTÁS HACIENDO ESTO?! ¡TÚ NO ERES ASÍ! ¡VIDEL, QUÉDATE DETRÁS DE MÍ!”, exclamó mientras se ponía en pose de pelea.

-Caulifla: “Un momento, yo te conozco anciano. Eres ese sujeto de las peleas. ¿Cómo era que te llamabas?”, dijo intentando recordar su nombre. “Era algo como… ¿Mr. Flan? No, ese no era. ¿Mr. Vegetal?

-Mr. Satán: “¡SOY MR. SATÁN!

-Caulifla: “Ah sí, es cierto. Pero para ser el héroe de la ciudad eres bastante débil. Yo creía que eras más fuerte. Qué desperdicio. Mátalos Gokú, ¿quieres?

-Mr. Satán: “Bah…no dejaré que le hagan daño a mi familia. ¡VIDEL, HUYE DE AQUÍ!”, exclamó antes de ver cómo su hija huía a toda velocidad con su nieta en brazos. “Jamás he sido el héroe de éste mundo, ni tampoco soy el hombre más fuerte. Pero por primera vez voy a proteger lo que más quiero en ésta vida… ¡PORQUE YO SOY MR. SATÁN!”, exclamó antes de encajarle un golpe en la cara a Gokú, pero este no se inmutó siquiera. Pero esto no detuvo a Satán. Golpe tras golpe, patada tras patada, Satán atacaba con todo su ser.

-Caulifla: “¿Es en serio, anciano?”, preguntó con un tono aburrido. “Acábalo de una vez, Gokú”.

Ni bien dijo eso, Satán lanzó un golpe que fue detenido por la mano de Gokú, quien después terminó por torcerle el brazo. Pero Satán respondió lanzando una patada a la cara del Saiyajin, el cual derivó en un golpe casi fatal en el abdomen que terminó por lanzar al peleador varios metros para atrás. Satán sabía que no tenía la mínima posibilidad, pero no por ello iba a darse por vencido. Una vez más se levantó y volvió a atacar, pero Gokú le propinó una patada en la cara que lo hizo sangrar y que nuevamente lo mandó a volar para atrás, sólo para después transportarse rápido y volver a golpear a Satán en el abdomen y rematarlo con un golpe directo al mentón, que dejó a Satán en un estado lamentable y malherido. Pero no olvidemos que estamos hablando de Mr. Satán, el héroe de la ciudad homónima…y una vez más se levantó y se colocó en pose de pelea.

-Caulifla: “La verdad que me has dejado sorprendida, anciano. De verdad. Estoy empezando a creer que realmente eres el héroe de todos éstos idiotas”.

-Mr. Satán: “T-tal vez n-no tenga p-poderes como u-ustedes. P-pero tengo a-algo mejor…”, dijo con las pocas fuerzas que aún le quedaban.

-Caulifla: “¿Ah sí? ¿Y qué es eso?

-Mr. Satán: “U-una…di-distracción… ¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESO?!”, gritó señalando detrás de los Saiyajines para distraerlos por un momento y así tener la chance de salir corriendo.

-Caulifla: “¡OYE! ¡RAYOS!, ¿A dónde se metió ese anciano? ¡GOKÚ, ENCUÉNTRALO Y MÁTALO! ¡Y DESPUÉS BUSCA A ESOS DOS TERRÍCOLAS! Y cuando termines, regresa a la mansión. Yo iré a otra ciudad, después te alcanzaré”.

De vuelta en la Corporación Cápsula

-Bulma: “Muchachos…

-Gohan: “¿Qué sucede, Bulma?”, preguntó a través de un comunicador ya que él y los demás Guerreros Z iban en camino a Ciudad Satán.

-Bulma: “La Ciudad Satán…ha sido…destruida”, dijo con un nudo en la garganta.

-Gohan: “¡¿QUÉ DIJISTE?! ¡NO PUEDE SER! Videl…Pan…No, no puede ser verdad, dime que no es cierto”, dijo mientras empezaba a acelerar más su marcha hacia el lugar.

Gohan al llegar a un bosque aledaño quedó totalmente horrorizado. La ciudad que él tanto había protegido y ayudado ahora se encontraba reducida a cenizas. Simplemente no quedaba un solo edificio, árbol o persona en pie en aquel lugar. Sólo pudo ver un enorme cráter sinónimo de la más pura destrucción y muerte.

-Gohan: “No…no…no… ¡MALDICIÓN! ¡¿POR QUÉ?! ¡MALDITA SEA! ¡¿POR QUÉ?!”, dijo mientras empezaba a tirar puñetazos al suelo al mismo tiempo que comenzaba a derramar lágrimas llenas de dolor y furia.

-Yamcha: “Gohan…

-Gohan: “¡¿POR QUÉ, POR QUÉ DEMONIOS TUVO QUE PASAR ESTO?!”, exclamó llorando sin control. “Esa… ¡ESA MALDITA PERRA! ¡TODO ES CULPA DE ESA MALDITA! ¡JURO QUE LE QUITARÉ LA VIDA!”, gritó con toda su furia antes de querer salir volando hacia la Montaña Paoz pero fue detenido.

-Vegeta: “¡INSECTO, NOS VAS A FASTIDIAR EL PLAN! ¡TRANQUILÍZATE!

-Gohan: “¡CON UN DEMONIO, NO ENTIENDES VEGETA! ¡MI FAMILIA ESTÁ MUERTA POR CULPA DE ESA MALDITA SAIYAJIN!

-Yamcha: “Gohan…aunque entiendo el dolor que estás sintiendo ahora, Vegeta tiene razón: debemos actuar con la cabeza fría o podríamos desatar algo mucho peor

-Piccoro: “Oigan, un momento…hay alguien con vida. Pero su Ki está muy débil. Hay que darnos prisa si queremos salvarlo”, dijo el Namekiano señalando el claro de un bosque. Cuando llegaron, no podían creer de quien se trataba.

-Gohan: “¡Mr. Satán!”, exclamó mientras sostenía la cabeza del luchador.

-Mr. Satán: “G-Gohan…s-salva a V-Videl y a P-Pan…G-Gokú fue tras ellas”, dijo estando prácticamente al borde de la muerte.

-Gohan: “Aún sigue con vida, pero hay que darse prisa. ¡Llévenselo lo más rápido posible a la Corporación Cápsula!

-Mr. Satán: “F-fueron a la M-Montaña P-Paoz…P-por favor, G-Gohan…n-no dejes que n-nada malo les p-pase...P-Protégelas…

-Gohan: “Tranquilo Mr. Satán, déjelo en mis manos

Mientras los guerreros volaban rápidamente hacia la Montaña Paoz, Gokú ya había encontrado a Videl y a Pan volando entre el bosque. El Saiyajin lanzó una esfera de Ki que impactó de lleno en la espalda de Videl, quien cayó al suelo con su hija en brazos.

-Videl: “¡GOKÚ! ¡¿POR QUÉ ESTÁ HACIENDO ESTO?!

La hija de Satán por más que intentara hacer entrar en razón a su suegro, éste simplemente no escuchaba y no detenía su lento y temible andar hacia ella y su nieta. Por parte de Videl, ella solamente le lanzaba ramas y rocas intentando hacerlo retroceder, pero era inútil. Cada paso que Gokú daba era más terrorífico ya que Videl sabía bien que no había escapatoria. Su vida corría peligro y no había nada que ella pudiera hacer contra el hombre más fuerte del universo.

Ella gritaba y gritaba para que se detuviera. Quería que esto fuese una pesadilla y que todo acabara de una buena vez. Pero su pesadilla empeoró aún más cuando vio que Pan salió volando en dirección hacia su abuelo para abrazarlo tan inocentemente y con cariño, haciendo que Videl se desesperara. Pero algo increíble pasó: Gokú comenzó a retroceder, casi como si tuviera miedo. Aunque no quedaba claro si era miedo de lastimar a alguien…o miedo a sí mismo.

-Gokú: “L-lévatela de aquí…”, dijo mientras ponía a Pan de vuelta en los brazos de Videl. “V-vete… ¡MALDITA SEA, DIJE QUE TE FUERAS!”, gritó antes de que una enorme aura iluminase todo el lugar, la cual hizo que el Saiyajin tuviera un espantoso dolor de cabeza, que lo hizo salir volando de ahí.

En ese mismo momento, Gohan llegó al lugar y sintió un enorme alivio al ver que su esposa y su hija estaban sanas y salvas. Pese a esto, el Saiyajin híbrido no podía dejar de pensar en lo que le ocurría a su papá. A cada segundo que pasaba, todo parecía empeorar. No podían acercarse siquiera a Gokú y Whis todavía no llegaba a la Tierra.

Tiempo después, todos se encontraban en la Corporación Cápsula. Los Guerreros Z intentaban trazar algún tipo de plan o estrategia sin Whis, pero nada parecía funcionar. Por otro lado, Vegeta seguía entrenando en la Máquina de Gravedad, esforzándose al máximo para proteger a su familia. Mientras tanto, Gohan y Videl estaban al corriente de la salud de Mr. Satán, quien pese a ser un simple terrícola, pudo sobrevivir a los golpes del hombre más fuerte del universo.

Pero mientras tanto, Gokú estaba de vuelta en su casa intentando librar su mente del control de Caulifla. A pesar del terrible dolor que sentía, él ya estaba consciente y peleaba con todo su ser para librarse. Pero no podía. Simplemente no podía.

-Gokú: “¡MALDITA SEA, SAL DE MI CABEZAAAAAAAAA!”, gritaba mientras golpeaba su frente contra el suelo en repetidas ocasiones.

-Caulifla: “Amor, ¿por qué te golpeas?”, dijo tomando el rostro del desesperado Saiyajin.

-Gokú: “¡TÚ! ¡¿QUÉ DEMONIOS ME HICISTE?!

-Caulifla: “Tranquilo, mi Gokú. Tu dolor pronto acabará. Solamente tienes que dormir

-Gokú: “¡CON UN DEMONIO! ¡¿QUÉ FUE LO QUE ME HICISTE?!

-Caulifla: “Yo jamás te haría algo, mi amor. Jamás me atrevería a hacerte daño

-Gokú: “Mientes…ya he visto todo lo que he tenido que hacer por tu culpa, maldita. Tuve que matar a 18, a Mr. Satán y destruir toda una ciudad. ¡NO SABES CUÁNTO ODIO TENGO EN MI CORAZÓN EN ÉSTE MOMENTO! ¡LA PERSONA QUE MÁS AMO EN EL MUNDO ESTÁ MUERTA POR TU CULPA!”, gritó derramando lágrimas llenas de dolor y sufrimiento en el suelo.

-Caulifla: “Ay mi Gokú…esa anciana simplemente no te merecía. Necesitabas algo mejor. Como yo, por ejemplo”.

-Gokú: “Ella era perfecta. En cambió tú…estás enferma”.

-Caulifla: “Eso ya lo sé. Pero la verdad es que ya me cansé de oírte. Mejor bebe esto”, dijo mientras le ofrecía un vaso.

-Gokú: “Nunca beberé eso”, dijo mientras intentaba moverse, pero el efecto de la droga todavía estaba en su cuerpo y se lo impedía.

-Caulifla: “Te lo beberás, Gokú. Es una orden. O será mejor que vayas despidiéndote de tus hijos”.

-Gokú: “¡¿Q-QUÉ?! ¡¿TIENES A GOTEN Y A MARRON?! ¡¿QUÉ LES HICISTE?!

-Caulifla: “Aún nada. Pero si no me obedeces, los mataré con un solo dedo. Con el collar que les puse, sus poderes se suprimen al mínimo. Y con éste botón podría lanzarles una descarga que les quitaría la vida lenta y dolorosamente”.

-Gokú: “¡ERES UNA MALDITA LOCA! ¡CUANDO ME LIBERE, TE ASEGURO QUE TE MATARÉ! ¡TE ARRANCARÉ LA VIDA CON MIS PROPIAS MANOS!

-Caulifla: “Siento decirte que eso jamás pasará, Gokú. Ahora haz lo que te digo

-Gokú: “¡TE VAS A ARREPENTIR DE TODO ESTO, CAULIFLA! ¡NO HABRÁ LUGAR EN EL UNIVERSO DONDE PUEDAS ESCONDERTE DE MÍ!”, gritó mientras bebía el alucinógeno con mucha resignación.

-Caulifla: “No, mi Gokú. Sólo hay un lugar donde podremos ser felices por siempre y para siempre…

Capítulo XI: La pelea de padres e hijos[]

En la Corporación Cápsula

-Whis: “¿Y qué es lo que sucedió con el señor Gokú?”, preguntó mientras bebía una taza de té.

-Bulma: “Pues creemos Señor Whis que está siendo controlado con una droga. Pero es imposible saber cuál es y ya ha destruido toda una ciudad. Y todo por culpa de esa maldita mocosa…

-Whis: “¿Se refiere usted a la señorita Caulifla?

-Bulma: “Si…esa maldita le está haciendo mucho daño a mi amigo y lo que es peor, se está aprovechando de él. Lo hizo destruir toda una ciudad, ¡Mató a millones de personas en un solo día! ¡UN DÍA! Y lo peor de todo es que sigue andando por ahí haciendo quién sabe qué otras atrocidades

-Whis: “Ya veo…bien, iré con el Señor Bills para decirle que arregle esto lo más pronto posible

-Bulma: “¡¿EN SERIO?!

-Whis: “Claro. Si el Señor Bills se entera de que una integrante del Universo 6 está causando daños graves a éste Universo, no dudará en venir y destruirla él mismo. Y más sabiendo que proviene del Universo de su hermano Champa. Créame que nada pondrá más feliz al Señor Bills que destruir a una integrante clave del Universo de su hermano”.

-Bulma: “¡¿DE VERDAD?! ¡¿EN SERIO ES ASÍ DE FÁCIL?!

-Whis: “Obvio que lo es. Y más tomando en consideración que usted me ha ofrecido éste manjar tan delicioso llamado Hamburguesas. ¡Realmente saben exquisitas! ¡Seguro que el Señor Bills se morirá al probarlas!”.

-Bulma: “¡EN VERDAD SE LO AGRADEZCO MUCHÍSIMO SEÑOR WHIS!”, dijo la científica abrazando al ángel.

-Whis: “Cálmese, señora Bulma. No tiene nada que agradecer. Y ahora con su permiso, me retiro. Nuevamente por las hamburguesas. Nos vemos pronto”, dijo antes de golpear el suelo con su báculo y desaparecer en una estela de luz.

-Bulma: “¡SIIII! ¡Tengo que avisarle a los muchachos!”, dijo entusiasmada mientras entraba en la sala principal. “¡Muchachos, no lo van a creer!”.

-Gohan: “¡¿Qué sucedió, Bulma?!

-Bulma: “Whis me dijo que el Señor Bills se va a encargar de todo y solo porque esa maldita mocosa no pertenece a éste Universo”.

-Todos: “¡¿QUÉ?!

-Bulma: “Sí, así como lo oyeron. ¡Lo que significa que todo va a salir bien! ¡Ahora sí que nada podrá salir mal y esa maldita tendrá lo que se merece! Y solo es cuestión de que las Esferas del Dragón puedan volver a conceder deseos y así restauraremos todos los daños. Ahora sólo queda esperar”, concluyó antes de percatarse que su celular estaba sonando.

-Gohan: “Vaya, por fin todo esta pesadilla llegará a su fin. Ahora solo espero que todo salga bien”.

-Videl: “Tranquilo, cariño…todo saldrá bien”, dijo mientras tomaba la mano de su esposo.

-Bulma: “¡TIENEN QUE IRSE AHORA!

-Gohan: “¿Qué? ¿Por qué, Bulma?

-Bulma: “¡CAULIFLA ATACÓ OTRA CIUDAD!

-Todos: “¡¿QUÉ?!

-Vegeta: “Esa maldita sabandija… ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ?!

-Bulma: “En la Ciudad Central…

Ciudad Central

-Caulifla: “¡MALDITA SEA! ¡¿POR QUÉ NADIE PUEDE DARME ROPA DECENTE EN ÉSTA CIUDAD?! ¡SON UNOS VERDADEROS IDIOTAS! ¡GOKÚ, ACABA CON ÉSTA CIUDAD DE PERDEDORES AHORA!

-Gokú: “Si…”, dijo mientras cargaba una pequeña esfera de Ki con su dedo índice, antes de dispararla hacia la ciudad.

Apenas la espera hizo contacto con el suelo, toda la ciudad terminó siendo pulverizada sin dejar rastro, casi como si nunca hubiese existido una ciudad en esa área. Sólo podía verse un enorme cráter desde el cielo y desde el horizonte, solamente una humareda negra llegaba a divisarse.

-Caulifla: “¡ESO LES PASA POR IMBÉCILES! Ya vámonos, Gokú. Vámonos a otra ciudad”, dijo antes de irse junto con Gokú en dirección hacia el Norte.

Mientras Gokú y Caulifla se dirigían hacia la Ciudad del Norte, los Guerreros Z apenas habían llegado detrás de ellos a lo que solía ser la Ciudad Central, sin poder hacer nada más que contemplar las atrocidades que continuaba haciendo la Saiyajin. Sin ninguna posibilidad de hacer algo para detenerla, regresaron a la Corporación Cápsula con una enorme frustración para poder intentar dar con el paradero de los dos Saiyajines.

-Gohan: “¡MALDITA SEA! ¡YA VAN DOS CIUDADES COMPLETAMENTE DESTRUIDAS! ¡¿Y AHORA QUÉ SIGUE, ESPERAR A QUE VUELVA A ATACAR OTRA?!

-Bulma: “Realmente no lo sé…pueden estar en cualquier lugar”.

-Vegeta: “¡DEMONIOS, ESTO YA SE TARDA DEMASIADO! ¡NECESITAMOS ACABAR CON ESTO AHORA MISMO!

-Gohan: “Vegeta, tranquilízate por favor. Ya sabes que no podremos contra ellos. Estando ellos dos juntos son imposibles de vencer, y más con mi papá al lado de esa maldita”.

-Vegeta: “Un momento, ¿qué dijiste?”, preguntó con una mirada sorprendida.

-Gohan: “Que estando ellos dos juntos son imposibles de vencer, más con mi papá al lado de esa maldita. ¿Por qué preguntas?”

-Vegeta: “Déjame pensar, insecto…creo tener una idea

Templo de Zeno-Sama

-Daishinkan: “Whis. ¿Qué haces aquí?

-Whis: “Le doy mis saludos, Padre. Vine por el Señor Bills para que pueda arreglar un pequeño asunto

-Daishinkan: “Me temo que tardará un tiempo, Whis

-Whis: “¿Mmm? ¿Ha sucedido algo?

-Daishinkan: “Nada en especial. Es solo que ambos Zeno-Samas están algo aburridos y se encuentran jugando con los Dioses”.

-Whis: “Oh, ya veo. ¿Y cuánto se demorarán?

-Daishinkan: “No estoy seguro. Podrían ser unos días o quizás unas semanas

-Whis: “Bueno, se lo agradezco mucho Padre. Con su permiso, me retiro

-Daishinkan: “¿No quieres quedarte a tomar el té? Hace tiempo que no hablamos”, dijo viendo cómo su hijo se iba con el Kaio-Shin.

-Whis: “Mmm…jamás me negaría a disfrutar del mejor té”, dijo el ángel aceptando la invitación de su padre.

Capital del Norte

-Caulifla: “Mira Gokú. ¿No crees que me queda increíble?”, preguntó mientras se probaba un vestido morado. Es increíble que justo en esta ciudad tuvieran ropa buena. Al final tienen razón los humanos: la tercera es la vencida. Jajaja. Es hora de ir a casa, corazón”, dijo saliendo de la tienda que se estaba incendiando y cayéndose a pedazos, mientras que Gokú iba detrás suyo llevando varias bolsas y cajas.

Corporación Cápsula

-Gohan: “¿Y cómo sabes que van a estar en la mansión de mi papá?

-Vegeta: “¡¿CUÁNTAS VECES DEBO REPETIRTE QUE NO LO SÉ, INSECTO?! Ahora escucha bien: nosotros llegaremos a la mansión de Kakarotto antes de que ellos lleguen. Eliminaremos nuestro Ki y permaneceremos escondidos. Es en ese momento cuando los emboscaremos y separaremos a uno del otro. Tú y yo mantendremos a Kakarotto lejos, mientras que Piccoro dejará inconsciente a la mocosa. Si nos deshacemos de esa niña, tal vez podamos vencer”.

-Gohan: “Debo admitir que no me gusta esa parte de tu plan…pero es lo mejor que se nos ha ocurrido”, dijo suspirando. “Iré a avisarle a N°18. Tal vez no vaya, pero creo que igual debería decirle”.

-Vegeta: “Está bien. Yo iré por Trunks”, dijo antes de dirigirse a la habitación de su hijo.

-Bulma: “¡Ah no! ¡No te llevarás a nuestro hijo! ¡No voy a dejar que arriesgues a nuestro hijo de esa manera! ¡Es apenas un niño! ¡No tiene la fuerza necesaria! ¡Aún no está listo para esto!” gritó mientras le cruzaba el paso al Príncipe Saiyajin.

-Vegeta: “¡¿Cómo te atreves a decir eso sobre Trunks, mujer?! ¡Mi hijo no es ningún debilucho! ¡Él puede dar mucho más de lo que él cree! ¡Me lo demostró cuando se transformó en Súper Saiyajin, cuando peleó con Majin Bu, cuando se fusionó con el hijo de Kakarotto y sigue demostrando que es digno de poseer la sangre de un Saiyajin! ¡No me importa lo que digas: llevaré a Trunks a pelear conmigo! Admito que no me gusta la idea, pero ¡Él será de gran ayuda en esta situación! ¡Y si llegase a estar en peligro, no me importa romper el plan con tal de proteger a mi hijo! ¡Pero sé que no lo haré porque él tiene sangre Saiyajin corriendo en sus venas y jamás se dejará vencer! ¡Él el descendiente de la realeza, es el hijo del gran Vegeta!”.

-Bulma: “Vegeta…”.

Sala de recuperación (Corporación Cápsula)

-Gohan: “¿18?”, dijo susurrando viendo que todavía estaba dormida. “18, despierta por favor”.

-N°18: “¿Ehh…G-Gohan?” dijo algo somnolienta. “¡¿QUÉ PASÓ, QUÉ DIJO EL SEÑOR WHIS?!”, dijo sentándose en la cama de repente.

-Gohan: “Tranquila. Dijo que nos va a ayudar. Pero mientras tanto, intentaremos detener a Caulifla. Ella…ya ha destruido otra ciudad entera y también la Capital del Norte…al punto de no dejar nada más que un enorme cráter”.

-N°18: “¡Esa maldita enana! ¿Y cuál es el plan que tienen para detenerla? Debo prepararme para romperle la cara”, dijo mientras intentaba levantarse de la cama.

-Gohan: “Lo siento, 18. Pero no irás”, dijo sosteniendo a la androide antes de que se cayera. “Te quedarás aquí al cuidado de Maki-Gero”.

-N°18: “¡¿ESTAS DEMENTE?! ¡IRÉ AUNQUE NO QUIERAS!”, dijo soltándose del Saiyajin híbrido, pero en un instante ya estaba en el suelo.

-Gohan: “18, créeme que sé lo que sientes. Pero en esas condiciones siento decirte que no serás de gran ayuda. Y no es por ser grosero, pero solamente serás un estorbo”, dijo mientras levantaba a la androide del suelo.

-N°18: “Vete, Gohan. Por favor, sólo vete…”, le dijo al hijo mayor de Gokú para después verlo cómo se iba de la habitación. “¡MALDICIÓN! ¡MALDITA ESTÚPIDA! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ TUVO QUE PASAR ESTO?!”, gritaba mientras aventaba cosas a lo largo del cuarto. “¡¿POR QUÉ?! Por qué…”, dijo antes de quebrar en llanto sobre la cama. “No me importa lo que pase conmigo…Voy a ir. ¡GERO!

-Dr. Gero: “¿Qué pasa, 18?”, dijo mientras entraba a la habitación.

-N°18: “¿Ya tienes lista la máquina?

-Dr. Gero: “Está lista. Sólo estoy arreglando algunos detalles”.

-N°18: “Ya no hay tiempo para detalles, Gero. ¡NECESITO LA MÁQUINA YA!”

-Dr. Gero: “Está bien…pero será bajo tu propio riesgo

-N°18: “Si, eso no importa. Sólo…ayúdame”, dijo mientras era ayudada por el científico para ser llevada a la máquina.

-Dr. Gero: “Ahora acuéstate sobre la camilla boca arriba. Extiende tus manos hacia los lados y abre las piernas. Te inyectaré un anestésico para que no sientas nada. La máquina empezará a trabajar en ti. En una hora, dos como mucho, estarás como nueva”.

-N°18: “Entendido”.

Jardín de la Corporación Cápsula

-Piccoro: “¿Y cómo te fue?

-Gohan: “Pues no muy bien, señor Piccoro. Se siente impotente y créame que la entiendo. Pero solamente estorbaría”.

-Piccoro: “Fue lo mejor, Gohan. Ya es hora de irnos”.

-Gohan: “Está bien. Espero que esto funcione”.

-Vegeta: “¡YA VÁMONOS, NO HAY TIEMPO QUE PERDER!”, gritó antes de salir volando en un estallido.

Mansión de Gokú

-Caulifla: “¡Ay, qué bello día! Hoy estoy de ánimos, así que entrenemos un poco, Gokú. Vamos, mi amor”, dijo jalando al Saiyajin hacia el patio trasero.

Mientras el par entrenaba, los Guerreros Z volaban por los cielos listos para combatir. Aunque no tenían planeado que Gokú y Caulifla se encontrasen en la mansión. No tuvieron inconvenientes para infiltrarse en el lugar. Cada uno ocupaba su posición, listos para la batalla y para cualquier cosa que llegase a pasar. Vegeta se encontraba en unos arbustos junto con Gohan. Piccoro por su parte se encontraba oculto en el interior de la mansión, mientras que Trunks corría por los pasillos buscando a su mejor amigo y a Marron.

-Vegeta: “¿Listo, insecto?”, preguntó susurrando

-Gohan: “Listo

-Vegeta: “Espera…”, dijo mientras veía cómo Caulifla entraba a la mansión y dejaba solo a Gokú. “¡AHORA!

Ambos Saiyajines salieron disparados de los arbustos y se dispersaron para empezar a golpear a Gokú, pero este repelía todos y cada uno de sus golpes casi sin esforzarse. Los tres estaban trenzados en una batalla de proporciones épicas. Mientras tanto, desde el interior de la mansión Piccoro lanzó su Makankosappo dándole de lleno a Caulifla, quien apenas llegó a cubrirse con sus brazos en X.

-Caulifla: “Maldito…hasta que tuvieron las agallas para venir a pelear, eh”, dijo mientras esquivaba los ataques de Piccoro.

Piccoro quiso lanzarle nuevamente su técnica especial, pero esta se anticipó y golpeó al Namekiano en el abdomen con tal fuerza que lo hizo salir volando fuera de la mansión. Caulifla fue a golpearlo nuevamente, pero no se esperaba que Piccoro le fuera a tender una trampa. Antes de que lo golpease, él estiró su brazo enredándola. Pero lo que Piccoro no se esperaba era el Súper Saiyajin 2 de Caulifla, soltándose del agarre del Namekiano y empezando una pelea increíble, aunque claramente la balanza se inclinaba en favor de Caulifla.

-Caulifla: “Es mejor que te rindas, basura verde. Si es que no quieres morir

-Piccoro: “¡Ya déjate de tonterías y dime qué fue lo que le hiciste a Gokú!

-Caulifla: “Eso a ti no te importa, de todas formas morirás

-Piccoro: “Eso lo veremos, enana”, dijo lanzándole una ráfaga de Ki que la Saiyajin esquivó para después golpear nuevamente al Namekiano, iniciando así un intercambio de golpes rápido y tremendo.

Mientras los demás peleaban en las afueras de la mansión, Trunks seguía buscando a sus amigos dentro de la misma. Pero cada habitación que abría, o estaba vacía…o lo llevaba a otra puerta.

-Trunks: “¡Rayos! A éste paso nunca los encontraré. Necesito concentrarme…”, dijo empezando a buscar el Ki de ellos. Pero estaban tan débiles que no podía sentirlos. Trunks estaba por rendirse, pero decidió seguir buscándolos. Hasta que dio con una parte de la casa totalmente descuidada.

Las paredes estaban oxidadas y con moho. El techo estaba agrietado y las luces parpadeaban cuan película de terror. El pasillo era realmente tétrico y mientras más se adentraba Trunks, más tenebroso se volvía. Pero su instinto le decía que sus amigos estaban ahí, así que decidió continuar.

En las afueras de la mansión, la pelea ya había dejado su buena cuota destructiva en los alrededores.

-Caulifla: “Eres un debilucho, cucaracha verde. Con ese nivel jamás podrás vencerme”, dijo mientras empezaba a cargar una ráfaga de Ki. “Despídete”. Justo antes de que la ráfaga saliera disparada, una patada tremenda fue directa a sus costillas, haciéndola volar varios metros para un costado.

-N°18: “No sabes lo bien que se sintió golpearte. Y esto apenas comienza…

-Caulifla: “¡¿TÚ?! ¡PERO SI YO VI CÓMO GOKÚ TE MATÓ!

-N°18: “Pues lamento informarte que te equivocaste. Y lo mejor es que ahora vengo preparada. ¡LEVÁNTATE QUE ESTO ES SOLO EL PRINCIPIO, MALDITA!

-Caulifla: “¡ESE ESTÚPIDO DE GOKÚ, NO HIZO BIEN SU TRABAJO! ¡AHORA TE MANDARÉ DIRECTO AL INFIERNO, ANCIANA!

Capítulo XII: Una última oportunidad[]

-Caulifla: “¡TE MANDARÉ AL INFIERNO, MALDITA ANCIANA!”, gritó mientras iba a atacar a N°18.

La Saiyajin en su desesperación difícilmente asestaba un golpe, cegada por el odio, la impotencia y la frustración. Poco a poco fue perdiendo terreno en la batalla, ya que N°18 acertaba cada golpe que le daba, mientras que Caulifla simplemente no daba pie con bola.

-Caulifla: “¡MALDITA SEA, YA MUÉRETE!”, gritó desesperada mientras lanzaba un golpe de frente a 18, pero el golpe nunca llegó, ya que la Saiyajin fue alcanzada por un fuerte golpe en su mentón.

-N°18: “¡ÉSTA VEZ NO TENDRÉ COMPASIÓN CONTIGO, MALDITA!”, gritaba mientras encajaba un golpe en la nariz de Caulifla, que la hizo sangrar. “¡ME QUITASTE A MI HIJA, A GOKÚ Y LA VIDA QUE MERECÍA TENER! ¡ME ROBASTE TODOOOO!”, gritó con todo su ser mientras le propinaba una tremenda paliza a Caulifla, haciéndola caer en un cráter.

-Caulifla: “Ugh…M-Maldita… ¿C-Cómo demonios te volviste tan fuerte?”, dijo mientras emergía del cráter toda lastimada.

-N°18: “Eso no tiene importancia”, dijo mientras aterrizaba sobre el abdomen de Caulifla, haciéndola escupir sangre.

-Caulifla: “V-Vamos…m-mátame…así me llevaré a Gokú y tus hijos…con solo oprimir un botón”, dijo mostrando una especie de control en su mano.

-N°18: “¿Qué demonios es eso?

-Caulifla: “Es simplemente…un botón que le da una descarga a Gokú y tus pequeñas ratas… ¿Quieres ver?”, dijo antes de oprimir el botón del control, dándole así una terrible descarga eléctrica a Gokú y los niños, haciéndolos gritar de una manera sencillamente indescriptible.

-N°18: “¡MALDITA PERRA, YA DÉJALOS EN PAZ!

-Caulifla: “Jajaja… ¿Ahora lo ves?...Nunca podrás hacer nada contra mí. Siempre…siempre estoy un paso adelante

N°18: “Eres una verdadera maldita…

Cuando Caulifla dejó de presionar el botón del control, Gokú cayó al suelo casi desmayado, mientras que dentro de la mansión, los niños se encontraban en el mismo estado. Pero gracias a sus gritos, Trunks pudo dar finalmente con el paradero de Marron y Goten. Tiró la puerta abajo de una patada y fue enseguida a tratar de liberarlos.

Al verlos, trató de romper los collares que tenían puestos. Pero en su ignorancia, el collar soltó una tremenda descarga que hizo volar a Trunks varios metros para atrás, lo que lo hizo utilizar algún que otro objeto que tenía a su alcance para intentar romper sus cadenas.

Caulifla, creyendo que tenía todo bajo control, llamó a Gokú de un grito. El Saiyajin, con una respiración agitada y un dolor aún penetrante, se apareció delante de ella.

-Caulifla: “Mi Gokú, quiero que la mates”, dijo señalando a N°18.

Pero lo que no sabía es que Piccoro ya tenía un ataque cargado que iba directo hacia la Saiyajin. Gokú al ver el ataque pudo rechazarlo sin problemas. En un instante se apareció delante del Namekiano y le encajó un golpe que lo mandó a volar kilómetros a lo lejos.

-Caulifla: “¡GOKÚ, DEJA DE DISTRAERTE CON ESA BASURA VERDE Y ACABA CON LA ANCIANA Y ESTA VEZ HAZLO BIEN!

En el momento que Gokú fijó su mirada en la androide, sus ojos mostraron una enorme sorpresa y empezaron a llenarse de lágrimas. A pesar de su rostro totalmente inexpresivo, sus lágrimas decían mucho más. El Saiyajin solo pudo pronunciar el nombre de su prometida, dando a entender que había recuperado al menos algo de su conciencia. N°18 por su parte se acercó a él para poner sus manos en sus mejillas sin importarle que Caulifla lo tuviera a su merced.

-N°18: “Gokú… ¿De verdad eres tú?”, preguntó mientras derramaba algunas lágrimas.

Ambos al verse nuevamente se pudieron conectar con una mirada profunda que mezclaba deseo, culpa, tristeza e impotencia. Todo tipo de emoción se iba cruzando en el río de sentimientos que iba fluyendo en la pareja en ese momento. En ese momento parecía que Gokú había recuperado el control de sí mismo…pero nada más lejos de la realidad. Caulifla al ver ésta escena, su furia llegó a niveles casi incendiarios. El infierno estaba a nada de desatarse por culpa de una niña malcriada y es que Caulifla había ordenado a Gokú que matara a N°18.

Al escuchar la orden, el Saiyajin intentó poner resistencia, al ver el rostro de su amada 18 enfrente de él. Gokú tenía un motivo más para escapar de ese control infernal. Sus músculos se movían por sí solos, pero él ponía toda su fuerza y su ser en no realizar un movimiento del cual iba a arrepentirse de por vida.

-Caulifla: “¡MALDITA SEA, GOKÚ! ¡QUIERO QUE ACABES CON TODOS AQUÍ!”, gritó con furia y desesperación.

Cada vez que ella gritaba, Gokú ya no podía más. A cada segundo que pasaba, su cuerpo empezaba a moverse por sí solo y su mente volvía a un estado catatónico e inconsciente. Él trataba de advertirle a todos los que estaban presentes. Él retrocedía e intentaba alejar a N°18 pero la androide estaba empecinada en ayudar a Gokú y no se iba a rendir así de fácil. Ella sabía que tenía que acabar con todo esto, no solo por Gokú, sino también por su hija y por su futura familia.

Vegeta al ver a Gokú en esa condición, intentó noquear a Gokú con un golpe en la nuca (así como había hecho hace tiempo antes de ir a sacrificarse contra Majin Bu). Pero cuando lo trató de golpear, su mano había sido detenida por el brazo de Gokú, quien ya había perdido el control de sí mismo. Ya era nuevamente un ser sin vida ni sentimiento alguno. El Saiyajin al detener el golpe de Vegeta lo golpeó en el abdomen con tanta fuerza que lo puso de rodillas. Paso a seguir, empezó a golpearlo en su rostro repetidas veces.

Los demás al ver esto no dudaron en lanzarse al rescate del Príncipe Saiyajin. Gohan lanzó un enorme Kame-Hame-Ha hacia su padre, quien lo rechazó con suma facilidad, para después trenzarse en un combate cuerpo a cuerpo. Piccoro tomó la distracción como una oportunidad para lanzarle nuevamente su mejor técnica, el Makankosappo. El ataque le dio de lleno a Gokú, ocasionando una enorme cortina de humo que cubrió todo el lugar. Cuando el humo se disipó, apareció Gokú con Vegeta, Gohan y Piccoro totalmente desmayados y siendo arrastrados por el Saiyajin como si fuesen unos simples trapos viejos, solo para después lanzarlos frente a N°18.

-N°18: “Por favor, Gokú…tienes que pelear…por tus hijos…y por mí. Sé que te duele, pero tienes que hacerlo por todos los que te queremos”.

Gokú al escuchar las palabras de la androide, intentaba volver en sí mismo. Pero Caulifla volvió a activar el collar dándole una descarga tremenda al Saiyajin, no solo afectándolo a él sino también a los niños dentro de la mansión. Trunks, Goten y Marron estaba sufriendo de una manera sencillamente indescriptible. Gokú poco a poco volvió a obedecer las órdenes de Caulifla. Su caminar lento hacia N°18 era simplemente inevitable. Ella por su parte permanecía inmóvil. Sabía que Gokú no se iba a quedar con los brazos cruzados. Ella tenía plena confianza de que Gokú volvería en sí…pero nuevamente se equivocó. Gokú tomó del cuello a 18 sosteniéndola a varios centímetros por encima del suelo, cortándole de a poco el oxígeno:

-Caulifla: “¡HAZLO GOKÚ, MÁTALA DE UNA BUENA VEZ!”, gritó con muchas ansias y una sonrisa. Pero en ese momento, Gokú se quedó totalmente estático. No hacía nada ni se movía para nada.

-Gokú: “Kgh…No

-Caulifla: “¡DIJE QUE LA MATES!

-N°18: “¿G-Gokú…?”, preguntó mientras se liberaba del agarre.

-Gokú: “18…por favor…vete de aquí…llévate a todos de éste lugar y no regresen…ya no puedo controlarme más…Por favor, vete…

-N°18: “No, Gokú. No te dejaré solo. Yo sé que puedes contra esto y sé que lo harás. No quiero dejarte, por favor déjame ayudarte

-Gokú: “Maldición, 18…no puedo…no puedo. Por favor…tú no podrás sola…con esto. Y…si…sigues aquí… sólo echarás a perder…nuestra última oportunidad…de estar juntos. Por lo que más…quieras…vete. No te preocupes…por los niños. Haré…hasta lo…imposible…para que no les hagan daño”.

N°18 sabía que Gokú tenía razón. Aunque su corazón estuviera cegado por el amor que sentía por el Saiyajin y le dijera que se quedara junto a él, la androide optó por pensar mejor la situación. Sabía que no podía hacer mucho y que tampoco iba a ayudar aunque quisiera. Finalmente tomó a los inconscientes Guerreros Z y se fue de aquél lugar, dejando detrás de si muchas lágrimas cargadas de dolor y frustración.

-Caulifla: “¡¿POR QUÉ LOS DEJASTE IR, ESTÚPIDO?!”, preguntó muy enfadada. Pero para su mala fortuna, Gokú ya había regresado por completo a su estado catatónico.

Corporación Cápsula

Al llegar al lugar los Guerreros Z fueron recibidos con primeros auxilios casi de inmediato, con enfermeras y demás personal que los escoltaron para que recibieran tratamiento. La única excepción fue N°18, quien después de dejar a sus amigos se fue volando de ese lugar, con destino incierto.

Otro plan más ha fallado. Y no solo eso sino que además Caulifla ha ganado más terreno, ahora con Trunks en sus manos junto con Goten y Marron. Es casi imposible que pueda concretarse otro plan, dando paso a que el infierno se desate nuevamente sobre la Tierra.

Han pasado 2 semanas y los Guerreros Z apenas están en recuperación, siendo atendidos constantemente por doctores, enfermeras y sus seres queridos. Bulma y Videl no se despegaban ni un segundo de sus respectivas parejas. Pero lo peor de todo es que Caulifla siguió atacando sin piedad a los humanos. Ya no le bastaba con reducir a cenizas las grandes ciudades. Sus ansias por matar iban In Crescendo. Su sed de poder era incierta y absolutamente imparable. Caulifla ha acabado con buena parte de la vida en el planeta Tierra y los pocos sobreviven escondiéndose como pueden de ella.

Por su parte, N°18 se encontraba caminando en una playa en la costa de la Ciudad del Oeste. No paraba para detenerse en ningún momento, ya que para ella esa playa era un lugar apreciado. Un lugar sencillamente único.

Flashback

-Gokú: “18…la verdad que no sé si esto sea precipitado…Pero aun así, me arriesgaré. Lo cierto es que no sé explicar lo que tú me haces sentir. Cuando estoy contigo, me siento feliz. Me siento lleno. Siento que una parte de mi está completa y esa persona que llena ese vacío…eres tú. Y no hay momento que pase en el que no desee estar contigo. Por eso…N°18, ¿Quieres casarte conmigo?”, dijo mientras mostraba un anillo.

Fin del Flashback

-N°18: “¿Por qué? ¿Por qué tuvo que pasar todo esto?”, se preguntaba una y otra vez en su cabeza.

Cada día que pasaba sus lágrimas no paraban de caer, pero el dolor era tan grande que necesitaba desahogarse de alguna forma. En ese momento, su celular comenzó a sonar.

-Bulma: “Hola 18. Escucha, necesitamos que vengas. Tenemos algo de qué hablar…

-N°18: “Está bien, voy para allá

Al llegar la androide, entró en dirección hacia donde se encontraba Bulma. Pero lo que no esperaba encontrar era al Señor Whis en la misma habitación. N°18 no dudó en empezar a arremeter contra el ángel por su ausencia. Whis por su parte intentó tranquilizar a la androide, aclarándole que él no puede intervenir en la vida de los mortales. Y que eso solamente puede hacerlo un Dios de la Destrucción (o sea, el Señor Bills). Pero desafortunadamente, éste no se encontraba disponible, ocasionando que toda esperanza posible se esfumase.

-Whis: “En verdad lo siento, pero no tengo jurisdicción sobre ustedes. A menos que reciba una orden del Señor Bills

-N°18: “Todo terminó…Ya no queda nada que hacer…”, dijo totalmente derrotada

-Bulma: “Whis, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Tú puedes viajar entre universos?

-Whis: “Por supuesto. ¿Y por qué la pregunta?

-Bulma: “¿De casualidad podrías llevarnos al Universo del cual proviene Caulifla?

-Whis: “Mmm…podría

-Bulma: “¡SÍ!”, gritó de felicidad. “¡Tengo un plan! Ven, 18. ¡Vamos con los demás!

Habitación de rehabilitación

-N°18: “Y dime, ¿cuál es el plan?

-Bulma: “En primer lugar, Whis nos llevará al Universo de Caulifla. Ahí encontraremos a la hermana que Piccoro mencionó la otra vez. Después de eso la traeremos aquí con el pretexto de entrenarla, así también engañaremos a la ángel de ese Universo. Cuando llegue le haremos ver que su hermana ha enloquecido. Ella nos ayudará y por fin acabaremos con ésta pesadilla”.

-Piccoro: “¿Y cómo estás tan segura de que va a cooperar con nosotros?

-Bulma: “Oh, eso es lo de menos. Si de verdad quiere a Caulifla, ella hará todo lo posible para ayudarla y hacerla entrar en razón. Ella al ver que su hermana ha enloquecido vendrá a rogar por nuestra ayuda”.

-N°18: “Si es así, entonces hagámoslo. No hay tiempo que perder

-Bulma: “De acuerdo. ¿Quién irá al Universo 6?

-N°18: “Yo voy

-Bulma: “Bien. ¿Quién más?

-Gohan: “Yo también iré

-Videl: “Pero Gohan, aún no te recuperas de tus heridas

-Gohan: “Tranquila, Videl. Mi brazo fracturado no tardará en sanar. No tienes que preocuparte

-Bulma: “Muy bien, ya está decidido. Whis, mañana a primera hora quiero que vengas por nosotros

-Whis: “Con mucho gusto, señora Bulma

-Bulma: “¿Estás seguro que no afecta el que nos ayudes llevándonos a otro Universo?

-Whis: “En lo absoluto. Solamente los llevaré. No tengo nada que ver con sus planes, ni siquiera de manera indirecta. Así que cuente conmigo

-Bulma: “Esta es la última oportunidad que tenemos. Y no la podemos desperdiciar. Nada puede salir mal”.

Capítulo XIII: La hermana perdida[]

En la Corporación Cápsula

-Bulma: “¿Cómo se sienten, muchachos?”, preguntó la científica mientras entraba al cuarto de rehabilitación viendo que ya todos se estaban alistando con sus trajes de combate, a pesar de que algunos de ellos no estaban totalmente recuperados de sus heridas.

-Gohan: “Estamos listos, Bulma

-Bulma: “De acuerdo. Los veré afuera. Whis ya está listo para llevarlos al Universo 6

-Gohan: “De acuerdo”.

Después de un rato, Gohan salió afuera usando su Gi idéntico al de su padre, aunque con un cabestrillo molesto, ya que su brazo fracturado todavía no había sanado completamente. Afuera también estaba N°18, lista para lo que sea.

-Bulma: “Recuerden el plan, muchachos: Al llegar al Universo 6 convencerán a Vados, el ángel de ese Universo y la hermana de Whis, para traer a esa Saiyajin a la Tierra. Hablen lo menos posible con ella y no le den muchos detalles”.

-Piccoro: “Cuando lleguen al planeta Sadalá, traten de no hacer mucho escándalo y vayan inmediatamente a buscar a Kale. Traten de persuadirla para que nos ayude. Deben convencerla de que venga para ayudar a su hermana y que corre peligro. Sólo espero que ella pueda comprender la situación”.

-Gohan y N°18: “Entendido

-Bulma: “Y por último, deben hacer esto lo más rápido posible. El tiempo corre y necesitamos su ayuda”.

-Gohan: “No te preocupes, Bulma. Volveremos en un abrir y cerrar de ojos”.

-Whis: “¿Ya están listos? Llegaremos al Universo 6 en dos horas y media terrestres”.

-N°18: “Está bien. Vámonos. No hay tiempo que perder”.

-Whis: “Ahora toquen mi espalda. Espero que hayan ido al baño ya que no haremos paradas, Jojojo”, dijo entre risas el ángel mientras golpeaba el suelo con su báculo antes de desaparecer en una estela de luz.

Mansión de Gokú

-Caulifla: “Uf, qué día tan agotador. Destruir ciudades la verdad que cansa mucho. Gokú, tráeme algo de comer. Y que sea de inmediato”, ordenó la Saiyajin mientras chasqueaba sus dedos.

Caulifla se quedó pensando un momento en todo lo que había pasado hace unas semanas. Sabía que N°18 con su nuevo poder, podría vencerla fácilmente. Y que de no haber sido por Gokú, todo estaría perdido.

Flashback

“¡Maldición! ¿Cómo fue que esa anciana desgraciada se volviera tan fuerte? Ni siquiera pude ser rival contra ella. Debo destruirlos a toda costa. ¿Pero dónde demonios se esconderán esos bastardos?

Mientras tanto, el viaje de N°18 y Gohan al Universo 6 comenzaba a hacer un poco aburrido. Sin nada interesante para hacer o para conversar.

-Gohan: “18…tranquila, todo saldrá bien

-N°18: “Gracias, Gohan. Pero la verdad que ahora no necesito palabras de apoyo. Lo que realmente necesito es terminar con todo esto

-Gohan: “18, sé cómo te sientes…en serio. En el momento que Bulma me dijo que la Ciudad Satán había sido pulverizada, yo perdí la cabeza. Sentía cómo temblaban mis piernas y no podía respirar. Sentí que había perdido todo. Que me rompía y nunca más podría levantarme”.

-N°18: “La diferencia Gohan…es que tu familia se encuentra bien. Mi familia está rota y está sufriendo cada vez más a cada día que pasa. De verdad que agradezco tu apoyo, Gohan. Pero es realmente difícil todo esto para mí. Quiero tirarme a llorar y no volver a levantarme. Pero Gokú, Marron, Goten y ahora incluso Trunks nos necesitan. Todos nos necesitan. Caulifla ya ha acabado con gran parte de la población mundial y no hay nada que podíamos hacer. Y cada vez que hemos intentado hacer algo, solamente terminamos empeorando las cosas…

-Gohan: “Pero ésta vez será diferente. Te lo aseguro. Yo confío en Bulma y en su plan. Esto no puede fallar. Todo saldrá bien”.

-N°18: “Sé que será así…

-Gohan: “Mientras tanto…y perdóname que pregunte, pero… ¿Cómo fue que te enamoraste de mi papá si en un principio fuiste creada para matarlo?

-N°18: “Jaja…bastante irónico, ¿no es así?”, dijo mientras se ponía roja como un tomate. “Bueno, sucedió después de que Krilin y yo termináramos. Tu padre me ayudó en el peor momento de mi vida, sin dinero ni a dónde ir. Y me dio una razón más para vivir y seguir luchando”.

-Gohan: “¡Wow! Y dime, ¿cómo fue su primera cita?”, preguntó con inocencia.

Toda una charla de amor y aventuras tomó lugar en el viaje hacia el Universo 6. N°18 le contaba a Gohan acerca de todo lo que había pasado junto con Gokú casi como si fuera una niñita enamorada. Un amor tan intenso se podía demostrar con unas simples palabras.

-Gohan: “¡¿Entonces te pidió matrimonio en la playa?!”, preguntó emocionado.

-N°18: “¡SIIII! En serio que quería llorar ese día. Tan solo verlo arrodillado…y el anillo…Fue el día más hermoso de mi vida”.

-Gohan: “¡¿Y aún conservas el anillo?!

-N°18: “¡Claro que sí!”, respondió emocionada mientras le mostraba el anillo de compromiso. “Jamás me lo voy a quitar por nada ni nadie en el mundo”.

-Gohan: “Jaja se nota que amas a mi papá”.

-N°18: “Pero por supuesto que sí. Yo esperaba poder formar una familia con él, pero…”, dijo antes de empezar a soltar una lágrima.

-Gohan: “Oye. Tranquila. Todo saldrá bien, te lo prometo”, dijo poniendo su mano en el hombro de la androide.

-Whis: “Bueno señores, ya estamos a punto de aterrizar en el planeta del Señor Champa. Por favor, sosténganse bien”.

Planeta del Señor Champa

-Vados: “Hermano. No esperaba tu visita. Aunque es bueno tener compañía

-Whis: “Me alegra verte, hermana”, dijo mientras aterrizaba. “Vengo a dejarte éste par”.

-Vados: “¿Y se puede saber para qué?

-Gohan: “Buenas tardes, señorita Vados. Hemos venido por la hermana de Caulifla, Kale. Es que Caulifla la necesita para poder entrenar junto con mi padre, Jaja”, dijo algo nervioso.

-Vados: “Bueno, si ese es el caso, entonces vamos al planeta Sadalá. Sosténganse bien, por favor. Tardaremos unos 12 minutos terrestres”.

Vaya, eso sí que fue fácil”, pensaron Gohan y 18 al mismo tiempo.

-Vados: “¡Próxima parada, planeta Sadalá!”, exclamó el ángel con mucho entusiasmo.

-Whis: “Nos vemos

-Gohan: “Adiós y gracias, Señor Whis

-Vados: “Ahora sí, sosténganse bien. Y cuando lleguemos, sujétense. Porque todavía tengo que pulir el aterrizaje Jaja”, dijo antes de salir en una estela de luz.

Planeta Tierra

-Bulma: “Maldición…otro condado fue atacado. No va a parar hasta encontrarnos

-Vegeta: “Eso lo sé, Bulma. Aunque no me guste la idea, debemos permanecer escondidos. Cualquier aumento de Ki podría significar nuestra sentencia de muerte”.

-Bulma: “Esa maldita malcriada…ya estoy harta de ver cómo aniquila pueblo tras pueblo

-Vegeta: “Sé cómo te sientes, Bulma…pero no podemos hacer nada. Y yo tampoco pienso hacer algo, aunque deteste decirlo…esa enana tiene a Trunks y no puedo hacer que pueda sentenciar la vida de nuestro hijo”.

-Bulma: “Por favor que este plan funcione”, dijo suspirando.

Planeta Sadalá

-Vados: “¡Y llegamos! Cuidado con el aterrizaje”, dijo mientras golpeaba el piso muy fuerte, haciendo que tanto N°18 como Gohan cayeran. “Les advertí sobre mi aterrizaje. No acepto quejas, Jojojo”.

-Gohan: “Jaja no se preocupe…”, decía mientras se ponía de pie y ayudaba a 18. “Gracias por traernos”.

-Vados: “Vendré por ustedes en exactamente 3 horas. Ahora me tengo que ir. Adiós”, dijo antes de golpear su báculo y desaparecer en una estela de luz.

-N°18: “¿Y ahora? ¿Cómo se supone que la busquemos?

-Gohan: “Qué extraño. No puedo sentir su Ki. De hecho, no puedo sentir el Ki de nadie en éste lugar”, dijo mientras veía varias casas que parecían estar abandonadas.

-N°18: “Excelente…llegamos a un pueblo fantasma. ¿Qué más podría salir mal?

-Gohan: “Oye, no te enojes. Seguro que podremos encontrar alguien que nos ayude. Ven, vamos”, dijo mientras empezaba a caminar.

-Soldado: “¡QUIETO AHÍ, FORASTERO! ¡ESTÁ ENTRANDO EN PROPIEDAD INCAUTADA! ¡QUEDA ARRESTADO! ¡PONGA SUS MANOS EN LA NUCA!”, le gritó a Gohan

-Gohan: “¿Qué? ¿Arrestado? Pero si no he hecho nada…

-Soldado: “¡DIJE QUE PONGA SUS MANOS EN LA NUCA!

-Gohan: “¿Al menos podría decirme bajo qué cargos me quiere arrestar?

-Soldado: “¡POR SOSPECHA DE PERTENECER AL GRUPO DELINCUENTE DE CAULIFLA!

-Gohan: “¡¿QUÉ?! ¡¿HA DICHO CAULIFLA?!

-Soldado: “¡USTED TAMBIÉN, SEÑORITA! ¡LAS MANOS DONDE PUEDA VERLAS!”, dirigiéndose a 18.

-N°18: “Mejor deja ya las tonterías y dime qué es lo que sabes de ella”, dijo después de doblar el arma del soldado y levantarlo del cuello de su camisa.

-Soldado: “L-L-Le aseguro que no sé nada, señorita. ¡Y-Y-Yo solo fui mandado a vigilar esta zona!”, respondió completamente temeroso.

-Gohan: “18, mejor bájalo. No va a cooperar con nosotros si sigues amenazándolo”.

-N°18: “No pienso bajarlo hasta que me diga todo lo que sabe, Gohan”, dijo mientras empezaba a cargar una onda de Ki directo a la cara del soldado.

-Soldado: “¡AAAA! ¡Se lo juro, yo no sé nada de la bandida Caulifla! ¡Yo sólo soy un soldado! ¡Lo único que sé es que ellos se esconden en la parte más pobre del planeta! ¡Es todo lo que sé! ¡Por favor, señorita! ¡No me haga daño!”, gritó prácticamente suplicando por su vida.

N°18 finalmente soltó al soldado quien cayó al piso, totalmente preso del pánico.

-N°18: “Ya lárgate de aquí…”, le dijo al soldado mientras éste se levantaba rápidamente y empezaba a correr. Pero no llegó a hacer un kilómetro cuando 18 le lanzó una ráfaga de Ki que lo pulverizó al instante.

-Gohan: “¡RAYOS! ¡¿POR QUÉ DEMONIOS HICISTE ESO, 18?!

-N°18: “Para llamar la atención…

-Gohan: “¡¿PERO EN QUÉ DEMONIOS ESTÁS PENSANDO?! ¡ACABAS DE MATAR A ALGUIEN A SANGRE FRÍA!

-N°18: “¡ESCÚCHAME BIEN, GOHAN! ¡YO NO SOY UNA HEROÍNA O UNA JUSTICIERA COMO TÚ O GOKÚ! ¡LO QUE HAGO, LO HAGO POR MI FAMILIA Y POR TU PADRE! ¡YA NO ME IMPORTA NADA NI NADIE MÁS! ¡Y SI DEBO MATAR A MÁS GENTE CON TAL DE SALVAR A MI FAMILIA, QUE ASÍ SEA ENTONCES! ¡YA ME CANSÉ DE SER BUENA Y BONDADOSA! ¡ES POR SER ASÍ QUE HE PERDIDO TODO!

Gohan al ver el rostro de N°18 sintió algo de pena por ella. Sabía que su corazón estaba muy mal y su mente era un completo caos, pero no por ello tenía derecho de matar gente inocente. Mientras Gohan pensaba en toda la situación, no se percató de la gente que empezaba a salir de sus escondites que se acercaba a ellos alabándolos como si fueran héroes.

-Anciana: “Muchas gracias por ayudarnos, jóvenes

-Gohan: “Jaja no es por nada, señora. No tiene de que preocuparse

-Anciana: “¿Cómo podríamos pagarles?

-N°18: “Diciéndonos lo que sepa acerca de Caulifla y Kale

-Anciana: “No sé mucho, si he de ser sincera con ustedes. Sí sé que son las mejores personas que puedan existir, ya que ayudan a la parte pobre y abandonada de la población. Les brindan comida, refugio, medicamentos y varias cosas más”.

-N°18: “¿Sabe dónde podrían estar escondidas?

-Anciana: “Por supuesto que sí. Se encuentran en la parte Sur del planeta, pasando la ciudad caída de Sadalá encontrarán un pueblo viejo y abandonado. Ahí podrán encontrarlas. Pero tengan mucho cuidado: si llegan a sospechar, no dudarán en matarlos. Puede que sean buenas personas, pero son muy desconfiados. Por cierto, hay rumores de que la señorita Caulifla no se encuentra en el planeta”.

-N°18: “Muchas gracias por su ayuda, señora. Nos vemos”, dijo antes de salir volando seguida de Gohan.

Durante el trayecto hacia la guarida de Caulifla y Kale, Gohan empezó a sentirse incomodo por el silencio que reinaba. Es que ver a una persona que se había redimido de sus errores sólo para volver a cometerlos…no era algo sencillo de digerir. A pesar de esto, el Saiyajin híbrido no dejaba de lado su objetivo principal.

Cuando llegaron al pueblo que la anciana les había mencionado, se sorprendieron al encontrarlo en buenas condiciones y con gente paseando por sus calles y avenidas. Extrañados, decidieron bajar al pueblo para tener una mejor visión de lo que estaba sucediendo.

-Gohan: “Qué extraño. La anciana nos dijo que era un pueblo viejo y abandonado. Pero aquí es todo lo contrario. Se ve bastante agradable”.

-N°18: “Tal vez nos equivocamos

-Gohan: “No lo creo. Será mejor preguntar”, dijo antes de acercarse a un señor para pedirle información. “Disculpe, señor. ¿Sabe dónde podría encontrar a Kale?

-Señor: “Por supuesto, joven. Siga derecho por éste camino y llegará a la casa de la señorita Kale. Es la última de ésta avenida”.

-Gohan: “Le agradezco mucho, señor”, dijo haciendo una reverencia en agradecimiento.

-N°18: “¿Y qué te dijo?

-Gohan: “Dijo que es derecho por ésta avenida. No creí que Sadalá fuera tan extraño”.

-N°18: “¿Y por qué lo dices?”, dijo mientras empezaba a caminar junto con Gohan.

-Gohan: “Bueno…para empezar, el pueblo donde estábamos era muy feo. Y pasamos por varios pueblos que estaban en las mismas condiciones hasta que llegamos a éste. Y aquí está todo muy bien cuidado. Realmente siento que aquí las cosas están bastante disparejas. Y cuando íbamos llegando al planeta, pude ver una enorme ciudad de oro”.

-N°18: “Sí, creo que tienes razón. Aquí todo es deplorable

-Gohan: “Pero bueno, al menos pudimos dar con Kale”, dijo mientras tocaba la puerta.

-Kale: “¿Sí? ¿Quiénes son ustedes?”, preguntó mientras abría la puerta.

-Gohan: “Buenas tardes, Kale. Quizás no me recuerdes, pero yo soy-“.

-Kale: “¡Eres el hijo del señor Gokú!”, dijo con algo de alegría.

-Gohan: “Si, jaja. Me reconociste

-Kale: “¿Pero qué hacen ustedes aquí? Éste no es su planeta. Ni siquiera es su Universo

-Gohan: “Verás…hemos venido para que nos acompañes a la Tierra. Lo que pasa es que Caulifla quiere que vayas y-“.

-Kale: “¡NO!”, dijo sin más.

-Gohan: “¿Qué? Pero sí-

-Kale: “Ya me escuchaste: No voy a ir

-Gohan: “¿Pero por qué?

-Kale: “Porque no. Fue un gusto volver a verlos, pero ahora si me disculpan tengo cosas más importantes que hacer”, dijo azotando la puerta.

-Gohan: “Vaya…ha cambiado bastante desde el Torneo del Poder. ¿Y ahora qué haremos?

-N°18: “Fácil: entraremos por la fuerza”, dijo antes de tirar la puerta abajo de una patada.

-Kale: “¡¿OIGAN, PERO QUÉ DEMONIOS LES PASA?!

-N°18: “Escúchame bien, niña: No viajamos millones de kilómetros para que nos digas que no vendrás. Así que toma un par de maletas y ven con nosotros”, dijo mientras se acercaba al rostro de Kale. Pero lo que no previó 18 es que una bola de Ki estuviera en su cien, lista para ser disparada.

-Bandido: “Usted dé la orden, señorita Kale. Y con mucho gusto la extermino”, dijo mientras mostraba a más de sus compañeros.

-Kale: “Tranquilo, Agura. Miren, no sé la razón por la que me están pidiendo esto. Pero yo no tengo nada que ver con Caulifla”.

-Gohan: “Por favor, Kale. Tienes que ayudarnos. Está bien, te mentí. Ella no te necesita. Pero nosotros sí. Caulifla está acabando con toda ser vivo en nuestro planeta. Por favor, Kale. Ella es tu hermana”.

-Kale: “¡ELLA YA NO ES MÁS MI HERMANA!”, gritó a punto de transformarse.

-Gohan: “Pero en el Torneo del Poder ustedes parecían muy cercanas…

-Kale: “Eso fue antes del Torneo. Ahora es solo una desconocida más”.

-Gohan: “¿Pero por qué?

-Kale: “¡POR CULPA DE GOKÚ!

-N°18: “¿Qué? ¿Y qué tiene que ver Gokú en todo esto?

-Kale: “Que por su culpa, mi hermana se volvió loca

-Gohan: “¿A qué te refieres con eso?

-Kale: “Está bien…les contaré lo que pasó”, dijo suspirando y guiando al par para que tomasen asiento. “Todo comenzó después del Torneo del Poder. Caulifla y yo nos habíamos vuelto más cercanas. Yo ya había aclarado mis sentimientos por ella y me hacía feliz que cada día que pasaba nos volvíamos más y más unidas. Había momentos en que yo quería declarármele…pero todo cambió drásticamente. De un día para otro, Caulifla se empezó a comportar de una manera muy extraña. Parecía muy distraída. En un momento, no le tomé importancia. Pero con los días, empezó a empeorar. Ya casi no salía de su habitación, ni siquiera para comandar misiones. Se empezó a aislar de todo el mundo, ya ni siquiera a mí me dirigía la palabra. Un día, cansada de todo lo que estaba pasando, decidí entrar a su habitación y aclarar todo. Pero cuando entré…vi que Caulifla se había vuelto totalmente loca. Todas las paredes, el piso y el techo estaban cubiertos de dibujos del señor Gokú. Y en cada rincón estaba escrita la palabra ‘Gokú’. No había un espacio sin llenar. Pero lo que más me sorprendió ver fue que estaba acostada abrazando un pedazo de tela”, dijo mientras mostraba un pedazo maltratado de paño azul.

-Gohan: “Es de la camiseta de mi padre. La que siempre usa debajo de su Gi”, dijo mientras se lo mostraba a 18.

-Kale: “Cuando la vi abrazando ésta tela, se la quité de las manos. Sabía que si tanto la atesoraba, vendría por ella y yo por fin podría hablarle”.

-Gohan: “¿Y qué sucedió después?

-Kale: “Nunca debí haber hecho eso…Cuando despertó, empezó a gritar como una histérica. A cada persona que pasaba, ella la golpeaba y tenía una rabia incontrolable. Cuando la vi enfrente de mí sus ojos estaban llenos de ira. Ni siquiera pude decirle dos palabras. Ella estaba furiosa, maldiciendo y gritando por el pedazo de tela que yo le había quitado. Cuando finalmente se lo mostré, quise hablar con ella respecto a eso. Pero ella solamente se lanzó sobre mí, empezando a estrangularme. Yo trataba de defenderme, pero ya casi no me quedaba aire. Fue gracias a uno de mis compañeros que me soltó, aunque le terminó costando la vida. Aterrada trataba de razonar con ella, pero no hubo caso. Después se transformó y me golpeó con tal brutalidad que me dejó al borde de la muerte. Me rompió 5 costillas y ambos brazos. Ese fue el peor día de mi vida. Tan solo recordar todo lo que habíamos pasado…Me rompió el corazón. Yo en verdad la amaba y a ella simplemente…no le importó. Después de un mes ella regresó por sus cosas, porque dijo que se iba para siempre. Nadie quería dejarla pasar, pero ese día nos venció a todos. Mató a decenas de compañeros y se largó como si nada. Desde entonces que juré defender a mis compañeros y amigos. Me convertí en la líder de la banda y empecé a mejorar las condiciones del pueblo”.

-Gohan: “Déjame entender algo, Kale: ¿Tú y Caulifla no son hermanas de sangre?

-Kale: “Jaja, no. Ella y yo no fuimos muy queridas por los demás. Yo era huérfana cuando ella me rescató y me nombró como su hermana. Desde ese día, juramos nunca más separarnos y ayudarnos en todo…Pero ese día se rompieron muchas promesas”.

-Gohan: “Kale, no sé cómo decirte lo mucho que lamento el que hayas tenido que pasar por todo eso. Pero ahora te necesitamos. Ella te necesita. Ella tiene a mi papá bajo su control y no tardará en exterminar todo en la Tierra. Por favor, Kale…eres nuestra última esperanza. Ven con nosotros”.

-Kale: “Lo siento…no puedo”, dijo por lo bajo mientras soltaba una lágrima.

Ambos guerreros decidieron dejarla sola y marcharse del pueblo.

-N°18: “Antes de irnos, déjame decirte algo Kale: Caulifla te ayudó en tu peor momento. No tenías a nadie. Y ella sin dudarlo te tendió su mano, incluso te dio un hogar y hasta una familia. Pero ahora que ella te necesita, la abandonas como si nada. Como si todo lo que ustedes vivieron solo hubiera sido un chiste. La vida duele, Kale…y no por un simple corazón roto se deja a quienes amas…Me das lástima. Abandonas a tus amigos en sus peores momentos. Si en verdad la amaras, no estarías aquí…”, dijo mientras salía de la casa junto con Gohan.

Después de que se cerró la puerta, Kale empezó a llorar casi de manera desconsolada. Sabía que su hermana estaba en la peor situación y ella simplemente la abandonó.

Pero… ¿Cómo se puede hacer lo correcto cuando tu corazón aún duele?

-Gohan: “Y ahora… ¿Qué vamos a hacer?”, dijo decaído sentándose en la fuente del pueblo.

-N°18: “No sé…

-Gohan: “Tengo otra idea: podríamos pagarle a Hit para que detenga a Caulifla

-N°18: “¿Y cómo piensas contactarlo, genio?

-Gohan: “Sí, es cierto…”, dijo suspirando. “Perdóname por darte falsas esperanzas”.

-N°18: “Ya no importa lamentarse…pero aun así, gracias”.

-Gohan: “¿Y ahora qué haremos?”.

-N°18: “¿Y qué otra cosa podemos hacer?”, dijo con una voz ahogada. Sus lágrimas gritaban por salir. Su voz poco a poco se iba quebrando y su cuerpo empezaba a fallar. “Ya no queda nada que hacer, Gohan. No hay final feliz esta vez…”, dijo rompiendo en llanto.

Gohan al ver llorar a N°18 no sabía qué hacer. Ni siquiera sus palabras podrían hacerla sentir mejor. Simplemente guardó silencio y se quedó con la mirada baja. Sabía que el silencio era lo más sabio que podía hacer en ese momento.

-N°18: “Ya es hora de irnos, Gohan…ya sólo faltan 15 minutos para que llegue Vados”.

-Gohan: “Está bien…”, dijo emprendiendo vuelo junto con la androide.

Al llegar al lugar acordado, Vados ya se encontraba en el lugar sentada sobre una piedra. Los guerreros derrotados se acercaron con el ángel listos para su regreso.

-Vados: “¿Y la señorita Kale?

-Gohan: “Dijo que prefiere quedarse…

-Vados: “Bueno, ya es hora de llevar el equipaje con mi hermano Jojojo

Vados ya estaba lista para despegar. Pero a escasos centímetros del suelo, Kale apareció gritando desde los cielos, deteniendo cualquier acción.

-Kale: “¡ESPÉRENME!”, gritó enfrente de ellos. “Iré con ustedes

-Gohan y N°18: “¡¿DE VERDAD?!

-Kale: “Sí. Me hicieron darme cuenta de que estaba equivocada. Caulifla me necesita y no la pienso abandonar sin importar que vuelva a lastimarme”, dijo con mucho entusiasmo.

-Vados: “De acuerdo, entonces sujétense bien porque va ser un viaje muy largo”.

Capítulo XIV: Hermanas reunidas[]

Universo 6

-Kale: “Disculpe, señor Gohan. ¿Cuál es el plan?”.

-Vados: “¿A qué plan se refiere, señorita Kale?

-Gohan: “Jaja, descuide. Se refiere al plan…de entrenamiento de mi papá. ¿Verdad, Kale?”, preguntó mientras le tapaba la boca y le hacía señas a la Saiyajin.

-Kale: “Ah sí, jeje. Es que estoy muy ansiosa por entrenar y volverme más fuerte”.

-Vados: “Oh, ya veo. Entonces espero que sea un buen entrenamiento para la señorita Kale”.

-Gohan: “Si, téngalo por seguro jaja

-Kale: “Gohan…”, dijo susurrando. “¿Por qué le mentiste a la señorita Vados?

-Gohan: “Shhh, llegando a la Tierra te lo explicaré”, le respondió susurrando.

Después de varias y largas horas de vuelo entre universos muy aburridas y sin nada para hacer o decir, todos habían llegado finalmente al planeta del señor Bills, lugar donde Whis los recibió a todos. Vados después de dejarlos y sin nada más que decir, se retiró al Universo 6.

Gohan por su parte avisó a todos en la Tierra sobre su regreso a través del báculo de Whis, ya todos aliviados por el hecho de saber que el plan estaba marchando a la perfección. Entonces todos se dispusieron a viajar de vuelta a la Tierra y así como pasó antes, fue otro viaje realmente aburrido.

En la Corporación Cápsula

-Bulma: “¡MUCHACHOS, VENGAN! ¡YA ESTÁN DE REGRESO!”, gritó mientras corría al patio trasero.

Cuando todos salieron de la Corporación Cápsula, la luz angelical de Whis se hizo presente ante todos y con él, el regreso de la esperanza de todos.

-Bulma: “¡SIII! ¡LO LOGRARON! ¡QUÉ BUENO QUE ESTÉN TODOS AQUÍ!”, exclamaba mientras iba a abrazar a los recién llegados.

-Gohan: “Jaja gracias Bulma. Sí, ya está todo listo para nuestro plan. Pero antes, quisiera presentarles a la señorita Kale”.

-Kale: “Hola…mucho gusto. Mi nombre es Kale. Es un placer conocerlos”, dijo tímidamente mientras hacía una reverencia.

-Bulma: “No tienes por qué ser tan formal. Mi nombre es Bulma. Encantada de conocerte, Kale. Debo agradecerte muchísimo por lo que estás haciendo por nosotros”.

-Kale: “No tiene por qué agradecer, señora Bulma. Lo haría todas las veces que sean necesarias

-N°18: “Oigan, les recuerdo que aún hay cosas por hacer”, dijo con un tono serio y una cara poco amigable.

Ya todos estando dentro del edificio, Bulma junto con Vegeta, Piccoro y Gohan procedieron a explicarle a Kale toda la situación que estaban viviendo en la Tierra. Ella solamente podía pensar en todo lo que había hecho su hermana y en las atrocidades que estaba cometiendo.

Más que nunca Kale estaba decidida a ayudar a Caulifla en todo lo que ella necesitara. Después de una extensa explicación, Gohan y Bulma procedieron a explicar el plan a todos los presentes dentro del salón.

-Bulma: “Como todos saben”, dijo antes de aclararse la garganta. “El objetivo principal es descubrir qué es lo que está controlando a Gokú. Por eso es que nuestro nuevo plan estará focalizado en encontrar la causa de todo”.

-Gohan: “En primer lugar, enviaremos a Kale a que se reúna con Caulifla para que se reconcilien. Una vez que se haya ganado nuevamente su confianza, Kale robará el estupefaciente que le están administrando a mi padre. Una vez que lo consiga, ella nos avisará y nosotros iremos a sacarla de ahí lo más rápido posible. Bulma hará todo lo posible para fabricar un antídoto y una vez que esté listo, se lo entregará a Kale para que ella se lo pueda administrar a mi padre. Se espera que el antídoto lo deje a mi padre desmayado el tiempo suficiente para que nosotros entremos, podamos vencer a Caulifla y así rescatar a Goten, Trunks y Marron. Lamentablemente, esto puede tardar varios días. Pero es lo que mejor que tenemos por ahora…

-Kale: “¿Y cuándo piensan hacer todo esto?

-Gohan: “Hoy mismo, Kale

-Kale: “¡¿QUÉ?! P-P-pero…aún no estoy lista para volver a ver a Caulifla. Y…y-yo necesito más tiempo. Ni siquiera me veo bien, no voy a tener tiempo de arreglarme”.

-Bulma: “Tranquilízate, Kale. Yo te ayudaré con eso. Ven, acompáñame”, dijo mientras tomaba a Kale del brazo.

-Kale: “Espere, ¿a dónde me lleva?

-Bulma: “Confía en mí. Quedarás encantadora, a tal punto de que querrás ir a verte con Caulifla al instante, para que ella admire tu belleza”.

Mientras que Bulma y Kale fueron a un salón de belleza, los demás guerreros empezaban a frustrarse por la situación y por la actitud de Bulma ante el problema, ya que todos querían que esto terminase de una buena vez y la científica lo estaba retrasando.

-N°18: “Maldición… ¿Por qué Bulma tuvo que llevarla al salón de belleza?

-Gohan: “Tranquila, 18. Bulma sabe lo que hace. No hay que perder la cabeza”.

-N°18: “¡CON UN DEMONIO! ¡¿POR QUÉ DEMONIOS PARECE QUE SOY LA ÚNICA A LA QUE LE IMPORTA TODO ESTO?!”, gritó mientras golpeaba la mesa enfrente de ella. “¡MALDITA SEA! ¡ESA ENANA TIENE CAUTIVOS A SERES QUERIDOS DE TODOS NOSOTROS Y AÚN ASÍ NO ESTÁN HACIENDO NADA! ¡¿QUÉ DEMONIOS LES PASA POR LA CABEZA?! ¡YA ESTOY CANSADA DE PASAR DE UN PLAN A OTRO Y QUE TODOS FALLEN! ¡PERO AHORA TENGO UNA ESPERANZA DE RECUPERAR A MI FAMILIA Y LA ESTÚPIDA NO QUIERE AYUDAR POR NO TENER SUFICIENTE MAQUILLAJE! ¡SI ESA NIÑA TONTA NOS PIENSA AYUDAR, ENTONCES PREFIERO MORIR INTENTANDO POR MI CUENTA!”.

-Gohan: “18…”, dijo intentando poner una mano en el hombro de la androide, pero ella simplemente se alejó de todos y se fue de la Corporación Cápsula.

Todos en la sala sabían que N°18 tenía toda la razón. Su oportunidad estaba enfrente de ellos y simplemente la ignoraban. Todos se sentían impotentes, pero de todos ellos, N°18 era la única que ya estaba harta. Porque su felicidad al fin había llegado, pero por las malas jugadas que tiene la vida, ahora corre el riesgo de perderlo todo.

Mientras esto ocurría, Bulma y Kale ya habían terminado en el salón de belleza.

-Kale: “¿Estás segura que me veo bien?

-Bulma: “¡Claro que sí! Te ves hermosa. Lo digo en serio”, dijo mientras ponía un espejo frente a ella.

Cuando Kale se vio en el espejo, tuvo un poco de pena. Porque aún no era la persona con más confianza en todo el mundo, pero aun así, verse en el espejo con esa nueva apariencia le hizo sentir que podía hacerlo y verse cara a cara con Caulifla.

-Bulma: “¿Estás lista?

-Kale: “Más que lista, señora Bulma

-Bulma: “Así se habla. Y puedes decirme ‘Bulma’ con confianza. Pero antes de que nos vayamos Kale, quisiera hablar contigo”, dijo mientras salían del salón de belleza.

-Kale: “¿Y de qué quisiera hablar?

-Bulma: “Sobre lo que estamos a punto de hacer…Kale, yo realmente no sé qué es lo que haya pasado entre tú y Caulifla. Pero por favor, prométeme que nos ayudarás hasta el último momento. Te pido por favor que no caigas en las trampas de tu hermana. Puedo ver en tus ojos que aún la amas. Y es un amor que va más allá de una simple amistad y sé que quieres ayudarla. Así que prométeme que serás fuerte y nos ayudarás, al mismo tiempo que ayudarás a tu hermana que tanto te necesita. Eres nuestra última esperanza, Kale. Por favor, prométemelo”, dijo mientras tomaba las manos de la Saiyajin y la miraba fijamente a los ojos.

-Kale: “Yo…se lo prometo. No se preocupe, señora Bulma. Daré mi mayor esfuerzo y todo saldrá bien”.

-Bulma: “Muchas gracias, Kale”, dijo abrazándola con lágrimas en sus ojos.

Corporación Cápsula

El momento ya había llegado y Kale ya estaba lista para emprender vuelo hacia la mansión de Gokú. Pero antes, Bulma le colocó un transmisor en su oído a la Saiyajin, para poder escucharla en todo momento.

-Bulma: “Muy bien, ya estás lista. No olvides el plan, Kale”.

-Kale: “Sí, no lo olvidaré. Muchas gracias, señora Bulma”, dijo saliendo en un estallido volando hacia el horizonte.

-Bulma: “Este plan no puede fallar”.

-Gohan: “Eso espero, Bulma”.

-Bulma: “Por cierto, ¿dónde está 18?

-Gohan: “Ella se enojó y se fue

-Bulma: “Porque llevé a Kale al salón de belleza, ¿cierto?

-Gohan: “Si…”, respondió suspirando.

-Bulma: “Iré a hablar con ella”.

-Gohan: “Creo que será mejor que la dejemos tranquila por el momento. Necesita desahogarse”.

-Bulma: “Aun así, iré por ella. Se está comportando como una niña berrinchuda y no puedo dejar que se comporte de esa manera. Ella no es así. Ella necesita apoyo más que nunca”, dijo antes de arrojar una cápsula de la cual salió una nave.

Playa de la Ciudad del Oeste

Una playa con rastros de destrucción, pedazos que solían formar edificios, vidrios rotos, automóviles que emergían del mar. Ese era el nuevo paisaje de la playa que fue testigo de la formalización de la pareja de Gokú y N°18. Ahora solo es la sombra de lo que solía hacer. Pero a pesar de todo, aún sigue siendo especial para la androide y eso era lo importante. N°18 estaba sentada sobre una roca frente al mar, que apenas mojaba sus pies.

Pero todo eso cambió cuando una nave alteró la tranquilidad del mar. N°18 sabiendo bien de quien se trataba, decidió levantarse e irse.

-Bulma: “¡18 ESPERA, TENEMOS QUE HABLAR!

-N°18: “¡YO NO TENGO NADA QUE HABLAR! ¡DÉJAME EN PAZ!

-Bulma: “¡18, ESPERA!”, dijo jalando del brazo de la androide. Cuando ella vio su rostro, tenía los ojos rojos y varias lágrimas aún seguían cayendo por sus bellas facciones. “18…”.

-N°18: “¡TE DIJE QUE ME DEJARAS EN PAZ, BULMA!”, gritó zafándose del agarre de la científica. “Espero que ya hayas terminado de jugar con esa mocosa y que el plan esté en marcha. ¿O acaso siguen jugando con la estilista?”.

-Bulma: “18, entiende que Kale necesitaba un poco de confianza para-

-N°18: “¡Y YO NECESITO QUE ESTA PESADILLA SE ACABE, BULMA! ¡¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER QUE TODO ESTO ME ESTÁ DESTRUYENDO?!

-Bulma: “18, sé por lo que estás pasando. Pero entiende que tienes que ser-

-N°18: “¡¿FUERTE?! ¡¿ESO ERA LO QUE IBAS A DECIR?! ¡YA ESTOY CANSADA DE ESCUCHAR SIEMPRE LAS MISMAS PALABRAS! ¡SI NO TIENES NADA MEJOR PARA DECIR, DÉJAME SOLA Y LÁRGATE!”.

-Bulma: “¡ERES UNA MALDITA NIÑA BERRINCHUDA, 18!”, gritó con mucha furia y desesperación. “¡TODOS ESTAMOS AYUDANDO Y TODOS TENEMOS A ALGUIEN AHÍ PRISIONERO DE ESA MALDITA NIÑA! ¡Y ERES TÚ LA ÚNICA QUE SE LA PASA LAMENTÁNDOSE POR TODO LO QUE PASÓ! ¡TRUNKS ESTÁ AHÍ Y GOKÚ ME IMPORTA TAMBIÉN! ¡GOKÚ ES COMO UN HERMANO MENOR PARA MÍ! ¡Y VERLOS A TODOS ME HACE SENTIR DE LO PEOR!”.

-N°18: “¡¿Y A TI QUIÉN TE DA EL MALDITO DERECHO DE DECIRME QUIEN SOY?!

-Bulma: “¡ME DA IGUAL QUIEN DEMONIOS SEAS! Pero escucha esto de una buena vez: Tú eres fuerte y siempre lo has demostrado. Sé por todo lo que has pasado y déjame decirte que no estás sola. No me puedo imaginar el dolor por el que estás pasando ahora mismo, pero yo puedo ser tu apoyo. Yo puedo ser tu amiga que siempre te va a levantar cuando caigas. No tenes que estar sola, 18”, dijo mientras tenía sus manos en los hombros de 18 y la miraba a los ojos. “Yo no te voy a dejar sola, 18”.

Una respuesta casi automática surgió de lo más profundo de la androide: sin pensarlo dos veces, N°18 abrazó a Bulma con toda su alma. Nuevas lágrimas salían de sus ojos, al mismo tiempo que un grito ahogado del que escapa mucho dolor y desesperación. Ella sentía cómo todos sentimientos retraídos que la consumían poco a poco salían liberándola de sus cadenas. Por fin sentía algo de alivio dentro de su ser. La androide lloraba y lloraba sin cesar. Pero fue gracias a las palabras de Bulma y ese abrazo realmente liberador que N°18 pudo volver a tener la misma fuerza y esperanza que antes. Y es que Bulma tenía razón: 18 estaba empezando a ser consumida por la desesperanza y la tristeza. Se estaba convirtiendo en una verdadera aberración para todos.

Habían pasado ya varios minutos y N°18 parecía que por fin había cesado con su llanto, liberándose del abrazo de Bulma y comenzando a limpiarse las lágrimas que aún había en su rostro.

-N°18: “Gracias, Bulma…de verdad. Gracias”.

-Bulma: “No tienes que agradecer nada, 18. Para eso estamos las amigas. No te volveré a dejar sola”.

-N°18: “Muchas gracias, Bulma. Lo necesitaba. Será mejor irnos, porque hay que estar pendiente de todo con Kale”.

-Bulma: “Si, tienes razón. Vámonos”.

Mansión de Gokú

-Kale: “Tranquila, Kale…sólo volverás a ver a Caulifla. No es nada del otro mundo. Es solo tu amiga que te rompió el corazón y te dejó muy lastimada… ¡MALDICIÓN, NO ESTOY LISTA PARA VERLA!”, se decía a sí misma y agitándose por la situación. “No, Kale. Se lo prometiste a la señora Bulma. Vamos Kale, tú puedes”, dijo mientras tocaba el timbre de la mansión y escuchando una voz que venía del interior.

-Caulifla: “¡¿QUIÉN DEMONIOS?!-“, exclamó quejándose mientras abría la puerta sólo para quedarse sin palabras al ver a su hermana. “¡¿K-K-KALE?!

-Kale: “Hola hermana…

Capítulo XV: Valor bajo fuego[]

-Caulifla: “¡¿K-K-KALE?!”, preguntó muy sorprendida.

-Kale: “H-Hola Caulifla…

-Caulifla: “K-Kale… ¿Pero qué rayos haces aquí?

-Kale: “Bueno…vine porque quería verte

-Caulifla: “¿Y cómo fue que llegaste hasta aquí?

-Kale: “¿Tú cómo crees? Me trajo la Señorita Vados, jaja”, dijo riéndose un tanto nerviosa.

-Caulifla: “Oh, ya veo…”, dijo dándose cuenta de que le estaba mintiendo. “Jaja, por un momento creí que te habían traído esos inútiles del Universo 7. Pero qué locura, ¿cómo se me pudo ocurrir eso? Jaja”.

-Kale: “Si…jaja, qué locura. Yo ni siquiera los conozco”.

-Caulifla: “Si, tienes razón. Aunque te ves algo nerviosa, Kale…

-Kale: “S-Sí. Es que hace tiempo que no nos veíamos. Y además hace frío aquí afuera”, dijo mientras la abrazaba. “¿Puedo pasar?”.

-Caulifla: “Claro, por supuesto”, dijo haciéndose a un lado para dejarla entrar. “Vaya, es genial que estés aquí Kale. En verdad te extrañé”, dijo mientras abrazaba a Kale con ternura. Pero en su mirada se veían otras intenciones.

-Kale: “¿M-Me extrañaste?”, preguntó algo sonrojada.

-Caulifla: “Por supuesto que sí. Tú eres mi hermanita. Además, quería disculparme contigo por lo que pasó la última vez. Tú sabes a lo que me refiero. De verdad que no pasaba un solo día en el que no dejaba de pensar en lo tonta que fui. Perdóname”, dijo mientras escondía su cara en el pecho de Kale. “¿Podrías perdonarme?”.

-Kale: “Caulifla…yo…siempre te voy a perdonar. No importa lo que pase, siempre voy a estar para ti”, dijo abrazando a la Saiyajin.

-Caulifla: “¿No estás enojada?

-Kale: “Por supuesto que no…me da mucho gusto volver a abrazarte…por fin puedo volver a sentirte cerca de mí…tu aroma”, dijo dejándose llevar cada vez más por sus sentimientos.

-Caulifla: “Eres la mejor, Kale

-Kale: “No es cierto. Tú eres la mejor

-Caulifla: “Jajaja…es bueno verte de nuevo, hermana…Por cierto, cuéntame. ¿Cómo ha estado la guarida? Después de haberme ido, supongo que te hiciste cargo”.

-Kale: “¡Por supuesto! ¡Deberías de verlo!: Todo ha mejorado muchísimo. Cada vez parece más civilizado. La gente es cada vez más feliz. ¡Ya no hay tanta pobreza y ya no hay guerras! ¡Tengo planeado expandir nuestros territorios y cuando regresemos, uniremos todos los pueblos de Sadalá y por fin derrocaremos al patético Rey que rige en nuestro planeta!”.

-Caulifla: “¿Volvamos?

-Kale: “Si. Cuando volvamos a nuestro hogar y volvamos a estar juntas para hacer lo que siempre hacíamos

-Caulifla: “Jajaja…siempre fuiste muy tierna e inocente, Kale. Pero ya no voy a volver

-Kale: “¡¿QUÉ?! ¿P-Pero por qué?

-Caulifla: “Porque aquí yo soy una Reina. Aquí tengo lo que quiero y en el mismo momento que lo quiero. ¡TENGO PODER! ¡TODOS ME TEMEN Y NADIE PUEDE RIVALIZAR CON LA FUERZA DE MI REY!”.

-Kale: “P-Pero tú siempre anhelaste el bien de todos. Siempre ayudaste a los demás. Eras una heroína para los habitantes de Sadalá. Si robábamos era para ayudar a las personas que más lo necesitaban”.

-Caulifla: “¡ESO YA QUEDÓ ATRÁS! ¡ADEMÁS, SIEMPRE QUISE GOBERNAR SOBRE TODOS! ¡¿PERO CÓMO HACERLO CUANDO TUS SÚBDITOS APENAS SÍ PUEDEN SUBSISTIR?! ¡JAMÁS LO HICE PORQUE FUERA UN ÁNGEL DE LA PAZ! ¡LO HACÍA PORQUE CREÍA QUE ASÍ PODÍA LLEGAR A SER REINA! Pero me di cuenta de que no sirve de nada ser buena y bondadosa… ¡SI NO PUEDES TENER EL PODER!”.

-Kale: “¡¿Entonces estás aquí sólo porque tienes poder?!

-Caulifla: “En parte, sí. ¡AQUÍ YO SOY TODA UNA DIOSA! Aunque los ‘amigos’ de Gokú siguen pensando que él y yo no somos felices… ¡ESOS IDIOTAS ESTORBOSOS TODAVÍA NO ENTIENDEN QUE MI FUTURO ESTÁ AL LADO DE MI GOKÚ SIENDO REYES DE ÉSTE PARAÍSO!”, gritó mientras se volvía cada vez más loca. “¡PERO YO SÉ QUE ESTÁN TRAMANDO ALGO! ¡LO VOY A DESCUBRIR Y ACABARÉ CON SUS ESPERANZAS! ¡Y UNA VEZ QUE LOS TENGA A MI MERCED, GOZARÉ QUITÁNDOLES LA VIDA UNO POR UNO!

Kale al escuchar esas palabras de la boca de Caulifla, simplemente no lo podía creer. Cuando vino con los Guerreros Z, jamás se imaginó ver que su hermana estuviera tan mal. Pensó que no sería para tanto, pero ahora al verla simplemente sentía miedo. Terror. Sus ojos se llenaban de pánico y de lágrimas. Sus labios temblaban y sus pies la hacían retroceder poco a poco, como si quisieran escapar de esa realidad. Pero sus pasos fueron detenidos por el pecho de cierto Saiyajin a sus espaldas…

-Kale: “¿S-S-Señor Gokú?

-Caulifla: “Ah, veo que te topaste con mi futuro esposo

-Kale: “¿F-Futuro esposo?

-Caulifla: “Así es. Me pienso casar después de que matemos a toda la escoria de este planeta

-Kale: “¿Matemos?

-Caulifla: “Pues claro. Ahora que estás aquí, será mucho más fácil lidiar con esos tontos del Universo 7. Además, tú también serás Reina de éste lugar. También tendrás poder sobre los humanos y podremos gobernar juntas como hermanas. ¿No te agrada la idea?”, dijo mientras la abrazaba por el cuello.

-Kale: “Ehh…claro que sí, hermana…

-Caulifla: “Imagina…cuando queramos algo, lo tendremos en la palma de nuestras manos con tan solo tronar los dedos. Y con mi Gokú de nuestro lado, nadie podrá detenernos. ¡SERÁ PERFECTO!

-Kale: “¿Estás segura de querer hacer eso?

-Caulifla: “Por supuesto. Ya estoy cansada de gobernar una porquería de pueblo en Sadalá. Aquí tengo a todo un mundo en mis manos”, dijo mientras apretaba su puño. “Ahora prepárate, que vamos a ir de compras. Te encantará la ropa que usan aquí. Debo admitirlo, tienen muy buen gusto”.

-Kale: “¿Y…a dónde iremos?

-Caulifla: “No lo sé. El primero pueblo que veamos, lo atacaremos. Como en Sadalá, hermana. Y ya deja de andar preguntando y vámonos, aunque pensándolo bien…quisiera visitar un lugar que quiero mostrarte”, dijo saliendo de la mansión seguida por Gokú.

En cuanto los tres salieron de la mansión, Kale se comunicó con Bulma para avisarle sobre un posible ataque a una de las posibles ciudades. Después de cortar la transmisión, Kale empezó a volar junto con su hermana que estaba sobre la espalda de Gokú muy alegremente.

Aunque no lo quería aceptar, a Kale le molestaba que Caulifla estuviera todo el tiempo al lado de Gokú. Sentía cómo sus celos la quemaban por dentro, pero todo eso cambió al ver el paisaje que se iba pintando conforme iban avanzando. Ahora sus ojos reflejan un horror y pánico casi indescriptibles, ya que las ciudades que iban sobrevolando habían sido exterminadas por completo.

El rojo se mostraba intensamente sobre charcos de sangre, sin mencionar el olor fétido y a putrefacción que invadía toda la zona a causa de los miles de cadáveres que yacían en el suelo y lo peor de todo es que esa misma escena horripilante se repetía una y otra vez.

Parecía que no se terminaba la crueldad y masacre que hacía Caulifla en sus propios berrinches.

Ciudad del Sur

-Caulifla: “Ya llegamos, Kale. Te presento mis futuros reinos”, dijo alzando la mano mientras mostraba cientos y cientos de personas siendo maltratadas y obligadas a construir lo que parecía ser un castillo. “¿Verdad que se ve hermoso? Imagina cuando dominemos todo éste mundo…reinaremos sobre éstos idiotas…Será mi mayor logro”.

-Kale: “Si…Ehh…se ve bien

-Caulifla: “¿Cómo que bien?”, preguntó algo enfadada. “Esto será una verdadera obra de arte cuando esté terminado y será sólo para nosotras”.

-Ingeniero: “Señorita Caulifla, aquí tiene los reportes del avance de la construcción. Se espera que quede terminada más pronto de lo que creía en un principio”.

-Caulifla: “¿De verdad?

-Ingeniero: “Por supuesto. Ya muy pronto podrá reinar sobre todos”, dijo haciendo una reverencia antes de irse.

-Caulifla: “Muchas gracias, mi súbdito. Pero… ¿sabes qué me molesta más que me interrumpan cuando estoy hablando?

-Ingeniero: “Y-Yo…me disculpo por la interrupción, mi señora. No fue mi intención-

-Caulifla: “¡RESPONDE A MI PREGUNTA!

-Ingeniero: “N-No sé, mi señora… ¿Qué es lo que más le molesta?

-Caulifla: “Que sean unos lame botas”, dijo antes de darle una patada al hombre en su rostro.

-Ingeniero: “Disculpe…señorita Caulifla…no volverá…a suceder. Pero…por favor, no me…no me haga daño

-Caulifla: “Sé que no lo volverás a hacer”, dijo mientras lo tomaba de los pelos y lo alzaba. “Vamos, Kale… ¡MÁTALO!”, dijo probando la lealtad de su hermana.

-Kale: “¡¿Qué?! Caulifla, estás loca. Sabes que nunca matamos cuando robamos”.

-Caulifla: “Cierto…pero esto no es un robo…es un asesinato. ¡VAMOS, KALE! ¡MÁTALO AHORA!

Kale sabía muy a su pesar que no podía escapar de ésta. No le quedaba más opción que obedecer a su hermana. Y con cada grito que recibía de Caulifla, le temblaban las piernas y se volvían como una gelatina. La Saiyajin morena finalmente tomó al esclavo con su mano y en su rostro vio el temor, el miedo reflejado en los ojos de ese pobre hombre. Escuchó sus gritos desgarradores suplicando por piedad y rogando que le perdonasen la vida. Caulifla solamente gritaba y gritaba, poniendo a Kale cada vez más y más nerviosa. Finalmente y totalmente presa de la desesperación, Kale atravesó al hombre con una onda de Ki, quedando esa escena plasmada en lo más profundo de la memoria de la Saiyajin.

-Caulifla: “Bien hecho, Kale. Sigue así y serás una gran reina. Ahora sí, vámonos de compras”.

En cuanto Caulifla se marchó con Gokú a la próxima ciudad, Kale comenzó a llorar de manera desconsolada. Ella jamás en su vida había matado a alguien a sangre fría. Se sentía diferente. Sentía que algo dentro de ella se había roto y su mente había sufrido un daño irreparable. Estaba totalmente traumatizada.

Kale pensaba para sus adentros:

¡¿POR QUÉ LO HICE?! ¡¿POR QUÉ ME OBLIGÓ?! Maldición…yo no quería. El hombre ni siquiera merecía la muerte. ¡¿POR QUÉ DEMONIOS LO HICE?! ¡¿QUÉ TAN MAL PUEDE ESTAR CAULIFLA PARA MATAR A ALGUIEN SÓLO POR COMETER EL MÁS MÍNIMO ERROR?! ¡POR TODOS LOS CIELOS! ¡¿QUÉ DEMONIOS LE PASA A MI HERMANA?!

Aún seguía en el suelo llorando de manera desconsolada cuando su llanto fue interrumpido por el transmisor de Bulma. Empezó a sonar y se escuchaba un pitido acompañado de unas indicaciones para poder escuchar a la científica. Ni bien presionó el transmisor, empezó a escuchar la voz de Bulma muy distorsionada.

-Bulma: “Kale… ¿Estás ahí?”, preguntó entre tanta interferencia.

-Kale: “¿Qué es lo que quiere?”, preguntó totalmente devastada.

-Bulma: “Necesitamos saber ya qué es lo que Caulifla le está suministrando a Gokú. Para eso, tendrás que cansarlo. Dile que-

-Kale: “¡MALDICIÓN, YA DÉJEME EN PAZ!”, gritó llena de desesperación.

-Bulma: “Kale, ¿qué fue lo que pasó? ¿Estás bien?

-Kale: “¡Fue Caulifla! ¡Y-Yo no quise hacerlo, pero ella me obligó! ¡Realmente yo no quería hacerle daño! ¡E-Él solamente gritaba y Caulifla también y…y-yo ya no podía!

-Bulma: “Kale, tranquilízate. Respira hondo. Por favor. Y ahora dime, ¿Qué fue lo que pasó?

-Kale: “¡CAULIFLA ME HIZO MATAR A ALGUIEN!”, gritó desesperada.

-Bulma: “¡¿QUÉ?! No puede ser…esa maldita…Kale, escucha. Necesito que te tranquilices. Y que te vuelvas a enfocar. Tú no lo mataste a propósito”.

-Kale: “¡PERO AÚN ASÍ LO HICE!”.

-Bulma: “Kale, escúchame. Tú no lo mataste. Fue Caulifla. Ella es la causante de todo esto y debes terminar con todo esto ya mismo. No puedes quedarte llorando y gritando en el suelo. Créeme que si terminas con todo esto, podremos revivir a todas las personas que Caulifla ha matado”.

-Kale: “¿Acaso ha dicho ‘revivir’? ¿Pero cómo es eso posible? ¿Acaso ustedes poseen las Súper Esferas del Dragón? ¿Cómo piensan revivirlos?

-Bulma: “Eso es lo de menos, Kale. Lo que importa ahora es que termines ya con todo esto. Es la única forma de que puedas ayudar a todo el mundo. Si lo logras, serás toda una heroína”.

-Kale: “Yo solo quería ayudar a Caulifla…pero ahora lo que veo en ella es espantoso”.

-Bulma: “No, Kale. No debes rendirte. No ahora. Aún puedes ayudarla. No debes abandonar esos recuerdos con tu hermana por su desenfrenada ambición de poder. Sé que vas a poder ayudarla y que por fin podrás vivir a su lado con un amor compartido. Pero solo podrás lograrlo si haces exactamente lo que te digo”.

-Kale: “Está bien…”, dijo suspirando antes de cortar la transmisión.

Corporación Cápsula

-Vegeta: “¿Por qué sigues con eso de que tiene que ayudar a su hermana? Ella ya está demente”.

-Bulma: “De eso estoy consciente, Vegeta. Pero es la única forma de alentar a Kale para que haga esto, sino no nos va a ayudar y podría desertar en cualquier momento. Debemos darle un por qué para hacer esto, aunque la estemos engañando…Créeme que no estoy orgullosa de lo que estoy haciendo, pero…ya no soporto ver a mi familia…”, dijo empezando a llorar a lo que Vegeta respondió abrazándola en un intento por consolarla.

Volviendo con Kale, ella tenía muchas intrigas pero aun así fue junto con Caulifla y Gokú. Ya se encontraban en una ciudad que todavía no había sido destruida. Ambas bajaron a una tienda de ropa. Varias horas pasaron y las chicas salieron de la tienda con varias bolsas y cajas que eran cargadas por Gokú. Por un momento, entre tantas bromas y tranquilidad, Kale empezó a tener una luz de esperanza de que su hermana aún pudiera ser alguien buena y acabar con todo esto.

Pero algo la dejó perpleja: Caulifla había destruido todo el pueblo con la ayuda de Gokú, reduciendo a polvo prácticamente toda la zona.

Al parecer las esperanzas de Kale se iban haciendo cada vez más y más pequeñas con cada acción que cometía su propia hermana.

Capítulo XVI: Punto de quiebre[]

Han pasado al menos dos semanas desde la llegada de Kale y a pesar de que no ha sido mucho tiempo, la Tierra parece que ha ardido durante milenios. El hambre de poder de Caulifla va creciendo y creciendo cada vez más. Sus ansias por asesinar se han vuelto muy peligrosas y más agresivas. Cada día que pasa la cordura de la Saiyajin se desborda, dejando una maleza cada vez más y más oscura, pero lo peor es que su hermana se ha envuelto en las enredaderas de la desesperación y locura que la va consumiendo poco a poco.

La mañana había llegado en la mansión de Gokú y Kale ya había despertado de su corto descanso. A la morena ya casi no le gustaba dormir, cada vez que cerraba sus ojos y empezaba a soñar, veía una escena que era aterradora para ella, sus ojos se llenaban de lágrimas siempre que conciliaba el sueño y jamás despegaba los ojos del techo con un sentimiento de arrepentimiento enorme. Conforme pasaron los días ese sueño se volvió más y más fuerte, repitiéndose en más de una ocasión.

Kale al levantarse de la cama se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador y saco una botella de agua fría. Cuando la bebía sentía que alguien la observaba. Al girarse se percató de un rostro que jamás podrá olvidar, ahí mismo al lado suyo se encontraba aquella persona que asesino a sangre fría y que ni siquiera tuvo la molestia en saber su nombre.

Sus ojos llenos de miedo, sus labios temblorosos y su frente sangrando. Kale no podía pensar, no podía moverse, solo podía lamentarse por lo que hizo, pero por más que llorara o se arrepintiera jamás podría traer de vuelta a esa persona inocente. Ahora solo le queda el tormento y el trauma que la seguirá hasta que no termine su deber y su misión.

Tiempo después, Kale decidió ir al jardín de la mansión para poder distraer su mente, oliendo cada flor que estaba en el suelo perfectamente acomodada. La chica decidió arreglar y acomodar las plantas para al menos distraerse y poder concentrarse en otra cosa que no fueran asesinar a inocentes.

-Caulifla: “Hola hermana. Veo que hoy amaneciste de buenas. Solo hacías jardinería en Sadalá cuando estabas muy feliz”, dijo acostándose en un camastro.

-Kale: “Si...Jaja. Es que hoy es un muy bonito día y quise distraerme un rato”.

-Caulifla: “¿Distraerte de qué? Este lugar es lo máximo. Podemos robar lo que queramos. Tenemos todo con solo tronar un dedo y sobre todo poder”.

-Kale: “Si, tienes razón. Este lugar es lo mejor”, dijo de manera sarcástica, cosa que no notó su amiga.

Las hermanas pronto dejaron de charlar y tan pronto lo hicieron, Kale continuó plantando algunas flores, quitando la tierra y poniendo las plantas con cuidado de no lastimarlas. Así siguió al menos con unas cuantas, pero al momento de quitar la tierra para plantar la siguiente, vio una bolsa negra que desbordaba algo oscuro. Parecía ser cenizas o carbón. Apresurada siguió escarbando, viendo que la bolsa era bastante grande.

Cuando le quitó toda la tierra de encima, le llegó un olor bastante desagradable acompañado de un olor a calcinado. La chica un poco insegura sacó la bolsa del hoyo y la abrió, viendo que se trataba de un cuerpo humano ya en estado de putrefacción. Asustada, gritó cayendo al suelo arrastrándose hacia donde estaba a su hermana.

-Caulifla: “Kale ¿estás bien?

-Kale: “Ha-hay un cuerpo en la bo-bolsa”, dijo despavorida.

-Caulifla: “Solo se trata de un humano, tampoco es la gran cosa, aunque esté rostro se me hace familiar”, dijo haciendo un esfuerzo por analizar las facciones del cuerpo en la bolsa. “Cierto, es el mayordomo que mate. ¿Cómo se llamaba? ¿Alfred? No, ese no era su nombre... ¡CIERTO, ERA YUGAN!”.

-Kale: “¿Y-Y por qué estaba ahí?

-Caulifla: “Ah. Jaja. Es que le dije a un tipo que lo enterrara, no pensé que sería tan imbécil como para venir a ocultarlo en el jardín. Pero que imbécil de ese pelón. Jajaja”.

-Kale: “¡¿POR QUÉ DEMONIOS TE RÍES?!”, gritó muy enfadada.

-Caulifla: “Porque es gracioso, obviamente. Ya relájate Kale, solo es un muerto y ya. No es la gran cosa. No va ir de noche a espantarte. Jajaja”.

-Kale: “¡NO ES GRACIOSO!

Flashback

En verdad que quería gritarle, golpearla en toda la cara y hacerla añicos con mis propias manos, ¿En qué momento se volvió tan cínica y tan loca? En serio quisiera saber, porque me está fastidiando. En serio que ya no la soporto. Estaba a nada de lanzar el primer golpe. Pero ese maldito comunicador de la señora Bulma… Si no hubiera sido por ella, habría acabado con mi hermana”.

Después de esa discusión me fui mejor a mi habitación a relajarme. Que irónico, había ido al jardín a relajarme y resultó peor de lo que esperaba”.

Al cabo de unos minutos recostada en la cama, me quedé pensando en un plan para por fin deshacerme de todo esto e irme a Sadalá y olvidar está pesadilla. Pero por más que pensara en un plan, no se me ocurría nada. Desde que estoy aquí, no he podido ver el menjurje que le dan al señor Gokú. Caulifla es muy cuidadosa con todo eso y no me deja acompañarla”.

Pasaron unas cuantas horas en lo que me tranquilizaba y creaba un plan que no parecía muy bueno. Realmente era pésimo. Ni siquiera sabía si podía hacerlo. Baje las escaleras de la mansión dirigiéndome al refrigerador para poder comer algo, pero me encontré con que Caulifla y Gokú estaban besándose. En verdad que me hacía enojar que Caulifla besara a alguien más. Maldita sea ¿por qué nunca se fijó en mí? Siempre estuve para ella, siempre la ayude y aunque me haya lastimado aún estoy para ella ¿Por qué me hace esto?”.

Cuando estaba a punto de regresarme a mi habitación, Caulifla llamó mi atención. Me dijo que entrenáramos para no perder la práctica. Aunque no me sentía bien acepté y me dirigí al jardín para poder entrenar”.

-Caulifla: “¿Estás lista, Kale?

-Kale: “Si... Eso creo”, dijo estirándose.

-Caulifla: “¿Quieres empezar?”, dijo poniéndose en pose de pelea.

-Kale: “¿Vamos a pelear sólo nosotras? Creí que íbamos a pelear contra Gokú, cómo en el Torneo del Poder”.

-Caulifla: “Lo que pasa es que cuando se cansa mucho, mi Gokú empieza a volverse loco y le tengo que dar mi ‘Poción mágica’”.

-Kale: “Oh, ya veo...”, dijo tratando de pensar en un plan. “¿Pero puedes darle más no es así?

-Caulifla: “Si, pero da pereza estar haciéndolo. Además es un dolor de cabeza cuando Gokú está así”.

-Kale: “Ándale, por favor hermana. Así podremos probar que tan fuerte nos hemos vuelto, ¿Si? Por favor”, dijo rogándole a Caulifla como perrito.

-Caulifla: “Está bien…espera que prepare la poción para Gokú…

-Kale: “¡Gracias, hermana!”, dijo siendo abrazada por su hermana.

Ya empezaba a olvidar por qué me había enamorado de Caulifla...este abrazo, este calor...son incomparables

Caulifla llamo a Gokú para que pudiera pelear contra nosotras. Él como un robot, se puso en pose de combate. Debo decirlo, en verdad da miedo el señor Gokú con esa cara sin vida. Sin más tiempo que perder nos lanzamos contra el señor Gokú, a pesar de que estaba en su Ultra-Instinto, no nos dábamos por vencidas. Pero empezaba a ser frustrante cómo es que esquivaba todos nuestros golpes sin ningún problema. En verdad era molesto. No importaba qué tan fuertes o veloces fuésemos…todas nuestras combinaciones y ataques, los esquivaba como si no fueran nada. Pero durante la pelea me percate de algo: los movimientos de Gokú empezaban a ser más lentos y sus golpes más torpes. Veía como Gokú se iba agotando de una manera extraña, pues sudaba mucho y su respiración era agitada. Pero siempre con un rostro indiferente. Cuando estábamos a punto de acabar la pelea, note que Gokú se sostenía la cabeza, como si le doliera y eso lo pude confirmar cuando empezó a gritar de una manera desgarradora. Gritaba y gritaba mientras golpeaba su frente contra el suelo. ¿Pero qué demonios le daba Caulifla al señor Gokú para que se pusiera así?

En cuánto Gokú comenzó a gritar, Caulifla se fue directo a la mansión sin decir nada más. La seguí en sigilo hasta la cocina, donde ella estaba frenética sacando un montón de bolsas mezclándolos en un vaso. No pude ver lo que era porque inmediatamente se fue volando de ahí hacia el patio. Apresurada me fui a mi habitación y llame a la señora Bulma para decirle todo lo que sabía. Al final ella me dio unas especificaciones de lo que tenía que hacer. Si soy sincera, me está dando miedo hacer esto”.

Fin del Flashback

Habían pasado unos cuantos días para que por fin Kale pudiera poner su plan en marcha. Ese mismo día Kale ya se encontraba desesperada por terminar esto de una buena vez, pero Gokú no había vuelto a presentar síntomas para que Caulifla volviera hacer el menjurje. Ella en su desesperación le suplicaba a su hermana entrenar con Gokú con la excusa de “Volverse más fuertes” pero Caulifla no tenía buena espina acerca de esto.

-Kale: “¿Ya podemos entrenar?

-Caulifla: “No

-Kale: “Por favor, hermanita. Sé que a ti te gusta entrenar y quiero volverme igual de fuerte que tú, por favor ¿Si? Vamos a entrenar con el señor Gokú. Por favor”.

-Caulifla: “¿Por qué quieres entrenar con tanta desesperación?

-Kale: “Pa-Para volverme más fuerte y poder pasar más tiempo juntas, cómo en Sadalá”, dijo un poco nerviosa, cosa que no notó su amiga.

-Caulifla: “Está bien. Pero no por mucho tiempo ¿de acuerdo?

-Kale: “¡Sí!”, dijo saltando de felicidad internamente.

-Caulifla: “Pero será más tarde. Voy con Gokú a buscar esos imbéciles del Universo 7”.

-Kale: “Esta bien, hermana. Cuídate”, dijo viendo como su hermana se iba con Gokú.

Al cabo de unas cuantas horas, al atardecer, Caulifla volvió con Gokú listos para un día más de entrenamiento. Kale estaba muy ansiosa de por fin terminar con todo esto y volver a su vida normal.

Los tres después de unos minutos comenzaron a atacar llevando la pelea a un nivel muy superior a comparación al del Torneo del Poder, pues ahora Kale estaba dando su mayor esfuerzo con tal de ir agotando al Saiyajin. Pero en esta ocasión Gokú parecía no afectarle el cansancio. Kale un poco sorprendida y desesperada trataba de llevarlo al límite, pero este simplemente no cedía, cosa que molestaba a la morena.

Después de unas horas Kale ya era la única que seguía peleando, pues Caulifla ya se había agotado y dejo a su hermana para que siguiera, pero ni con todo ese tiempo Kale conseguía que Gokú se agotara.

-Kale: “Maldición, ¿qué demonios voy a hacer? Gokú no se ve nada agotado y ni siquiera está sudando. Solo me queda una cosa por hacer, pero no sé si vaya a estar consciente para eso”, pensó bloqueando varios golpes de Gokú.

Ya desesperada, Kale utilizó su último recurso que podría ayudarla, pero que también podría arruinar el plan. La Saiyajin sin más opción…empezó a salirse de control, perdiéndose por completo en una mirada blanca y sin emociones fruto de su transformación en Súper Saiyajin Devastador, comenzando a darle verdaderos problemas a Gokú, quien a pesar de seguir esquivando todos los golpes, sí comenzaba a agotarse mucho más a comparación del principio.

Caulifla preocupada ordenó a Gokú noquear a Kale, cosa que no pudo ser para nada sencilla, pues la morena ahora quería matar a Gokú dejándolo sin oportunidad para golpearla. Al parecer el plan de Kale iba bastante bien: Gokú ya comenzaba a dar indicios de agotamiento extremo y su conciencia regresaba, haciéndolo más lento. Era solo cuestión de tiempo para que cayera rendido ante el agotamiento, pero Kale también había llegado a su límite, cayendo ante el agotamiento.

Volvió a su forma base sin darse cuenta, cayendo al suelo. La morena trataba de mantener sus ojos abiertos para seguir con su misión. Si se desmayaba, sabía que no habría otra oportunidad.

-Caulifla: “¿Estás bien, Kale?”, preguntó aterrizando cerca de su hermana. “No me esperaba que otra vez te descontrolaras”, dijo estirándole la mano a Kale.

-Kale: “¿Gané?

-Caulifla: “Ni cerca, jajaja. Pero diste lo mejor y por eso eres mi hermana”, dijo cargándola hasta la mansión.

-Kale: “Gracias Caulifla...

-Caulifla: “¿Y ahora qué te pasa?”, preguntó un poco extrañada.

-Kale: “¿A qué te refieres?

-Caulifla: “Bueno, siempre me dices ‘hermana’. No me molesta que me llames por mi nombre, pero se siente extraño ¿sabes?

-Kale: “Jajaja. Eres muy tierna, hermana”, dijo un poco sonrojada.

-Caulifla: “No digas eso. Me avergüenzas. Mejor te llevo a descansar”,

-Kale: “¿Y qué va a pasar con el señor Gokú?

-Caulifla: “Tranquila. En un rato vengo. Primero debo cuidar a mi querida hermana”.

En las palabras de Caulifla se podían sentir aires de mentira. Pero por los sentimientos de atracción, Kale no los podía percibir. Incluso con el pasar del tiempo y las acciones de Caulifla, Kale aún seguía enamorada.

Caulifla al dirigirse a la mansión y dejar a Kale en su habitación, se fue a la cocina, donde ya estaba preparando su terrible sustancia. Kale yendo tras ella pudo visualizar que ya estaba lista y lo mejor es que su hermana estaba distraída, por lo que ella simplemente podría tomar el vaso y se iría…o eso es lo que ella esperaba, pues justo en ese momento en el transmisor de Kale sonó la voz de Bulma distrayéndola y estropeando el plan.

Kale, enfadada, se retiró de la cocina empezando hablar con la científica…pero había alguien cerca que estaba escuchando todo.

-Bulma: “¿Cómo vas con el plan, Kale?

-Kale: “¡JUSTO ESTABA EN ESO!”,  gritó un poco enfadada.

-Bulma: “Kale, debes apresurarte. Vegeta ha sentido el Ki de Gokú y no es muy bueno lo que nos dice...

-Kale: “¿A qué te refieres?

-Bulma: “El Ki de Gokú está siendo corrompido. Se está fragmentado. Si esto sigue así, Gokú no será más que un cascarón vacío. Kale tienes que hacer esto, ya no tenemos tiempo”.

-Kale: “Eso trato de hacer…pero Caulifla no me ha dejado acercarme. Cada vez que lo intento, ella se desvanece y justo ahora era en mi oportunidad hasta que me llamo usted, señora Bulma”.

-Bulma: “Noquéala, Kale. Es la única manera”.

-Kale: “No voy hacer eso. No pienso lastimar a mi hermana de ese modo”.

-Bulma: “Kale, sé que es tu hermana…pero entiende que ya no tenemos tiempo. Recuerda lo que te obligó hacer, ¿acaso ya lo olvidaste?

-Kale: “Ella no es así, solo no está pensando bien las cosas...No está en sus cabales, necesita que la ayude, no que la golpee. Por favor, déjeme hacer esto a mi manera”.

-Bulma: “Está bien...”, dijo suspirando.

-Kale: “Gracias, señora Bulma”.

-Caulifla: “¿Con quién hablabas?”, preguntó poniendo extremadamente nerviosa a Kale.

-Kale: “¿Yo? Y-Y-Yo no estaba hablando con nadie. E-E-E-estaba…hablando sola, jaja. ¿P-Por qué preguntas?

-Caulifla: “No, por nada. ¿Te puedo preguntar algo?

-Kale: “S-si, por supuesto hermana...

-Caulifla: “¿Tú serías capaz de traicionarme por alguien que no conoces?

-Kale: ¿P-Por qué preguntas eso? ¿No crees que es un poco tonta tu pregunta? Digo, soy tu hermana, siempre he estado para ti”.

-Caulifla: “Solo preguntaba... Pero tienes razón, ¿cómo pude pensar en que mi hermanita me traicionaría? Mi hermanita que ayudé, que acobijé, que siempre protegí, que nunca deje que nada malo le pasara y que siempre estuve para ella sin importar lo que sucediera”, dijo abrazando a Kale de su cuello. “¿Cómo pude pensar que la chica que siempre quise y amo me traicionaría?”, cuestionó jugando con los sentimientos de Kale, quien al instante se perdió en la mirada y palabras de Caulifla, que estaban repletas de mentiras y falsos sentimientos.

-Kale: “¿Q-Q-Que amas?”, preguntó totalmente atónita.

-Caulifla: “Por supuesto, Kale. Siempre te vi algo más que una simple amiga, pero... Tú nunca me viste de ese modo...”, dijo de manera triste dándole la espalda a Kale.

-Kale: “¿¡EN SERIO DICES ESO!? ¿¡ACASO NUNCA TE DISTE CUENTA QUE CADA VEZ QUE TE MIRABA ME ENAMORABA MÁS DE TI!? ¡DESDE QUE TENGO MEMORIA SIEMPRE TE ADMIRÉ Y…TE AMÉ!”, gritó enfadada dejando salir sus sentimientos. “Cada noche cuando me acostaba, me preguntaba si algún día me verías como yo te veo. Cada vez que trataba de hablarte de lo que sentía siempre te largabas dejándome sola. Y ahora que creía que mis sentimientos por ti habían desaparecido, vienes y me dices esto. ¿Por qué ahora? ¡¿POR QUÉ AHORA QUE DEJÉ DE SENTIR ESTO POR TI, VIENES Y TE VUELVES A METER EN MI CABEZA?!”, preguntó derramando lágrimas.

-Caulifla: “Yo siempre te amé, Kale. Y aún lo sigo haciendo. Sé que no siempre eh sido muy sentimental, pero contigo podía ser la única excepción. Cada vez que estoy contigo siento un calor inmenso de amor. Pero si ya no sientes esto por mí, yo... lo entenderé y respetaré lo que sientes. En verdad no quise lastimarte. Pero si ya no sientes algo por mí...es mejor que me vaya”, dijo tratando de alejarse.

Sin mucho tiempo de respuesta Kale se abalanzó a la espalda de Caulifla, derramando lágrimas de dolor con mucho sentimiento, sosteniéndola de sus brazos inmovilizándola.

-Kale: “¡NOOOO! ¡NO TE VAYAS! Si es verdad que me amas, quédate conmigo. Por favor, termina esto y vámonos a nuestro hogar. Por favor, hazlo por mí...

-Caulifla: “Está bien, Kale. Terminaré con esto”, mintió volteando a ver a la morena. “Con una condición: que me prometas que jamás me darás la espalda…y que me amarás por siempre”.

-Kale: “Siempre estaré para ti. Seré tu eterna enamorada y jamás me atreveré a hacerte daño”, dijo esperando un abrazo. En lugar de eso sintió unos labios que llenaron de "amor" sus comisuras. En un beso "tierno" y "amoroso" se había consumado la unión de sus labios…o eso pensaba Kale.

-Caulifla: “Eso es, Kale. Se nota que estabas desesperada por esto. Que ingenua e idiota resultaste ser ‘hermanita’. Ahora solo tengo que actuar con esta incompetente y con esto me aseguraré de que no me traicionarás jamás”, pensó la Saiyajin sin dejar de besar a la morena.

Conforme pasaba el tiempo, el beso entre Kale y Caulifla iba en aumento, aunque un poco torpe por culpa de Kale.

-Kale: “Cauli...Caulifla... Vas muy rápido”, dijo muy agitada.

-Caulifla: “¿Acaso no te gusta? Tengo una mejor idea... ¿Por qué no mejor vamos a mi cuarto?”, susurró al oído de Kale, de manera seductora, a lo cual ella cayó sin chistar.

Caulifla desesperada jaló a Kale de su brazo llevándola a su cuarto. Por otra parte Kale se encontraba insegura y muy nerviosa por lo que harían. Pero ahora a Kale se le ha olvidado su promesa con Bulma. Ha empezado a dejarse llevar por sus sentimientos, que si no tiene cuidado podrían arruinar el plan o algo mucho peor…unírsele a su hermana.

Capítulo XVII: Decisión de vida o muerte[]

¿En serio lo hicimos? ¿En serio tuve sexo con ella?”, se preguntaba Kale una, otra y otra vez, mientras veía el reloj a su costado, trataba de entrar en razón en si en verdad Caulifla la amaba o era otra trampa. Pero por más que quisiera aceptar la verdad, su amor por su hermana la cegaba totalmente, dejándola caer en las garras de Caulifla.

Kale sin despegar su mente de la situación con su hermana, quitó la frazada dejando ver su cuerpo moreno que estaba totalmente desnudo. Se acercó al clóset y tomo una bata. Al alzar su mirada, vio a su hermana que estaba en las mismas condiciones que ella.

Eres tan hermosa hermana. En serio que disfruté esa noche. Fue lo mejor que me pudo pasar en mi vida. Fue lo más hermoso que pude hacer en mil años. Tu cuerpo y el mío...Por fin pude sentir esos labios tan exquisitos y pude ser una contigo... Aunque aún no puedo dejar de pensar... ¿En verdad me amas? ¿En verdad hiciste esto porque me amas?”, se preguntaba Kale.

La morena sin despegar la mirada de su hermana, salió de la habitación y con dirección al baño, se dio una larga ducha llena de pensamientos, recuerdos y sentimientos dudosos, pero todo su mar de distracción fue interrumpida por el tacto de unas manos que le rodeaban el abdomen y una mejilla que se recargaba en su espalda.

-Caulifla: “Buenos días, Kale”.

-Kale: “¡C-CAULIFLA! ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!”, preguntó de frente a su hermana, tratando de cubrirse sus partes íntimas.

-Caulifla: “¿Qué? ¿Acaso no me puedo bañar con mi hermanita?”, preguntó apegándose más a Kale. “Además, ¿por qué te cubres? ¿Ya olvidaste que ya exploré todos tus…secretos?”, preguntó de manera seductora poniendo nerviosa a Kale. “Jajaja. Eres tan tierna cuando tiemblas de los nervios... ¿Te puedo ayudar a bañarte?”, preguntó.

Después de un rato, Kale y Caulifla salieron de la ducha, yendo cada una a su habitación para poder vestirse. Una vez lista, Kale bajo hasta la sala principal, donde se sentó en un sillón, dando vueltas y vueltas con lo que tenía que hacer, pues ahora que su hermana y ella están en un romance, interfiere y pone en peligro la misión. Kale está consciente de que lo que está haciendo su hermana es atroz.

Lo que le hizo hacer y lo que le ha hecho al planeta es imperdonable. Pero sin importar cuántas veces repase las acciones de su hermana, no puede traicionar al amor de su vida.

Maldita sea ¿qué hago? Si ayudo a Caulifla con sus planes, jamás volveremos a Sadalá. Pero podré estar con ella y podremos ser felices, pero... ¿Y los demás? El señor Gokú, la señora Bulma y todos sus amigos sufrirán por mi culpa y todo porque soy una tonta enamorada que no puede hacer lo correcto...

Kale al levantarse del sillón se dirigió a la cocina donde aún se encontraba el menjurje que Caulifla llamaba “Poción Mágica”. Kale al verlo en frente suyo, le vino a su mente la promesa que le hizo a Bulma y cómo ella la apoyo en un momento importante para su vida.

Flashback

-Bulma: “Antes de que nos vayamos Kale, quisiera hablar contigo”, dijo saliendo del salón de belleza.

-Kale: “¿Se puede saber de qué, señora Bulma?

-Bulma: “Sobre lo que estamos a punto de hacer. Kale, yo realmente no sé qué es lo que haya pasado entre Caulifla y tú. Pero por favor Kale, prométeme que nos ayudarás hasta el último momento. Por favor, no caigas en las trampas de tu hermana. Yo veo en tus ojos que tú la amas y es un amor que va más allá de una amistad y sé que quieres ayudarla. Así que prométeme que serás fuerte y nos ayudarás y también ayudarás a tu hermana que tanto te necesita. Eres nuestra última esperanza, Kale. Por favor, prométemelo”, dijo la científica agarrando las manos de la Saiyajin.

-Kale: “Yo... Lo prometo... No se preocupe señora Bulma, daré mi mayor esfuerzo y todo saldrá bien”, dijo mirándola a los ojos.

Fin del Flashback

Maldita sea, ¿por qué es tan difícil hacer esto? Si ayudo a la señora Bulma, ayudaré a todo un planeta y si ayudo a mi hermana tendré su amor por siempre. No llego a nada pensando... Debo hacer lo correcto

-Kale: “Perdóname hermana”, decía mientras se bebía el menjurje de Caulifla frente a ella.

-Caulifla: “¿Qué quieres que te perdone?”, preguntó haciendo que Kale se paralice. “¡¿QUÉ DEMONIOS HACES CON ESO EN LAS MANOS?!

-Kale: “Y-Yo…me lo debo llevar, Caulifla... Es por el bien de todos...

-Caulifla: “¿Que insinúas? ¡¿ACASO PIENSAS TRAICIONARME?! ¡¿DESPUÉS DE HABERTE ENTREGADO MI AMOR Y MI ALMA?!”, gritó tratándose de hacer la víctima, cosa que funcionó en Kale.

-Kale: “Caulifla, de verdad te amo. Pero todo lo que estás haciendo es horrible, entiéndelo... Esto lo hago por el bien de este mundo…y por tu bien”.

-Caulifla: “¿Cómo puedes hacerme esto? ¡SE SUPONÍA QUE ESTARÍAS A MI LADO PARA GOBERNAR ÉSTE MUNDO!

-Kale: “Caulifla, yo no quiero esto. Lo único que quiero es que seamos felices juntas”.

-Caulifla: “De acuerdo... Si eso quieres, no me dejas de otra...”, dijo antes de chasquear los dedos.

Al momento que Caulifla chasqueó sus dedos, Gokú llegó en un instante, posicionándose detrás de Caulifla. Gokú a pesar de que estaba débil aún reaccionaba a las órdenes de Caulifla aunque ya no con la misma fuerza y velocidad.

-Caulifla: “Desde el principio sospeche que estabas con esos malditos. Gokú... ¡MÁTALA!”.

-Kale: “¿¡QUÉ!? ¡CAULIFLA, POR FAVOR NO HAGAS ESTO!

-Caulifla: “Lo siento, Kale. Pero no voy a dejar que nadie se meta en mis planes. Mataré a todos los que quieran meterse con mi Gokú y conmigo…incluso si se trata de ti”.

Gokú a una gran velocidad trató de golpear a Kale, pero ésta logro esquivar el golpe por muy poco. Sin tiempo que perder, ella pateo el mentón de Gokú y salió volando de aquella mansión lo más rápido posible.

-Caulifla: “¡MALDITA SEA, QUE NO ESCAPE!”, gritó montándose en la espalda del Saiyajin.

Kale por más que tratara o se transformará para acelerar el paso, Gokú y Caulifla ya le pisaban los talones, comenzándola a atacar con ráfagas de Ki muy peligrosas.

-Kale: “¡MALDICIÓN! ¡CAÑÓN BORRADOR!”, gritó lanzando el ataque de su hermana a Gokú. “No podré detenerlos por mucho tiempo. Maldición, me van a alcanzar. Tendré que pedirle ayuda a la señora Bulma”.

Corporación Cápsula

-Bulma: “Kale, que bueno que llamas. ¿Cómo vas con la misión?

-Kale: “¡BULMA, AYÚDEME POR FAVOR! ¡TOMÉ EL BREBAJE QUE LE DAN AL SEÑOR GOKÚ, PERO CAULIFLA ME DESCUBRIÓ Y ME ESTÁN PERSIGUIENDO! ¡POR FAVOR, AYÚDEME SEÑORA BULMA!”, gritó cortándose la transmisión.

-Bulma: “¡MALDICIÓN!”, gritó corriendo a la sala principal, donde se encontraban los guerreros. “¡CHICOS, CHICOS!”.

-Vegeta: “¡¿QUÉ PASA, BULMA?!

-Bulma: “¡ES KALE! ¡EL PLAN SE ARRUINÓ! ¡KALE TRAE LA POCIÓN CONSIGO PERO CAULIFLA LA DESCUBRIÓ, QUIERE MATARLA Y VIENE HACIA ACÁ! ¡DEBEN IR POR ELLA!

Cada guerrero que se encontraba en la sala salió de inmediato en dirección al Ki de Kale y los demás. Gohan, Vegeta, N°18, Piccoro, e incluso Yamcha y Ten-Shin-Han habían salido de la Corporación Cápsula.

El tiempo era prácticamente oro para todos y en cuestión de minutos llegaron hasta donde Kale se encontraba, empezando a distraer a Gokú y a Caulifla para así darle espacio a Kale para que huyera hasta la Corporación Cápsula. Y en tan solo unos instantes, todos los presentes empezaron a intercambiar golpes mortales. Todos trataban de neutralizar a Gokú o al menos mantenerlo ocupado por un buen rato hasta que Bulma tuviera el antídoto para frenarlo de una buena vez.

Pero está tarea no iba a ser para nada fácil, ya que a pesar de que todos los Guerreros Z dieran su mayor esfuerzo, aún no eran rivales para el estado en qué se encontraba Gokú. Gohan y Vegeta trataron de ir con todo, dejando de lado a los demás.

Mientras Vegeta atacaba de frente, Gohan trataba de golpear desde los costados, pero aun así no resultaba, pues Gokú golpeó a Gohan lanzándolo al suelo y a Vegeta lo mandó directo a las montañas más cercanas.

-Vegeta: “Ugh... ¡MALDITA SEA! ¡ESE MALDITO DE KAKAROTTO AÚN SIGUE SIENDO DEMASIADO FUERTE!

Mientras los dos guerreros Saiyajin se encontraban fuera de combate, Piccoro, N°18 y los demás idearon un plan para separar a Gokú de Caulifla y así poder llevar una pelea más justa y ganar más tiempo. Por un lado se encontraban Yamcha, Ten y Piccoro atacando y distrayendo a Gokú, mientras que N°18 ya se encontraba apaleando a Caulifla.

-N°18: “No recordaba que fueras tan débil”, dijo golpeando las costillas y la cara de Caulifla. “Al menos trata de esforzarte, puberta”.

-Caulifla: “Desgraciada…”, dijo lanzando un golpe, pero N°18 simplemente le pateo la espalda lanzándola al suelo.

Mientras todo esto ocurría cerca de la Ciudad del Oeste, Kale ya había llegado a la Corporación Cápsula, entregándole el menjurje a Bulma, quién rápidamente lo colocó en una especie de máquina para ir sintetizando un especie de antídoto. Para este punto, el tiempo era lo más preciado que se tenía. Mientras los guerreros peleaban, la científica hacia lo posible por encontrar algo que pudiera contrarrestar el efecto de la poción. Pero desgraciadamente estaba tardando más de lo esperado.

En la pelea, la mayoría de los guerreros se estaban agotando. No importaba cuántos fueran a atacar a Gokú, siempre salían perdiendo. Ni con las fuerzas unidas de todos pudieron hacerle frente.

Mientras tanto, N°18 y Caulifla seguían peleando, aunque claramente se veía una superioridad por parte de la androide. ¿Pero acaso Caulifla se dejaría ganar así de fácil?

Corporación Cápsula

-Bulma: “¡Maldita sea, no encuentra un posible antídoto!

-Kale: “¿Y qué vamos hacer?

-Bulma: “Aún no lo sé. Lo que sea que le haya estado dando a Gokú, es muy complicado como para sintetizar una cura...a menos que... ¿Kale, cómo fue que te diste cuenta que Gokú empezaba a recuperar la conciencia?

-Kale: “¿Eh? Bueno…fue durante la pelea”.

-Bulma: “¿Pero no viste algo más? ¿Hiciste algo más o lo golpeaste en puntos débiles?

-Kale: “No, solo peleábamos. Pero conforme iba pasando el tiempo, el señor Gokú se empezaba a comportar extraño. De hecho, ahora que recuerdo, fue cuando estaba totalmente agotado”.

-Bulma: “¡ESO ES!”, gritó sacando el menjurje de la máquina y buscando entre tantos frascos con líquidos varios. “¡YA ENCONTRÉ LA MANERA PARA QUE GOKÚ VUELVA EN SÍ!”.

-Kale: “¿Y cómo?

-Bulma: “Con esto”, dijo mostrando una jeringa cargada de adrenalina.

-Kale: “¿Adrenalina? ¿Y eso para qué sirve?

-Bulma: “Lo que haremos será inyectar a Gokú con esta cosa. La adrenalina acelerará el ritmo cardíaco y, por ende, el metabolismo. Así haremos que el cuerpo de Gokú filtre todo lo que le dio Caulifla y así finalmente podrá liberarlo de su trance”.

-Kale: “¿Y usted está segura de que funcionará?

-Bulma: “Claro que sí. Lo único es que no sé cuánto tendremos que inyectarle. Kale…espero que no te duela”, dijo la científica para después inyectarle con la jeringa. “¿Cómo te sientes?”.

-Kale: “Pues…no siento nada. Aunque sí me dolió”.

-Bulma: “Mmm…no será suficiente para Gokú. Necesitaremos mucha más adrenalina. Kale, te pido que me disculpes pero necesito que me ayudes una vez más: vas a tener que ser mi Conejillo de Indias”.

-Kale: “¡¿QUÉ?!

En las afueras de la Capital del Oeste

-Ten-Shin-Han: “Maldita sea. Ya no podremos seguir peleando. Nos matará si nos quedamos”.

-Gohan: “No tenemos de otra, Ten-Shin-Han...Bulma aún no termina y tenemos que darle todo el tiempo que necesite”.

La pelea con Gokú parecía que ya estaba en sus últimos momentos. Ya todos los guerreros estaban completamente exhaustos y sin fuerzas para seguir.

En cambio la pelea de Caulifla y N°18 siguió siendo una brutal masacre. Sin importar que pasara, N°18 no dejaba de apalear a Caulifla con tanto odio y desesperación. Por fin podía cobrar venganza de todo lo que le hizo y todo el daño que les provocó a su familia y a su amado, pero la pelea la estaba llevando a otros límites.

Ahora ella no solo quería ver sufrir a Caulifla.

La quería asesinar.

-N°18: “¡YA NO VOY A TENER COMPASIÓN CONTIGO, CAULIFLA! ¡YA HE TENIDO SUFICIENTE! ¡ES HORA DE QUE DESAPAREZCAS DE ÉSTE MUNDO!”, gritó alzando a la Saiyajin del cuello, empezando a estrangularla, pero está simplemente se reía sin importarle que en cualquier segundo le romperían el cuello. “¿De qué tanto te estás riendo, basura?”.

-Caulifla: “Jajaja...te estás... te estás olvidando de algo...”, dijo mostrando el botón que controla las cadenas de Gokú y los niños. “¿Te acuerdas de esto…o quieres que te refresque la memoria?”, dijo apretando el botón haciendo sufrir a Gokú por la descarga gigantesca.

-N°18: “¡MALDITA! ¡SUÉLTALO O TE MANDO DIRECTO AL INFIERNO!”, dijo apretando más el cuello de Caulifla.

-Caulifla: “V-vamos…hazlo... si lo haces me llevo a Gokú y a tus hijos conmigo…jajaja”.

En ese preciso momento N°18 tenía que tomar una muy difícil decisión, pero sin importar que tanto daño haya causado Caulifla, era mejor dejarla, ya que si no cobraría más vidas incluso estando muerta, por lo que a la androide no le quedó de otra más que dejarla libre.

-Caulifla: “Eres tan manipulable, estúpido androide. ¿En serio creíste que no mataría a Gokú y a tus hijos?

-N°18: “¿A qué demonios te refieres?

-Caulifla: “Jajaja. Sé que está pelea no la voy a ganar. Por eso he decidido que si pierdo, me aseguraré que nadie más que yo esté con mi amado. ¿Y qué harás al respecto?

-N°18: “¡MALDITA! ¡NO LO HAGAS!

-Caulifla: “Ya es demasiado tarde”, dijo tratando de aumentar el nivel de descarga para matar a todos sus prisioneros.

Todos en el lugar estaban viendo como Gokú sufría de tanto dolor y ahora imaginar que lo mataran de esa forma tan cruel, no podían ni siquiera pensarlo. Pero justo antes de que Caulifla pudiera hacer de las suyas, una onda de Ki la golpeó en su muñeca, obligándola a tirar el dispositivo.

-Caulifla: “¡MALDITA SEA! ¡¿QUIEN DEMONIOS LO HIZO?!”, gritó viendo al cielo, encontrándose nada menos que con su hermana Kale. “¡MALDITA TRAIDORA, TE MATARÉ!”, gritó pero fue mandada a volar por la androide.

N°18 después de golpear a la Saiyajin, fue rápidamente por el control, destruyéndolo. Kale por su parte fue volando hasta donde se encontraba Gokú, para poderle inyectarle la adrenalina que Bulma le había dado. Pero al acercarse, Gokú empezó a estrangular a Kale, privándola totalmente del aire que respiraba. A punto de desmayarse soltó la jeringa en el suelo. Todos al ver esto, fueron lo más rápido posible a atacar al Saiyajin, pero cuando se acercaban, eran brutalmente golpeados y lastimados por Gokú.

La androide sin dudarlo fue atacar a Gokú empezando a intercambiar golpes y durante el proceso logro rescatar la jeringa que ahora sí terminaría con todo esto. Pero no iba a ser tan fácil, pues Gokú golpeó de manera feroz a N°18, mandándola al suelo. Cuando la levantó la empezó a ahorcar.

-N°18: “Por favor, Gokú...R-reacciona...R-recuerda ese día en la playa...”, dijo en voz muy baja.

Gokú al escuchar la voz de N°18, empezó a soltar su mano dejando que la androide pueda respirar. Y sin perder un solo segundo N°18 le inyectó a Gokú la adrenalina alejándose de él, quién de inmediato se empezó a quejar del dolor, gritando a los cuatro vientos. El dolor que sentía el Saiyajin era algo indescriptible, incluso peor que cuando recibía las descargas de Caulifla. Era algo que simplemente nadie en la faz de la Tierra podría soportar.

Después de un corto tiempo, los gritos del Saiyajin empezaron a cesar y por fin el Gokú que todos conocemos había regresado.

-N°18: “¡GOKÚ!”, gritó evitando que su amado cayera, recargándolo sobre sus piernas.

-Gokú: “¿D-Dieciocho?

-N°18: “Sí, Gokú. Aquí estoy, tranquilo. Aquí estoy. Ya todo acabó”, dijo derramando lágrimas sobre el rostro de Gokú.

-Gokú: “N-no... Esto aún no acaba”, dijo poniéndose de pie con mucha dificultad. “A-Aún tengo que matar…a… ¡A ESA MALDITA NIÑA!”, gritó con una mirada fría y llena de odio.

Capítulo Final[]

-Gokú: “¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ CAULIFLA?!”, gritó derramando toneladas de ira.

N°18 al ver la actitud de Gokú, esos ojos y esa energía que expulsaba sin siquiera aumentar su poder, realmente se sentía asustada. Con tan solo la ira era más que suficiente para hacer temblar todo el lugar.

-N°18: “¿G-Gokú?”, preguntó temerosa.

En cuanto pudo pronunciar el nombre de su amado, el Saiyajin de inmediato voló hasta donde se encontraba Caulifla, viendo que estaba adolorida en el suelo. Gokú al verla la levantó del cabello y golpeándole en el abdomen para que reaccionara.

-Caulifla: “Ugh... Hola amor... ¿No te da gusto verme?”, preguntó de manera cínica.

-Gokú: “¡ERES UNA MALDITA BASURA!”, gritó golpeando la cara de Caulifla, rompiéndole la nariz. “¡ME HICISTE COMETER ACTOS IMPERDONABLES!”, gritó nuevamente mientras está vez la golpeaba en el abdomen. “¡HICISTE SUFRIR A TODO ESTE PLANETA QUE TANTO HE CUIDADO Y QUE POR TU CULPA YO MISMO DESTRUÍ!”, gritó de nuevo, enterrándola en el suelo en más de una ocasión.

-Caulifla: “Ugh... No seas exagerado, amor... Todo lo hacía porque te amo...”, respondió nuevamente de manera cínica y con dificultad.

-Gokú: “¡DE VERDAD QUE ERES UNA GRANDÍSIMA ESTÚPIDA!”, gritó pateando a Caulifla, para después asestarle con un golpe que la incrustó en la tierra. "¡YA ME CANSÉ DE TI, NO TE VOY A PERDONAR POR LO QUE HICISTE!”, gritó una vez más alzándola del cuello y cargando una lanza de Ki lista para atravesar a Caulifla.

Caulifla al ver que Gokú iba en serio y que ahora sí no tendría oportunidad de escapar, empezó a llorar y a gritar que la perdonara, suplicando por su vida.

-Caulifla: “¡P-P-Por favor…Gokú…n-n-no hagas esto! ¡Por favor…no…no me mates!”, gritó pataleando con las pocas fuerzas que le quedaban. “¡Perdóname…no lo…no lo volveré hacer! ¡Lo…lo…lo prometo!

-Gokú: “No, Caulifla. Esta vez no voy a perdonarte”, dijo alzando su brazo con la daga de Ki lista para matarla.

-Kale: “¡NOOOO! ¡POR FAVOR, SEÑOR GOKÚ! ¡NO LO HAGA!”, gritó aterrizando justo a centímetros de que Gokú matara a Caulifla. “¡POR FAVOR, SEÑOR GOKÚ! ¡HARÉ HASTA LO IMPOSIBLE PARA QUE ELLA CAMBIE Y QUE NUNCA MÁS REGRESE A ÉSTE UNIVERSO! ¡PERO POR FAVOR, NO LA MATE!”, gritaba derramando lágrimas sobre el brazo de Gokú.

Gokú parecía que no escuchaba, pues aún tenía su daga en la mano a un parpadeo de matar a la Saiyajin. Él en verdad estaba lleno de odio. Lleno de sed de venganza y no era para menos: todo lo que Caulifla le hizo sufrir. Todo lo que ella le obligó hacer…era simplemente atroz.

¿Realmente merecía que le perdonara la vida después de todo lo que hizo?

-Gokú: “Está bien...”, dijo dejando de ahorcar a Caulifla y dejándola caer en el suelo. “Tienes que agradecerle a tu hermana que está aquí, de lo contrario ya estarías muerta. Y además, me di cuenta de que si te matara, no sería mejor que tú. Vegeta podría hacerlo. Piccoro podría hacerlo. Y 18 no dudaría un segundo en hacerlo, más sabiendo todo lo que has hecho. Pero yo simplemente no tengo ese instinto asesino ni siquiera contra mis peores enemigos. Y Kale fue la que me hizo darme cuenta de eso. Ahora quiero que tú y tu hermana se vayan de éste Universo y prometan no regresar nunca más”, dijo de manera determinante y con una mirada llena de furia.

Kale al ver a Caulifla en el suelo, corrió a abrazarla con toda su alma, tratando de consolarla, pues la Saiyajin se encontraba derramando lágrimas a mares, mientras que a cada momento se arrepentía de lo que había hecho y que imploraba que la perdonaran.

Después de un rato, los Guerreros Z fueron a rescatar a Goten, Marron y Trunks a la habitación de la mansión donde permanecían prisioneros, regresando para tomar como prisionera a Caulifla, con el mismo collar que les puso a los pequeños y a Gokú y unas esposas parecidas.

Mientras tanto, doctores y personal médico llegó a atender a los pequeños, llevándolos con extremo cuidado hacia la clínica de la Corporación Cápsula.

En la Corporación Cápsula

-Bulma: “Bien, ya todo está listo. Whis llegará en unos momentos para llevarse a ambas”.

-Kale: “Muchas gracias, señora Bulma”.

-Bulma: “No...Yo te doy las gracias a ti, pequeña”, dijo abrazándola. “Te estaré siempre agradecida. Gracias a ti, mi familia está unida una vez más. En verdad, gracias”.

-Kale: “No tiene que agradecer, señora Bulma. Yo solo hice lo correcto, Jaja”, dijo separándose del abrazo para después dirigirse con Gokú quién se encontraba vigilando que Caulifla no escapara.  “Señor Gokú...lamento todo lo que ocasionó mi hermana. En verdad que no sé cómo puedo compensarlo”.

-Gokú: “No te preocupes, Kale. Ya hiciste demasiado al ayudarnos arriesgándote tú misma también. Así que sólo puedo darte las gracias Kale Jaja. Te agradezco mucho por tu ayuda”.

-N°18: “Querrás decir que estamos agradecidos...”, dijo dándole un codazo a Gokú. “Muchas gracias por tu ayuda, Kale”.

-Kale: “No hay nada que agradecer. Le prometo que mi hermana no volverá a causar problemas”.

-Gokú y N°18: “Eso espero...”, dijeron mirándose el uno al otro.

Al cabo de unos minutos, Whis llegó listo para llevarse a las hermanas Saiyajin. Todos los presentes acudieron a la despedida de Kale, quién en el corto tiempo se encariño con unos cuantos, por el apoyo que le dieron. Sin nada más que hacer, Whis salió del planeta en una estela de luz brillante, tomando curso hacia el Universo 6.

-N°18: “Ahora sí, ya todo acabó...”, dijo suspirando mientras abrazaba a Gokú, quien todavía estaba algo adolorido.

-Gokú: “¡Ouch! Bueno…aún falta revivir a todos...Y aún nos falta otra cosa por hacer”.

-N°18: “¿Todavía hay más cosas por hacer?”, preguntó cansada.

-Gokú: “Claro que sí, 18. Nuestra boda”, susurró besando a la androide, haciéndola sonreír.

-N°18: “Tranquilo, muchacho. Primero deja que se recuperen los niños. Y segundo, hay que revivir a todos cuando las Esferas del Dragón estén listas. Y por último, tú también recupérate bien”,  dijo abrazando a Gokú. “Ya tuviste suficiente de esa niña. Ahora solo hay que esperar. Vayamos adentro”, dijo ayudando a Gokú a caminar, mientras Bulma y los demás Guerreros Z iban detrás de ellos.

Tres meses después

Han pasado tres meses desde la derrota de Caulifla y todo en la Tierra retomó su curso normal: la gente que había sido asesinada fue revivida gracias a las Esferas del Dragón y las mismas ciudades que fueron destruidas, fueron restauradas igualmente gracias al poder de Shen-Long. Todo había regresado prácticamente a la normalidad.

Gokú y N°18 regresaron a la mansión. Pero por los malos momentos que tuvieron y los recuerdos nefastos que tenían, decidieron mejor venderla y mudarse al verdadero lugar en el mundo para Gokú: la Montaña Paoz, un lugar más tranquilo y más hermoso que una ciudad.

Marron y Goten siguieron sus vidas como hermanastros y yendo a la misma escuela. Y por si se lo preguntan, su consejero, amigo y mayordomo Yugan siguió sirviendo a la familia Son estando plenamente agradecido por haberlo revivido. Aunque para la familia él ya no era un mayordomo, sino un miembro más de la familia.

Mientras tanto, Gokú había regresado a su trabajo en el cultivo y venta de frutas y vegetales con su socio Kuzae. N°18 por su parte empezó a ayudar al Saiyajin en su trabajo, colocándose en un gran puesto dentro de la empresa como directora de Relaciones Públicas.

Todo era felicidad para esta familia. Pero ya iba siendo momento de dar la gran celebración que tanto han esperado la pareja: La boda.

En la playa

-N°18: “Gokú, ya están llegando todos”, dijo estando radiante con su vestido de novia.

-Gokú: “¡FANTÁSTICO!”, dijo emocionado mientras veía a todos sus amigos llegando a la playa donde se celebraría la boda. Sí. La misma playa en la Ciudad del Oeste donde Gokú decidió pedirle matrimonio a la bellísima androide.

Entre los invitados estaban Gohan, Videl, la hija de ambos Pan, Mr. Satán, Sr. Bu, Piccoro, Bulma, sus padres, Vegeta, Trunks, Yamcha, Ten-Shin-Han, Chaos, el Maestro Roshi e incluso Kuzae con Milk asistieron, además de Yugan.

Los padrinos de boda fueron nada menos que Krilin (Gokú) y Bulma (N°18), mientras que Marron fue la encargada de tirar flores en el camino que vería a su mamá acercarse al altar donde lo esperaba su amado, acompañado de su mejor amigo en todo el mundo, su hijo más pequeño y por quien iba a oficiar la boda: nada menos que el mismísimo Dende (Kami-Sama).

Las cosas ya habían cambiado mucho desde que todos habían sido revividos. Krilin se había disculpado con todos sus amigos y más con Gokú y N°18. Él sabía que ya no había nada que hacer y decidió dar un paso al costado, alegrándose de que su ex esposa y su mejor amigo puedan ser felices. Entonces Gokú no tuvo mejor idea que volverlo su padrino.

-Dende: “Gokú, ¿Aceptas recibir a Número 18 como esposa y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?”

-Gokú: “Si, acepto”.

-Dende: “Número 18, ¿Aceptas recibir a Son Gokú como esposo y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?”

-N°18: “Si, acepto”.

-Dende: “En virtud de los poderes que me ha conferido Shen-Long, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia...o al novio Jajaja”, dijo sonriendo mientras veía cómo N°18 se abalanzaba sobre Gokú plantándole un beso único e inigualable, que desató el aplauso, la euforia y algunas lágrimas de emoción.

Después todo devino en una gran fiesta en la playa donde hubo comida, bebida, música y baile, mucho baile. Incluso algunos de los amigos de Gokú lo agarraron y lo lanzaron al mar como modo de broma, hecho que causó las risas de casi todos los presentes.

Y todos los niños se la pasaron de maravillas. Goten y Trunks siempre jugando y bromeando, pero también se les sumó Marron y por momentos cuidaban de la pequeña Pan, como tres hermanos mayores.

Después de la boda y la luna de miel, los Son se mudaron a la Montaña Paoz, lugar donde la familia ya tenía planeada su casa después de haber vendido la mansión donde antes solía vivir Gokú.

Pasaron varios días y la familia se dedicó a construir su casa que, aunque ya no era lujosa, era un lugar hermoso y cálido y en el que cada integrante de la familia aportó con su granito de arena: Gokú cortando madera; N°18 colocando las tablas en la casa; Goten y Trunks con la pintura e incluso Yugan ayudó supervisando la construcción.

Y para el atardecer, por fin habían terminado. El nuevo hogar de la familia Son. Al terminar la familia se quedó contemplando su flamante hogar.

-Gokú: “¡Vaya! Sí que quedó hermosa nuestra casa, ¿verdad 18?

-N°18: “Así es. Y todo gracias a que trabajamos juntos”, dijo mientras le daba un beso a su esposo.

-Goten: “¡Guácala!”, dijo al ver a sus padres besarse.

-Gokú y N°18 se separaron del beso entre risas, para que después Gokú levantase a su hijo sobre sus hombros.

-Yugan: “Señores, la cena está lista

-Gokú: “¡Gracias Yugan! Bueno, vamos a cenar”.

-N°18: “Vengan, niños. ¿Quieren ayudarme a poner la mesa?

-Marron y Goten: “¡SIIIIII!”, gritaron alegremente.

Gokú bajó a Goten y los tres entraron a la casa.

Pero antes de entrar se quedó unos instantes en la puerta mirando al horizonte, pensando en todas las cosas que habían pasado tanto él como N°18 y que ahora por fin podía disfrutar de su familia y de su propio hogar con la gente que más amaba en todo el mundo.

Entonces solamente sonrió y entró a su casa donde lo esperaba su hermosa familia para cenar todos juntos.

Al final, todo puede ser posible.

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